martes, agosto 02, 2016

Las podridas raíces de España

El árbol de la ciencia

No es este el tipo de libros que, a priori, suelo leer, pero lo cierto es que decidí darle una oportunidad no sé muy bien por qué y me encantó. La novela es pura generación del 98, con una crítica brutal, descarnada y tristemente acertada a todo lo que era la España de finales del XIX... una España que como más o menos dije en mi reseña de la Regenta (ver reseña) se parece mucho a la España actual.
La crítica de Baroja va más hacia la soberbia y la hipocresía españolas, esas que nos hacen creernos el centro del mundo cuando no importamos a nadie, esas que nos hacen pensar que lo sabemos todo cuando no sabemos nada, esas que nos hacen despreciar el conocimiento y estancarnos en la más absurda ignorancia. Baroja, hombre de ciencia, veía todo eso; y narrando la novela la Guerra del 98, el autor expande el desdén por la ciencia a la propia apatía e inmovilismo de la sociedad española, con todos sus vicios viciados.
Es una novela amarga, pues básicamente el autor nos cuenta en primera persona un desamor, una decepción, con su propio país y sus gentes. Es una novela cargada de pesimismo. Pero es también una novela cargada de realismo y de verdad, y creo que todos los españoles seríamos algo mejores que si nos obligaran a leer más libros como este que nos obligan a mirarnos al espejo y ver el reflejo de nuestra sociedad.
Pensaba que sería una lectura más pesada, pero es una lectura amena y fácil de leer, y la escritura de Baroja deja claro su mensaje y lo ejemplifica bien con las situaciones del libro (ayuda si la edición contiene notas a pie de página con explicaciones, pues la erudición del autor es notable y hace referencias a muchos otros libros, así como a personas célebres de aquellos años). Son unas 300 páginas que leen muy bien (con la excepción de la cuarta parte del libro, una treintena de páginas en las que el protagonista y su tío dialogan y donde el autor da rienda suerte a sus aspiraciones más filosóficas).
Es un libro mucho más accesible y entretenido de lo que los sesudos académicos españoles nos han hecho creer que es, así que no tengo problema en recomendar esta lectura a cualquier lector.

2 comentarios:

Lechu dijo...


[...] "y creo que todos los españoles seríamos algo mejores que si nos obligaran a leer más libros como este que nos obligan a mirarnos al espejo y ver el reflejo de nuestra sociedad".

De hecho, eter, este libro es lectura obligatoria en el instituto, o al menos lo era cuando cursé el bachillerato.

No me acuerdo prácticamente de nada del libro aparte de que el protagonista era médico como el autor (clara referencia autobiográfica, entre otras) y que tan pronto encuentra el amor (o algo parecido) para perderlo casi de inmediato, pero el recuerdo que tengo de la lectura es excelente, me hizo pensar bastante y vi muchísimas cosas de la España de ahora en la de hace un siglo.

Reconozco que la parte filosófica me la salté por densa y porque no entraba en el examen XD

eter dijo...

En mis tiempos no. Me tocó "La colmena", que me gustó bastante... y "la casa de Bernarda Alba" que también habla mucho de la España más rancia.
Eran buenas lecturas, pero poco más me tocó leerme en el instituto más allá de estos (y fueron en el último año). Recuerdo haber tenido que leer el Romancero gitano y el principio del Quijote... atentados contra las ganas de leer de cualquier adolescente normal.

La parte filosófica esta bien, pero cuando te la encuentras choca con lo que ha sido el estilo del libro hasta ese momento y te deja atontado de primeras XD