Este es un juego pequeño que no disfrutara de un gran éxito, pero que esta llamado a convertirse en uno de los títulos de culto de esta consola. En el juego no hay violencia, ni vehículos, ni orcos, como él mismo anuncia al principio; se trata de un juego basado puramente en la habilidad y que aprovecha al máximo las posibilidades de la pantalla táctil de la consola.
El juego consiste en guiar burbujas que contienen espíritus a traves de un laberinto. Con la lapiz indicamos en que dirección soplamos a la burbuja y, así, hemos de recorrer el camino que nos separa de nuestro objetivo, salvaguardando a los espíritus de los peligros que le acechan y explorando hasta el último milímetro del escenario para encontrar unas calabazas que nos abriran el acceso a las siguientes fases. Además de soplar, también podemos inflar y desinflar nuestra burbuja, así como dividirla en varias o unir estos pedazos. La versatilidad que ofrece el juego es, si tenemos en cuenta la aparentemente reducida premisa, espectacular. Cada "mundo" que visitamos incluye elementos que lo diferencian claramente del resto (ya sea la inclusión de gases ligeros o pesados, agua, viento, enemigos o nieve).
La jugabilidad es exquisita y el juego es accesible -y enormemente disfrutable- desde el primer momento y en ningún momento el jugador se encuentra perdido. La dificultad del juego esta muy bien ponderada y si bien acabar cada pantalla es relativamente sencillo, cada vez nos cuesta más conseguir las calabazas, pero el juego esta muy bien diseñado y cada una de estas calabazas es un reto para nuestra inteligencia que nos insta a perserverar en la exploración del escenario hasta encontrar el camino que lleva a ella.
El juego consiste en guiar burbujas que contienen espíritus a traves de un laberinto. Con la lapiz indicamos en que dirección soplamos a la burbuja y, así, hemos de recorrer el camino que nos separa de nuestro objetivo, salvaguardando a los espíritus de los peligros que le acechan y explorando hasta el último milímetro del escenario para encontrar unas calabazas que nos abriran el acceso a las siguientes fases. Además de soplar, también podemos inflar y desinflar nuestra burbuja, así como dividirla en varias o unir estos pedazos. La versatilidad que ofrece el juego es, si tenemos en cuenta la aparentemente reducida premisa, espectacular. Cada "mundo" que visitamos incluye elementos que lo diferencian claramente del resto (ya sea la inclusión de gases ligeros o pesados, agua, viento, enemigos o nieve).
La jugabilidad es exquisita y el juego es accesible -y enormemente disfrutable- desde el primer momento y en ningún momento el jugador se encuentra perdido. La dificultad del juego esta muy bien ponderada y si bien acabar cada pantalla es relativamente sencillo, cada vez nos cuesta más conseguir las calabazas, pero el juego esta muy bien diseñado y cada una de estas calabazas es un reto para nuestra inteligencia que nos insta a perserverar en la exploración del escenario hasta encontrar el camino que lleva a ella.
El juego tiene un diseño precioso y parecemos estar jugando sobre un lienzo. Además, la física de las burbujas y sus deformaciones son sencillamente impresionantes. Visualmente, es una pequeña maravilla a pesar de la simpleza de su mecánica.
En resumen se trata de otra pequeña maravilla de la consola portátil de Nintendo. Un juego original (tengo entendido que se parece al Locoroco de PSP, pero como no conozco este juego no puedo juzgarlo), relajante en su desarrollo y adictivo y sugerente en su mecánica. Perfecto para ocupar esos pequeños ratos muertos que no sabemos como gastar.
En resumen se trata de otra pequeña maravilla de la consola portátil de Nintendo. Un juego original (tengo entendido que se parece al Locoroco de PSP, pero como no conozco este juego no puedo juzgarlo), relajante en su desarrollo y adictivo y sugerente en su mecánica. Perfecto para ocupar esos pequeños ratos muertos que no sabemos como gastar.
3 comentarios:
Hombre, al final te decidiste a jugarlo. Este juego me gustó mucho y me tuvo enganchado durante varios días.
Lo que más me impresionó es lo diferentes que son los mundos. Te pasas las cinco pantallas que tiene cada mundo, pensando que ya has visto todo lo que hay que ver del juego y te encuentrás que cambia totalmente la jugabilidad. Donde en un nivel tenías que mover lentamente una burbuja de gas explosivo, en el siguiente tienes que ir a toda velocidad tras un bloque de hielo, moverte a traves de un laberinto mecanizado, esquivar enemigos, etc.
La única pega es que se puede hacer algo corto. El juego no llega a 10 horas de vida, nisiquiera intentando conseguir todas las calabazas, pero hasta el último segundo lo disfrutas al máximo.
Con juegos como estos se demuestra que estamos ante la portatil por excelencia. Originalidad en estado puro.
Te agrego a mi blog, ok?
Un saludo
setzer, je, te tengo que dar las gracias por recomendarmelo con tanto entusiasmo.
Y sí, es esa variedad lo que hace grande al juego y como dentro de cada mundo estan perfectamente estructurados los 5 niveles desde la introducción de las características de ese nivel hasta las últimas pantallas que son las verdaderamente complicadas. Había mundos que me gustaban más que otros, pero lo que es indudable es que cada uno te obligaba a jugar de una manera distinta. Se nota que el juego esta muy cuidado y pensado.
Sí, es bastante corto, pero bueno... al menos no tiene tiempos muertos y te obliga a pensar siempre.
kururin, sí, es por juegos como este por los que quiero una portátil. Me recuesto tranquilamente en mi cama y me echo una partidita de 20 minutos.
pd: Thanks, te agrego yo también, que tienes un blogcillo muy interesante.
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