viernes, octubre 19, 2018

La vida -poco saludable- es así...

Hataraku Saibou

"Cells at work!" es una serie necesaria. Uno de esos animes que se salen tanto de lo normal que pueden ser una rareza o una gloriosa anomalía dentro de lo repetitivas que son algunas temáticas anime. Esta serie nos coloca en un gigantesco cuerpo humano, donde las células tienen forma antropomórfica y donde trabajan sin descanso... por decirlo de alguna forma es como si nos imaginásemos todo nuestro cuerpo como una gigantesca máquina que funciona en base a personitas. Es un concepto tan sencillo como infantil, pero esta más que demostrado que funciona (ver reseña).
Así, de la mano de una glóbulo rojo con poco sentido de la orientación y un protector glóbulo blanco, la serie nos lleva a diversas partes del cuerpo para ver como este se enfrenta a distintos tipos de infecciones con virus, bacterias y gérmenes como principales enemigos, pero también con alguna que otra situación aún más peligrosa. Y contando con plaquetas "moe" y recurriendo a tropocientos tópicos más del mundillo para hacer la serie accesible y visualmente llamativa, lo más curioso es que la serie es terriblemente realista en el sentido de que -bajo su particular interpretación- todo lo que muestra es bastante fiel a la realidad y la acción no duda en pausarse durante segundos para que una voz nos explique que es lo que está sucediendo. Es un anime educativo con todas las de la ley.
El problema es que es relativamente aburrido. La serie tiene momentos muy potentes (en especial el par de arcos que se extienden más allá de algún episodio), pero se hace terriblemente repetitiva. La serie tiende a centrarse demasiado en el glóbulo blanco y su lucha pro proteger el cuerpo con un salvajismo que es muy divertido la primera vez pero que pronto acaba cansando, y verdaderamente poca diferencia hay entre la lucha contra un germen o contra un virus. La serie funciona mucho mejor cuando abandona el género casi bélico en el que constantemente vive, o cuando no se limita a presentarnos a algún tipo de célula mediante una estructura muy clónica; desgraciadamente pocas veces la serie renuncia a la acción en la creencia y siempre se ve obligada a meter algún tipo de amenaza que en verdad pocas veces se siente como tal y que normalmente repite siempre el mismo esquema narrativo. Es una pena, porque si la serie no se centrase tanto en las amenazas "con cara" y nos presentase más episodios como el de la alergia o -mejor aún- episodios puramente educativos sobre alguna función corporal, creo que funcionaría bastante bien.
A nivel técnico David production cumple, aunque quizás en alguna ocasión se note demasiado el ordenador para llenar los conductos sanguíneos de células. Los diseños, tanto de personajes como de escenarios, son muy bonitos e ingeniosos, aunque esto -así como toda el ingente trabajo de documentación- es mérito de la mangaka Akane Shizuku.
Una serie curiosa por su premisa, pero que desgraciadamente peca demasiado de repetir una y otra vez la misma fórmula, y además hacerlo de la mano de una pareja protagonista que tampoco tiene especialmente carisma al vivir ambos únicamente para realizar su trabajo.

2 comentarios:

Jhon Kei dijo...

Voy a aprovechar para aclarar un punto en cuestión de mi comentario en OPDM con respecto a esta serie:
Básicamente Hataraku Saibou, Asobi Asobase y Grand Blue, comedias de la pasada temporada, tienen más diferencias que similitudes. Pero todas tienen, a mi parecer el mismo problema: tienen fórmulas que funcionan y en ningún momento salen de las mismas por que lo que algo que al inicio era novedoso y muy disfrutable al final casi llegan a ser más agotadoras de ver (aunque definitivamente ninguna llegaría al nivel de "Sakamoto desu ga?", que resulta cansina con solo 12 episodios de 25 minutos...¿por qué no aprovecharon para hacer una de 10 minutos? Esas dosis de 2 historias se hacen agotadoras sobretodo si ambas tienen el mismo punchline).

Y de estas, al menos para mí, la que mejor esquiva este inconveniente sería Asobi Asobase principalmente por esos pequeños momentos puntuales donde el autor del manga decide no contenerse en lo más mínimo con las rarezas que se le ocurren (la escena donde sale el cameo de Detective Conan del 1er episodio, la historia del origen de los poderes de Maeda san, etc).

Ahora ya para retornar a la serie de la reseña en cuestión, debo decir que me encanto en sus inicios y al final está bien.

Tiene una premisa inicial muy potente, pero muy mal llevada. E igual cuando tu tienes un manga de publicación mensual esto pasa más desapercibido, pero con una serie con episodios semanales si los episodios 1, 2, 3, 4, se resumen en un "Hay una amenaza que debe ser eliminada" y si los episodios 6 y 9 se resumen en un "Vamos a contar el pasado de este personaje que te cae bien" este problema se hace más que evidente.

Tiene episodios como el 5 con la alergia, el 7 y 8 con el cáncer, el 10 con las macrofagas/monocitos, el 11 con el golpe de calor y el 12 y 13 con el choque hipovolémico (siendo este y el cáncer las únicas amenazas "reales" en toda la serie) logra darle algo de variedad a su fórmula, pero sencillamente no lo suficiente.

Es una serie japonesa con un humor muy "para toda la famila" apoyándose mucho en el chiste de que nuestra protagonista exagerare las situaciones que lo toquen vivir o el chiste de la brutalidad y el miedo que caracterizan los métodos de lidiar con las amenazas del Glóbulo Blanco, pero con una química muy disfrutable entre los personajes.

En cuanto a los personajes, es como mencionas. Todos son unidimensionales en el sentido de que "están hechos para cumplir con su función" y más allá de eso el hecho de que no sean representados con clichés del mundillo los hace más accesibles pero tampoco ayuda a darles algo más de profundidad (y los episodios del pasado de los mismos resta más de lo que suma).

Al final me quedo completamente abierto a ver alguna que otra OVA que decidan (si es que lo hacen) sacar a futuro, pero, a pesar de que me lo pase bien (sobretodo viendo lo imaginativa que podía ser la mangaka para representar diversas anomalías muy comunes en el cuerpo humano), no estoy deseoso con una 2da temporada (al menos no si seguimos con tal cantidad de episodios bastante reiterativos) pero la premisa inicial me encanta y en dosis pequeña DEBERÍA funcionar mucho mejor que con este serie semanal.

NOTA: Existe un manga Spin-Off llamado "Hataraku Saibou Black" que tiene lugar en el cuerpo humano de una persona que sencillamente no lleva una vida muy sana. No he leído el manga, pero, en caso de que haya un nuevo proyecto, preferiría que les dieran una oportunidad a adaptar esta obra lo cual le daría más aire a la franquicia que volver a ver a los personajes originales que ya vimos hasta el cansancio.

eter dijo...

Con Asobi si que estaría de acuerdo en que son muy similares por ser las dos series de una estructura muy repetitiva y episódica, pero con Grand Blue si que veo una comedia con un hilo argumental claro (otra cosa es que sea más o menos importante y que su comedia, como casi todas, se base en un tipo de humor relativamente repetitivo). Y en la comparación con Asobi me parece que gana esta, no ya solo porque tenga más recursos, si no también porque su estructura de episodios basados en segmentos de 4-5 min le ayuda mucho; un segmento puede ser flojo... pero se acaba pronto. En Hataraku cuando pillas un episodio malo, o sencillamente uno de esos con una estructura que ya has visto -y como has enumerado, son muchos- sabes que van a ser 20 minutos normalitos en el mejor de los casos.
Hataraku peca de ser demasiado repetitiva a unos niveles extraño. Quitando a los dos protagonistas, siempre repite los mismos secundarios, y a mi por ejemplo el globulo blanco "negro" no me hizo nunca gracia. Gastaba un episodio en presentarlos y luego estaban siempre por ahí, y cuando gastaba un episodio para contar la historia de estos era aún más ridículo porque estas solían ser excepcionalmente flojas (por mucho que tuvieran cierta base biológica detrás). Habría estado mejor que hubiera tenido más variedad, la serie donde brilla de verdad es en la representación visual de comportamientos del cuerpo humano... pero la mayor parte del tiempo parecía que estabamos siempre en un barrio residencial y poco más. Me habría encantado ver a los nervicos como corredores como comenté en el podcast, o a los músculos trabajando como si fueran remeros de galeras o cosas así... había margen para hacer algo más que a la jodida globulo rojo acosada por gérmenes para que la salvara el globulo blanco.
Tampoco estoy seguro de que vería una segunda temporada... pero una serie basada en un cuerpo mal cuidado, con colesterol obstruyendo las arterias o pulmones destrozados por el tabaco podría ser más curiosa... y también más educativa, ya que estamos.