sábado, febrero 02, 2008

Guiño a la historia

One Piece 487: "Aquella canción"

Como llevo diciendo desde hace tiempo, esta saga de Thriller Bark no me esta terminando de convencer en su recta final, los combates han sido muy extraños y el que ahora nos coloquen el flashback de Brook no deja de ser algo casi fuera de lugar. No obstante, ante esto que casi oficializa la entrada de Brook en la banda, no me quejaré. Siempre ha sido muy complicado para Oda -y para cualquier mangaka- usar una herramienta tan poderosa y peligrosa como los flashback; mediante ellos conocemos mucho mejor a los personajes, pero también se corta el ritmo de la historia, y además se ha de sintentizar en 3 o 4 capítulos una historia lo suficientemente fuerte como para definir la actitud de un personaje durante el resto de la serie. Creo que, igual que Oda sencillamente lo bordó en la saga de Ennies Lobby - Water 7 con la inclusión de los flashback de Franky y Robin en momentos espectaculares, en esta saga no le esta saliendo todo tan bien. Por falta de enemigos y de historias secundarias, todo en esta isla se ha precipitado demasiado al final. Ahora toda el pasado del esqueleto músico.
Estaba en contra de este flashback. No le encontraba un momento propicio para narrarlo y creía que las pinceladas que se vieron durante el combate del esqueleto contra Ryuma eran suficientes. Me parecía genial la idea de que Brook no tuviese el tradicional flashback de la banda, porque su pasado ya lo habíamos vivido cientos de episodios atrás cuando Luffy y cía entraron en el Grand Line y se encontraron a Laboon. Creía que no hacía falta saber nada más del músico porque ya habíamos descubierto mucho. Creía que sería un error que se nos mostrase su pasado porque ello implicaría revelar su rostro en vida, y este podía ser un un hermoso misterio de la serie como lo es el ojo izquierdo de Sanji. Me equivocaba.
Oda no tiene piedad de sus personajes. Esa pequeña gracia que seria no mostrar nunca el aspecto original de Brook no podía imponerse ante la necesidad de conocer su historia. Porque ahora, no cabe duda, comprendemos el verdadero alcanze del drama de este personaje. Se estable la eterna pregunta de que personaje tiene un pasado más triste. Nami ha sido esclava de los tritones que asesinaron a su madre, Chooper mató por error a su padre, Robin ha sido perseguida toda su vida, los hijos de Franky mataron a su padre... y Brook ha estado sólo. En sus palabras advertiamos su tristeza y su dolor, pero sólo ahora que estamos viendo su historia comprendemos su verdadera tragedia. Resulta sencillamente desgarrador ver al alegre músico que Brook era hace 50 años, a su animada e idealista banda, el cariño que sentían por Laboon y como esta era verdaderamente una más de la banda; y Oda se lo va quitando todo poco a poco. Laboon es obligada a quedarse en Twin Capes, el capitán muere lentamente de enfermedad sin que sus nakamas puedan hacer otra cosa que verle morir. Y aunque aún nos falta por ver como terminan de morir todos, te saca las lágrimas ver a Brook -después de volver a la vida- caminar por la cubierta de su barco descubriendo los cadáveres de sus amigos.
Y durante 50 años Brook no ha podido hacer otra cosa que pasearse por esa tumba flotante de barco, entre los cadáveres de sus amigos, deseando morir pero atado por la promesa a su único nakama vivo. Un nakama que ahora sabe que esta viva.
Y durante todo ese tiempo ha canturreado la canción favorita de la ballena y de su capitán. La canción con la que se presentó ante la banda y que tanto Robin como Luffy conocen... son estos -junto al increíble drama desarrollado en sólo 20 páginas- los que convierten a One Piece en One Piece.

6 comentarios:

Jeparla dijo...

Pues si, se siente pena por Brook. A falta de ver aun todo lo que queda del flash back, sigo pensando que el de Nami es el peor (en sentido de triste) Bueno, parece que se confirma la presencia del esqueleto en el barco. ¿Os imaginais que todo el mundo que le vea se asustase? O_O La de situaciones subrealistas que se le pueden ocurrir a Oda con un esqueleto parlante...

eter dijo...

No sé, el de Nami es terrible, pero es que todos...
Piensa en Chooper, con toda su ilusión, acabó matando a su "padre". Nami al menos puede culpar a Arlong, pero Chooper es el responsable directo de la muerte de Hirulik.

Y Brook, bueno, creo que su pasado está a la altura de los peores, pero es dificil de imaginar. Pero es duro pensar en 50 años de soledad. Recuerda su reacción cuando Luffy y cia lo encontraron y quisieron ser sus amigos, llevaba años sin ver un ser humano. Todos sus compañeros muertos y la sensación de haber fallado al único que quedaba vivo. El pasado de Brook es terrible.

Pero es la grandeza de One Piece. Oda ha diseñado pasados increibles para cada uno de sus personajes, cada uno define a su protagonista y no se parecen en absolutamente nada. Y aún falta por ver el más importante de todos, pues pienso que tendremos flashback de Ace y que este nos mostrará también la infancia de Luffy.

yue_sayuri dijo...

yo creo que el peor pasado es el de chooper... con la seta y la muerte del doctor U_U

en cuanto al flasback de Ace, la verdad es que estaría bien, pq para mi por lo menos ha sido un pcoo increíble que de golpe me presentaran al abuelo de luffy, dijeran quien es su padre...

yue_sayuri dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
eter dijo...

No sé, el pasado de Chooper es terrible, pero al menos tenía a cierta doctora que trataba de ayudarle todo lo que podía. Personajes como Nami, Robin o Brook han estado siempre absolutamente solos, por no hablar de Hiruluk le perdonó en persona y él no parece tan afectado por ello como Zoro por Kuina o Franky por Tom-san.
No sé, todos los pasados son muy duros. No podría elegir uno que fuera el peor.

ps: y seguramente... si no hubieras usado el ejemplo de chooper, habría usado su pasado para revatirte el otro XD

Raistlin dijo...

Si Brook ya se metió a la gente en el bolsillo al principio de todo, ahora al ver si pasado... Buf.

Menudas historias que se marca Oda para los tripulantes. Miedo me da conocer el pasado del siguiente compañero.