martes, agosto 14, 2012

A traves del tiempo, el espacio y la carne... las tinieblas acechan

Ciclo de entradas de Lovecraft (2/4) - Eternal Darkness: sanity´s requiem

Continua mi reseña de obras de inspiración Lovecraftiana con uno de los videojuegos más curiosos y celebrados de aquella consola que fue GameCube. Habló, por supuesto, de uno de los pocos juegos "+18" de la historia de Nintendo y de una de esas obras que flirtea con el terror entendiendo por ello algo más que sustos y tiros. Un juego que incluye Dioses ancestrales y olvidados llamados "Antiguos" que se refugian en gigantescas ciudades subterráneas y que son adorados por sectas difícilmente podrá negar que bebe de los mitos de Cthulhu.
No es, digamoslo ya, un juego de terror, un survival horror. Es más una aventura con tintes de terror psicológico. La dificultad del juego no es demasiado alta y viene dada en la mayoría de las ocasiones más por los puzles que por los enemigos (bastantes simples, escasos y repetitivos... salvo algún que otro jefe final). Hay munición para aburrir, y además pronto podremos disponer de conjuros que repongan nuestra vida y nuestra cordura.
La gracia del juego es que sencillamente su diseño es excelente tanto jugable como narrativamente. Y eso no es muy común en los videojuegos.
Eternal Darkness nos presenta una lucha secreta del bien más insignificante contra el mal más superlativo. Dioses antiguos luchan por volver a la Tierra para esclavizar a sus ciudadanos, apenas son sombras de lo que fueron pero su poder crece día tras día y están secundados por una legión de fieles. Y contra ellos apenas una docena de hombres anónimos y normales a lo largo de 2000 años de historia. La premisa es excelente y el desarrollo hace honor a ella.
El juego se divide en cuatro escenarios: un templo subterráneo de Iraq, un templo perdido en las profundidades de la selva de Camboya, una iglesia de Amiens y una mansión en Rhode Island. La aventura comienza con un general romano en Iraq y termina con una neoyorquina investigando la ciudad subterránea que se extiende bajo su mansión... pasando por una catedral en los tiempos de la inquisión que después se convertirá en un hospital de campaña del Somme, un príncipe Persa, una suerte de arqueólogo a lo Indiana Jones y varios personajes más que van desde todo un bombero americano a un pobre y regordete mercader veneciano. Cada uno con sus movimientos y sus armas, y cada uno de ellos enfrentándose a la locura mientras intenta colocar una pieza del rompecabezas que ayudará a Alexandra, la última protagonista y la narradora principal, a descubrir la verdad sobre la muerte de abuelo y enfrentarse al advenimiento del mal más absoluto durante el cambio de milenio.
Los escenarios y los enemigos son escasos, es cierto y es un problema, pero en líneas generales cada vez que visitamos un escenario este habrá cambiado o se habrá extendido bastante, y también es posible que el personaje que controlemos en el siglo XIX sea radicalmente a aquel con el que visitamos por primera vez ese escenario 1200 años atrás, obligándonos esto también a jugar de una forma un poco distinta (tampoco demasiado, los enemigos son débiles y una vez que conseguimos el libro de hechizos casi podemos ir en plan Rambo con el personaje más débil).
Dejando a un lado la narrativa, verdaderamente magnífica, el otro gran aliciente del juego es la cordura. Conforme vayamos viendo monstruos o cosas extrañas disminuirá el nivel de cordura del personaje (recuperándola mediante conjuros o al rematar a los monstruos). Una vez nuestro personaje este loco quizás comience a perder parte de su vida... la locura conlleva efectos secundarios, pueden ser sutiles y pequeños como el ver las paredes chorrear sangre, bichos recorrerlo todo o la pantalla se incline y cambie el tono del color, pueden ser más graves como el que el control de nuestro personaje se invierta o se le caigan los miembros... y pueden ser locuras cachondisimas como que nos aparezca un pantallazo azul, se baje el volumen de la tele, el juego finga sobreescribir la partida guardada o nos aparezca una pantalla de fin y de continuara en Eternal Darkness 2. La locura es la gran baza jugable del juego, y lo cierto es que le da un toque único y lo hace terriblemente disfrutable.
Tecnicamente es un juego de muchos contrastes. Originalmente era un juego de n64 y eso se nota en muchas texturas, ridículamente planas, y en unos escenarios que podían estar algo más llenos. Los modelos de los protagonistas son muy buenos, pero los monstruos, amparados por la excusa de que son algo amorfos, son muy simples. Naturalmente todos los efectos de locura son un puntazo muy bueno en contraposición a esta cutrez.... y la música y los efectos sonoros son sencillamente de los mejor que he oído en un videojuego. La banda sonora es buena, y el doblaje de los actores es muy bueno (antológico en algunos casos), pero los efectos sonoros y como ayudan estos a crear ambiente y sumergirnos aún más en la locura son algo sencillamente digno de ser ensalzado hasta el infinito.
No es un juego especialmente largo o complicado, diría que la partida media está en torno a 10-15 horas... pero son unas horas que tienta mucho repetir, unas horas bastante variadas y originales. Es un juego bastante distinto a lo habitual, y lo es para bien. Ha pasado una década desde su lanzamiento... pero sigue siendo tan recomendable como lo era el primer día.

La próxima entrada nos mostrara lo que una cultura tan visualmente impactante como la japonesa puede hacer con los mitos como punto de partida.

9 comentarios:

Øvn¥ dijo...

Conociendo a Lovecraft by Eter.

El juego me ha intrigado, quiero echarle una ojeada.
Ahora me pregunto cuantos juegos tienen alguna base lovecraftniana, como el caso de World of Warcraft(del cual soy jugador frecuente) y que se menciona a los dioses antiguos, que por cierto es por eso que conozco algo de Lovecraft pero muy poco.

Ya creo sospechar lo que viene en la parte 3.

Buena entrada eter.

Setzer dijo...

Øvn¥, si quieres más juegos cargados de referencias lovecraftianas prueba el Alone in the Dark original. Fíjate si influyo, que incluso sale su nombre en los créditos xD

eter dijo...

Visualmente -y es raro al ser un escritor- Lovecraft es muy influyente en toda la cultura actual. Tan pronto como veas cosas oscuras, grotescas y gigantescas... por ahí andan el bueno de Howard.

Gentlebellota dijo...

Concuerdo totalmente en el análisis de eter.
No es que me gusten mucho los juegos de esta temática, pero este era distinto. De hecho sigo teniendo el juego, no quiero deshacerme de el.

eter dijo...

Un juego "medio parecido" Shadowman de n64 es de los pocos que he vendido... y siempre me arrepentí de ello (no te dan apenas nada, y luego a los años siempre te apetece un día retomar un juego XD)

Rokuso3 dijo...

Pues siempre me quedé con ganas de jugarlo, pero nunca tuve la Cube. La cuestión es que el medidor de locura siempre me llamó mucho la atención; por ésos detalles como el pantallazo azul.

¿Conoces Saya no Uta? Es una Visual Novel que es puro Lovecraft, es de mis favoritas y es genial. Si puedes, échale un vistazo (Y además ahora hay un parche para jugar en español).

Por cierto, igual el plataformas "Eversion" te llama la atención :D, es gratuito y muy curiosete.

eter dijo...

De hecho Saya no Uta iba a formar parte de la reseña, pero al final entre una cosa y otra lo he dejado para otra ocasión.

Anónimo dijo...

Anda! pues mira que me gusta a mí Lovecraft y no sabía de este juego, aunque del Resident Evil si que sabía (ole yo!) para la GC.

Voy a probarlo si o sí, ya que los juegos de este tipo siempre me han gustado. El último que probé y me encantó fue el "Call of Cthulhu" para PC, muy bueno también.

KeiDash,

eter dijo...

Es justo recordar el REmake de la Cube... juegazo hiperbólico.
Y lo cierto es que me pongo y pienso en el RE 4 y tiene sus cosillas de Lovecraft