miércoles, agosto 10, 2016

Este no es el mejor anime del 2016

Flying Witch

Porque no es un anime, incluso me atrevería a decir -sin conocerlo- que ni siquiera es un manga. Es difícil describir esta serie con palabras. Flying Witch es un estado de ánimo, son 20 minutos de paz semanales emitidos por televisión.
Es la definición de slice of life, un episodio puede ir de seguir a un gato, y no pasa nada, será un viaje absolutamente entretenido, disfrutable y relajante; y en el siguiente episodio podemos estar a lomos de una ballena gigante voladora con las ruinas de una civilización sobre su lomo, y será absolutamente coherente y lógico con el universo de la serie.
La serie narra las vivencias de Makoto, una simpática adolescente en un pueblo al que se traslada para completar su formación de bruja y desempeñar tal función. El enfoque de la brujería es muy terrenal y verde, centrándose principalmente en plantas y ungüentos, pero dejando también la ventana abierta a todo un mundo de fantasía con espíritus y criaturas sobrenaturales. No hay maldad en este mundo, y la mayor amenaza a la que se enfrenta la protagonista es su pésimo sentido de la orientación. Todo se reduce a una sencilla sucesión de episodios costumbristas en los que se nos van presentando los diversos secundarios y luego pequeñas aventuras que no tienen por objetivo otro que el de arrancar una sonrisa y mostrarnos eventos cotidianos como mágicos y sucesos extraordinarios como algo casi normal.
Hay una excelente química entre todos los personajes, con una Chinatsu que roba todos los planos, una Akane que dinamita todas las situaciones o un Kei divertidamente resignado a todo. El ritmo puede ser más discutible, pues por la naturaleza de la serie es obviamente lento y en algunos episodios se nota más que en otros. Y si bien tiene algún gag clásico como el de la mandrágora o el faisán, es una serie que pretende más que esboces una sonrisa sin darte cuenta que sacarte una carcajada.
Técnicamente es una serie muy modesta. Tiene unos escenarios preciosos, pero son fondos estáticos. La animación, si bien no presenta altibajos, tampoco se recrea en ningún momento en reflejos, melenas, ropajes o expresiones faciales. Es una serie que no ha requerido una gran inversión, pero la falta de dinero la suple con elegancia y con una buena planificación, consiguiendo también escenas visualmente muy potentes con una buena planificación y unos recursos muy sencillitos (algo tan sencillo como unos peces pueden ser sin problemas el plano más preciosista de este año en el anime).
Hablamos de un género muy particular, probablemente el menos comercial de todos los existentes dentro del anime, así que no es una serie fácil de recomendar. No es una serie para introducirse al mundillo, no es tampoco un drama con el que uno se de cuenta de que en el anime no todo se reduce a movimiento y potencia visual. Es una serie para un público ya más que habituado a su género, una serie para relajarse, para fascinarse con una pequeña fábula que nos invita a creer que la magia todavía existe y que está en nosotros mismos.
Para ese público, sencillamente es una gozada. Uno de los animes más disfrutables y entrañables que he visto en los últimos años. Un imprescindible absoluto de este año.

7 comentarios:

Kururin dijo...

El primer párrafo sobrepasa la dosis horaria de flowerpower que toleran mi alma, corazón y rodillas. Se ha pasao usté 7 galaxias, 6 planetas, 5 continentes y 4 países. 3 pueblos no son suficientes para el maese. So ingrato.

Pues puede estar bien, dirige el de Tsukihime y ese señor tiene autoría y pedigrí. Sepa que la he visto estos días y pase, la parsimonía narrativa le favorece y oculta muchos fallos, entre ellos tratarme de imbécil al constatar mi ignorancia sobre los pormenores de una maldita novela visual. Soy espectador y tengo mis derechos. Ah, Shiki es retrasado. Necesitaba decirlo.

De los slice of life discrepo. Si nos restringimos a los de noñerías moe y colegialas (o todo a la vez) no hay mucho tirón más allá del nicho, pero en su versión generalista yo diría lo contrario. Sazae-san, Shin-chan, Rantaro, Mackaroo, Cosas de locos, Kochikame, la mayoría de Rumiko...incluso Gintama y Space Brothers tienen no pocos brochazos. Difícil sí, minoritario no.



Belldandy dijo...

Magnífica reseña. A veces te envidio por lo bien que te sabes expresar <3 No puedo aportar mucho más porque coincido con tu opinión: curiosa combinación del slice of life más tranquilo con la magia. Quizás lo que para mí le hizo perder un poco es cuando pasa de la parte fantástica para tocar temas campestres que tienen su cosa aunque no es lo mismo.

Unknown dijo...

No sé si es porque os entendeis entre vosotros, pero pocas veces he leído un comentario tan confuso como el anterior de Kururin.

Yo me voy a descargar la serie porque con tu reseña me has despertado unas ganas locas de bajármela entera y ver dos o tres capítulos a la semana, con una actitud así como de jijis

eter dijo...

Kururin, me duele tener que admitir que no sabía que era del director de Tsukihime, un hombre cuyo trabajo en esta me encantó y que más o menos seguí durante algún tiempo (Asatte no Houko me encantó también). Le veo sentido, este hombre controla mucho los silencios y el tempo narrativo pausado.
Los slice los sigo viendo dificil de reocmendar, sobre todo cuando no tiran por la comedia como algunos que comentas y se dedican más a mantener una actitud contemplativa. Esta serie es un magnífico ejemplo, la veo muy complicada de recomendar.

Belldandy, a mi la parte terrenal con Nao me encantaba... dice mucho de una serie que encuentre cautivador un episodio sobre la poda de flores o el como hacer hamburguesas sin orgasmos a lo Shokugeki de por medio.... ahora bien, es cierto que cuando ves cosas como la ballena, el café con sus fantasmita o los peces de tierra... eso es directamente magia sacada del libro de estilo de Ghibli XD

Delete Data, ya me contarás que tal te parece, yo a esta serie es que le veía casi valor medicinal, tranquilizaba y relajaba mucho XD

leopar dijo...

Yo he seguido el manga desde que salió, y cuando anunciaron que iban a sacer una serie de anime, no pude menos que pensar "¡Pero si en el manga nunca pasa nada, ¿cómo van a animar eso?!".

Pues bien, la serie resultó una magnífica adaptación del manga (a excepción de un par de detalles que se sacaron de la chistera, pero que encajan perfectamente en la trama y enriquecen visualmente el anime). Esta serie yo la comparo con obras clásicas como Aria o Yokohama Kaidashi Kiku; siguen el mismo espíritu de series pausadas, en las que aparentemente no pasa nada, pero que no puedes dejar de seguir (sobre todo en manga, porque el anime de YKK no está a la altura, mientras que en el de Aria sí hicieron un buen trabajo, aunque sigo prefiriendo la versión manga).

Es de esas series que siempre te dejan con una sonrisa en la boca, y eso es de agradecer en estos tiempos.

Yo tampoco sabía que era del mismo director que Tsukihime y Asatte no Houko; pero sin duda que nuevamente demuestra su maestría al realizar obras de una calidad superior.

Felicidades por la reseña.

Lechu dijo...

Me dolía mucho que hubieras escrito reseña para Kumamiko y no para Flying Witch XD

Poco tengo que añadir a tu reseña, la serie tuvo un mérito enorme consiguiendo que esperara cada episodio con ansiedad a sabiendas de que no iba a pasar nada. Es de esas series que uno ve/lee para recuperarse de un mal día. 20 minutos de terapia antiestrés, en definitiva.

Por cierto, no creo que en el año haya dos episodios mejores que los de la cafetería, son perfectos.

eter dijo...

leoparYokohama Kaidashi Kiku la tengo pendiente, es de esas series con una puntuación tan alta en los rankings que da miedo... porque estos slice creo que hay que verlos sin espectativas... si no te pasa como con Amanchu, que uno no puede decir objetivamente que este mal... pero bordea el aburrimiento en muchos de sus episodios peligrosamente.
El directo es, sorprendentemente, poco conocido. Dejando a un lado la coña de "no hay anime de Tsukihime", es claramente un hombre que tiene un estilo muy distinto al de la mayoría de los animes de hoy en día, con tonos muy pausados y un claro lenguaje cinematografico. Merecería algo más de reconocimiento.

Lechu, el cuerpo me pedía ser "troll" con Kumamiko (también con Mayoiga me lo pide, dicho sea de paso, pero esta reseña no caera hasta finales de mes).
Los de la cafetería son muy buenos, pero yo me quedaría con los últimos (ballena y festival); esperaba que la serie entrase en un clásico bajón tras presentación de personajes por no tener mucho más que contar... pero sobrevive muy bien y logra meter a todos los secundarios en los siguientes episodios.