lunes, marzo 06, 2017

No tan buenos y no tan malos

Águilas y cuervos

En los últimos meses había visto por ahí algunas buenas críticas de esta novela que misteriosamente se pluralizó en su traducción al castellano, y me entraron ganas de leerla. Y mis impresiones finales no pueden evitar ser un poco decepcionantes, esta bien, pero tiene algunos puntos que no me gustan demasiado.

La novela narra un periodo de veinte años relativo a la invasión de la Gran Bretaña por parte de los romanos, y ahí tenemos a un puñado de clanes celtas con sus ideologías luchando por intentar sobrevivir a quizás el imperio más poderoso que ha visto el mundo. Y mirando en la wikipedia uno ve que los nombres son reales, que las batallas están puestas en sus fechas y que, en general, el libro parece ser una recreación -con todas sus libertades narrativas- bastante fideligna de la historia oficial de aquellos días. Tenemos a un buen número de personajes, tanto celtas como romanos, y cada uno de ellos más o menos tiene sus ideas sobre lo que es la libertad y lo que es la civilización, y luego tenemos algunas cositas de druidas y albores del cristianismo para darle un toque sugerente a la cosa.

Sin embargo, es una novela actual, y eso no me gusta. No es como cuando ves Braveheart y luego escuchas la historia verdadera de William Wallace, aquí la neozelándesa Gedge no miente... pero digamos que no se explaya en lo que no le interesa. Así, nuestros buenos y heroicos celtas, que son pintados como los buenos de la historia, se llenan la boca hablando de libertad porque todos los hombres son iguales... pero algunos son más iguales que otros, como diría Orwell. Los protagonistas son los protagonistas, pero no me parece que podamos empatizar bien con ellos como víctimas si antes de que llegasen los romanos se dedicaban a guerrear entre ellos y al pillaje. Entiendo el mensaje de la autora, pero me parece muy tramposo poner como adalides de la libertad y la naturaleza a los brutales líderes de clanes que no dudaban en matar a sus enemigos o en esclavizarlos, así como no me gusta como sataniza a algunos personajes por plegarse a Roma pero a otros se lo perdona no sé muy bien porqué, y naturalmente en los romanos también tenemos ejemplos de estas pequeñas incongruencias necesarias para el guión. Eso me parece muy tramposo, tenemos unos personajes con unos ideales demasiado "actuales", y me parece que desentonan en el contexto histórico en ocasiones. Y es una lástima porque en ocasiones muestra un tono más oscuro y demencial, y me parece que es entonces cuando más brilla, cuando es más disfrutable y menos tramposa.
La novela en general esta bien, y siendo casi un millar de páginas se lee rápido y bien, y no es un mero best-seller de novela histórica como es ahora tan común ver (supongo que el boom del género fue "Los pilares de la Tierra" y esta novela es anterior), pero no puedo recomendarla especialmente a nadie. 

2 comentarios:

Anonimatus dijo...

Lo de omitir cosas para poner a los clanes como buenos, heroicos y sin tachas mientras que a los invasores y a sus colaboradores como malvados e irredentos tampoco es tan raro si tenemos en cuenta el vicio que tienen los anglosajones de glorificar su historia. Los españoles mostramos las luces y sombras de la nuestra, con cierta tendencia a centrarse en las sombras.

eter dijo...

Yo hay como buen español me quedo con la autocrítica destructiva XD.

La autora es neozelandesa... aunque bueno... eso la une mucho a los ingleses. Yo entiendo que los personajes se vean ellos como buenos y esas cosas, pero me parecen demasiado idealizados en algunos puntos habida cuenta de lo que seguramente serían en la realidad.