jueves, septiembre 26, 2013

La vida no es sueño

Watashi ga Motenai no wa Dou Kangaetemo Omaera ga Warui!

Hay series que son difíciles de reseñar. Y luego esta Watamote.
Watamote se disfraza de comedia, y en algunos momentos se deja llevar por los gags y fuerza un poco las coincidencias y casualidades para llevar a la pobre Tomoko a situaciones surreales, pero... esta serie está muy lejos de ser una comedia, todo lo contrario. En su mayor parte, Watamote es una serie extraña e incómoda de ver. Incómoda porque, exageraciones cómicas al margen, es una serie dramaticamente realista.
En estos años se han puesto de moda las comedietas ligeras sobre otakus o personas antisociales como Boku Tomodachi (ver reseña). La realidad no es así, la vida no es de color de rosa y normalmente nada se arregla apuntándote a un club... y mucho menos allí uno consigue un harem con todos los tópicos fetichistas posibles como si nada. Afortunadamente, de vez en cuando tenemos también enfoques más realistas e interesantes al tema como Yahari (ver reseña). Son animes más interesantes y gratificantes, recordando un poco la tristeza y nostalgia que subyacía bajo las primeras series de Genshiken (ver reseña). 
Ahora tenemos Watamote. Y basicamente convierte en el país de los osos amorosos todo lo anterior. Exagera, cierto, pero su base es terriblemente sólida y realista. En la mente de la protagonista vemos preguntas que todos, en mayor o menor medida, nos hacemos.
Watamote narra el primer año de instituto de Kuroki Tomoko, cuyo sueño es ser popular. Si exceptuamos unas ojeras más que marcadas, Tomoko podría pasar por la clásica joven de cualquier serie de instituto; diría incluso que tiene incluso un estilo cercano al moe. El problema de Tomoko es su interior, absolutamente  roto o enfermo para los estándares habituales de una sociedad moderna. Tomoko es una antisocial brutal, con los peores rasgos que esta enfermedad puede tener para uno mismo. La protagonista querría vivir una vida perfecta de adolescente como las que ve en sus idealizados mundos de ficción, en su lugar encuentra un mundo del que todo le parece sucio, asqueroso y opresivo. En su cabeza, todo la amenaza, todo juega en su contra; malinterpreta las acciones buenas que otros realizan sobre ella y las únicas veces que sale de esta realidad distorsionada y paranoica es para realizar el triste descubrimiento de que los que creía sus enemigos no la odian pues en verdad ni siquiera saben que existe (lo que es bastante más triste). La chica quiere integrarse en ese mundo, pero carece de la valentía para dar el primer paso con todos los que la rodean y que han aprendido practicamente a no verla, a su vez es extremadamente torpe en todos los aspectos de las relaciones sociales con lo cual las pocas veces que logra reunir el valor para intentar algo esto suele tener casi el efecto contrario al que deseaba; dos factores que constituyen un terrible y desesperante circulo vicioso. Tomoko es perezosa, cobarde, algo estúpida, vulgar, orgullosa, inocente, paranoica, hedonista y lujuriosa. Ve defectos en todos aquellos que la rodean, los ve vulgares y despreciables, mientras intenta siempre mentirse a ella misma elevándose por encima de ellos para justificar su aislamiento.
Y la vida es así. No tiene sentido tratar de hablar del ritmo de la serie o de los recursos visuales (algunos muy bien utilizados, dicho sea de paso). Watamote trasciende esas cosas. Es una serie extraña, muy distinta a la mayoría de los animes habituales. Bajo su comedia se esconde un dibujo muy crudo de una realidad social que el mundo normalmente evita ver (siendo los primeros en negarlo los propios afectados). No es una serie bonita o fácil de ver, puede ser terriblemente incómoda y amarga por momentos... pero es una serie distinta a la que creo que todo el mundo debería darle una oportunidad. Gustará más o menos, divertirá o traumatizará... pero no dejará indiferente a nadie.

23 comentarios:

Cronos dijo...

A mí me gustó mucho, sobre todo por la forma cruda en que muestra una problemática que en otros animes es tratada como algo incluso virtuoso o de lo que es muy fácil escapar. Hubo muchos momentos incómodos, como cuando Tomoko va a Kabuki-chou, el famoso distrito rojo donde hay desde club de hostess hasta los famosos Soap Lands que se usan para disfrazar la prostitución, en busca de que alguien la note.

En el sitio donde yo veo anime había muchos comentarios de "¿por qué Tomoko es tan idiota? Es tan fácil hablar con la gente". Me molestaba verlos, porque no se tiene en cuenta que los problemas de incomunicación y la incapacidad que algunos tienen para integrarse a la sociedad muchas veces superan la voluntad y deseos de quienes padecen esto.

Y coincido, esto no es una comedia. Yo creo que, guardando las proporciones, Watamote está algo más emparentada con series como Welcome to the NHK!

Hice una reseña bastante más larga, por si alguien está interesado: http://palabrasdelpoeta.blogspot.mx/2013/09/watamote-no-hay-redencion-para-el-otaku.html

eter dijo...

Uno de los problemas de la sociedad es que las enfermedades o problemas mentales son vistos como algo muy ligero, como "tonterias" que uno puede superar siempre que se ponga en serio... y es lo contrario, cuando piensas de una forma diferente a la del resto es por momentos traumático.

En algunos casos la serie exagera demasiado y Tomoko se busca algunas de las desgracias con actitudes que chocan un poco con una persona que tiene su miedo social... pero en líneas generales me parece que el retrato de su personalidad es muy acertado.

Excelente reseña por cierto, yo, particularmente, me siento incapaz de hablar tan concretamente de esta serie.

Belldandy dijo...

Anda, pues vi un cachito del primer capítulo y es que no pude pasar de ahí. Pensé que iba a ser una especie de Yamato Nadeshiko shiji henge mezclado con Llegando a ti, o algo así. Parece que debería darle otra oportunidad =O

eter dijo...

No he visto Yamato Nadeshiko shiji henge... pero no se me ocurre nada más opuesto a Watamote que Kimi ni todoke XD

Jose dijo...

La serie me gusto, todo es muy acertado, un niño es muy poco difícil que tenga problemas sociales o psicológicos, pero en la adolescencia casi siempre se tiene alguna dificultad, casi siempre superadas, pero en el momento el joven esta muy jodido. Yo tuve problemas excesivos con la ropa, que no fueran de moda y marca costosa no eran bienvenidas para mi, debía tener mucha y de la buena, incluso trabaje muy joven para eso, y ni se para que lo hacia, lo más común es destacar y sorprender, ahora luego de unos años a esos que quería sorprender ni lo he visto más.

El problema de sociabilidad es el más grave porque es el que da más ansiedad, uno siempre ve a los tímidos tranquilos pero su pensamiento no esta nada tranquilo, se debería evitar eso porque apenas uno termina el último año de preparatoria y hay que enfrentarse al Mundo y ellos la van a tener mucho más difícil; un adulto tímido sera demasiado voluble para el resto.

Jhon Kei dijo...

La serie es excelente en lo que trata de mostrar, pero solo la recomendaría paga gente que esté interesada en ver como son los días habituales de una mojyo, que, si vamos al caso, no es nada más que una subclase de otaku. Dentro de los cuales han surgido cada vez más tipos de antisociales (un hikkikomori como el de la novela ligera de Welcome to the NHK! o los NEETs que, practicamente, llegaron a un punto donde su aislamiento es tal que se vuelven incapaces de realizar algo, desde el punto de vista de las masas, tan simple como comunicarse). Mokochi es una de ellas.

Me gusta la serie, me río mucho con ella, pero sé muy bien que, así como Mokochi, hay muchas personas que sufren por su incapacidad de comunicarse en la vida real. No voy a negar el echo de que sea ficción y, por ende, no haya problema en reírnos de su infortunio. Pero la triste realidad marca que individuos como nuestra querida protagonista hay muchos y cada vez son más; y uno, en cierta forma, no puede evitar pensar en ellos y sus problemas para relacionarse con los demás y lo que esto podría generarle.

Si dejamos de lado el hecho de que en la historia continuamente se hace a un lado la comedia para mostrar lo "triste" y "desolada" que puede ser la vida de uno de estos individuos cuando tratan de disfrutar de algo tan simple como ver los fuegos artificiales y no gozan de compañía para ello (lo cual me parece subjetivo, ya que soy uno más de los que ve a esta serie más como un drama que como un comedia), diría que lo único que no me gusto de esta adaptación ha sido que el arte no ha sido tan bizarro como el del manga (Mokochi hasta parece linda). Pero bueno, las "primeras impresiones" también cuentan, no por nada esta serie tiene buena animación y está bien cuidada en muchos aspectos técnicos (dejando de lado algunos fondos...).

Setzer dijo...

A mi al final no me ha gustado demasiado. Intenta ser comedia, pero más que gracia la tía da pena. El problema es que es tan exagerada con sus locuras que tampoco me termina de convencer como drama.

Estaba bien al principio, pero entre lo exagerado que es todo y lo parecidos que son los capítulos al final acaba cansando.

Logan071 dijo...

Me paso algo similar a Setzer, empezo gustandome pero a los poco capitulos empezó a parecerme bastante repetitiva con los gags, aparte de que a la protagonista daban ganas de estrangularla por idiota en lugar de empatizar con ella. Se queda a medio camino en cuanto a comedia y a drama, porque no llega a servir como critica social y funciona mas bien como repudio contra aquellos que tienen este problema porque la serie se ensaña y ridiculiza bastante a la chica, además su actitud no ayuda en nada a que logremos comprenderla.

En cambio ServantxService y Love Lab si que me parecieron comedias decentes, me sacaron alguna que otra carcajada.

Yer dijo...

Lo venden como comedia, pero yo me extrañé al ver un drama subyacente que lograba tocarme la patata. Es una serie, como bien dices, extraña, y me ha gustado, pero...sigo sin saber definirla. Y eso, hoy día, es bueno.

eter dijo...

Jose, es un tema muy, muy complicado, y me gusta que -aunque sea como comedia- una serie lo aborde de una forma relativamente seria. Evidentemente la serie es mainstream, pero no deja de mostrar algunos momentos terriblemente esclarecedores de lo que es esta realidad, mostrándose también bastante bien como la mayoría de los fantasmas están en la cabeza de la protagonista al ser el trato de casi todos los que la rodean bastante normal y ser ella el que lo distorsiona.

Jhon Kei, exagera bastante, y en cierta manera no me gusta que el mundo que la rodea sea tan idealizado porque da a entender que todo es culpa de la protagonista, cuando en estos casos uno de los mayores factores a tener en cuenta es el entorno (supongo que en el manga en algún momento explicaran como paso de ser amistosa cuando era niña a una reprimida brutal... y sin duda será el punto más complicado que tendrá que retratar el autor)
El drama es terrible y creo que no anda demasiado alejado de la realidad, aunque cuando la serie pretende crear algún gag creo que desmerece un poco el global

Setzer, yo en ningún momento la he visto como comedia, pero si es cierto que en algunos momentos peca de repetir un poco sus esquemas. Supongo que es normal, la intensidad de algunos momentos no puede ser constante y el manga tendrá sus arcos fuertes y débiles. Quizás una estructura de OVAs habría funcionado mejor.

Logan071, en algunos puntos lo fuerzan bastante, supongo que no dejara de ser el marco de la serie... pero creo que funciona mucho mejor cuando no intenta ser premeditadamente comedia.
Love Lab a mi me ha parecido bastante irregular, pero muy disfrutable. Servant X Service es de esos animes que desearías que hubiera al menos uno en cada temporada.

Yer_Soul, yo creo que pierde mucho cuando trata de orientarse descaradamente hacia la comedia, hay puntazos buenos... pero otros donde fuerzan demasiado la cosa, dadas las características antisociales e inseguras de Tomoki hay cosas que directamente ni se plantearía hacer.

Raistlin dijo...

Muy de acuerdo con tu reseña, para variar.

Un drama social disfrazado de comedia, incómodo de ver, rozando siempre (cuando no directamente restregando) la vergüenza ajena, y con un trasfondo bastante triste.

A mi me está gustando mucho..., y a la vez cada episodio es un poco sufrimiento. Desde luego es una serie curiosa, cuanto menos.

Jhon Kei dijo...

eter, a veces pienso que ese entorno SUPER amable, simple y amistoso que rodea a Mokocchi casi nos da a entender que, indirectamente, el autor trata de decirles a los que se encuentran en la misma situación que la protagonista "no es tan difícil como creen". Lo único que faltaría fuera que pusiera más a menudo charlas entre los personajes secundarios donde digan que sólo querían ser amable con ella.

No sé si algún día tendremos una explicación concreta de eso. Hoy mismo leí la edición 48 y, más allá de su interés por la cultura otaku, no creo que nos den más explicaciones que esa. Después de todo, han sido cientos los casos de gente que deja de "gustarle algo" para estar "obsesionado con algo", ya sean animes, mangas, video juegos, etc. En caso de no mostrar nada más a futuro (no creo que algo como eso pase realmente), deberíamos ir considerando que Mokocchi es sólo una más de estas personas.

eter dijo...

Raistlin, hay momentos en los que es una serie muy, muy, muy incómoda de ver. Relaja el tono normalmente, y en alguna ocasión exagera, pero en líneas generales creo que es uno de esos animes que son necesarios y que de una forma u otra todo el mundo debería al menos catar.

Jhon Kei, van por ahi los tiros... el entorno es amable, el problema es ella, y eso es mucho más jodido. En todo caso, también creo que, si reflejaran un entorno más realista... la serie era para directamente cortarse las venas, Tomoko sería seguramente marginada y se meterían con ella, y dada su personalidad... veo que acabaría hasta violada. Sería interesante una serie así, aquí tenemos un personaje relativamente realista en un entorno muy idealizado. Una versión bestia de este concepto desde luego no sería una comedia para todos los públicos, pero podría resultar una serie muy interesante a su terrible manera.

Jhon Kei dijo...

eter, había pensado en algo parecido. Existe un mangaka llamado Syuho Sato, quien más que destacarse por originalidad, se destaca por mostrar lo "horrible" que puede ser un universo ficticio cuando se lo lleva a la realidad. Por ejemplo: Black Jack con Say Hello to Black Jack; Bakuman con Bokuman. En la 1era, aprovechándose de la popularidad de la obra de Tezuka, expone al sistema empleado en los hospitales japoneses. En la 2da, muestra lo duro y terrible que puede llegar a ser la vida de un mangaka.

Si algún día veo una noticia de él queriendo hacer un manga con motivo de WataMote, sería como tu lo describes: un seinin con todas las letras.

Una parte de mi realmente no querría leer algo como esto, pero la forma en cómo Sato sensei expone los echos sin pelos en la lengua hacen que otra parte de mi se emocione por la idea.

eter dijo...

Sabía de Say Hello to Black Jack, aunque no de Bokuman... que tiene que ser suave la historia de los mangakas (que de hecho lo peor de Bakuman es lo rápido que llegan a publicar en la Jump).
Sin duda es un tipo de manga muy diferente, no es para nada "para distraerse".

Øvn¥ dijo...

Les falto mencionar su version erotica Koimoku de IM Dal-Young, con un final muy troll pero satisfactorio.

eter dijo...

Me pillas completamente con esa referencia. La serie desde luego parodia -y con descaro- muchas otras obras, pero esa yo la desconozco.

Anónimo dijo...

A raíz de esta reseña he empezado a leer el manga. Voy por el capítulo 25 y me está gustando bastante. Es costumbrista, transmite y entretiene. Lo mejor que tiene es que no es una crítica de la sociedad. Es ella, está mal educada, deprimida, y tiene una manera de pensar que no le conviene.

eter dijo...

El principal problema de la protagonista es ella, eso esta claro, la mayor parte de todo lo que la rodea es de hecho amable. No obstante, esa forma tan brutal de retraerse debe estar ocasionada, motivada o incentivada por algo externo... sería interesante verlo (aunque en el caso del anime, la espera será larga, creo que solo se ha anunciado una OVA para dentro de un año)

Fran dijo...

Si algo me ha parecido tremenda mente injusto en todo este tiempo es ver como mucha gente ha despreciado este anime por parecer les "incomodo", si puede ser difícil de ver, pero la idea es esa misma ser una historia retratando la dura vida de una antisocial donde no existen las vías fáciles, ni nada te cae del cielo ni mucho menos la gente te celebra tu actitud de ser una basura la definiría como slice of life versión negativa excelente contra-respuesta a todas las demás series donde todo es adorable y perfecto donde las chicas/os se la pasan viviendo fantasías idiotas y nada parece cambiar. El único problema que tengo es la falta de más animes como estos.

eter dijo...

A mi me gusta la serie precisamente por eso, no es fácil de ver... y ni mucho menos es una comedia. Sí, se fuerzan algunas cosas, es obvio, porque las propias fobias antisociales suelen ser muy autodefensivas... pero la historia de esta seria es dramática y terrible como pocas.

Anónimo dijo...

Pasaran los años y aún me seguirá pareciendo la mejor serie slice of life de la clase "hacer amigos" incluso mejor que oregairu, pese a que el ultimo tramo la serie se aligera y cambia su formula realmente sientes que Tomoko si se gano a sus amigas con esfuerzo y mucho tiempo, no como esas otras series tan populares como komi-san o bocchi donde la protagonista hace amigos hasta por debajo de las piedras por el mero hecho de ser una "chica linda" cosa que nunca me ha gustado esa vision idealizada de la amistad en series de corte moe y varias otras donde se da por hecho que todas las chicas serán buenas amigas casi al instante de conocerse mientras aqui se siente la satisfacción por el esfuerzo y desarrollo de la prota, realmente toda una joya atípica :)

eter dijo...

Es que esta es... seria, trata de verdad el tema de la ansiedad social y no tiene reparos en mostrarte todos los problemas que de verdad tiene la protagonista, que es buena y todo eso en el fondo, pero sencillamente no sabe vivir socialmente.