"Kenichi, el discípulo más fuerte" es, desde su concepción hasta su realización, un producto sumamente vulgar. Pero tiene una gran virtud y esa es que no engaña en ningún momento. Y al menos para mi eso vale su peso en oro, desde el principio uno sabe que esta viendo un anime "menor", la serie nunca lo camufla y su máxima aspiración es entretener al espectador. Y lo hace.
Son 50 episodios que abarcan los primeros 17 tomos de un manga que temo que nunca podré leer. La historia es simple, un muchacho débil que siempre sufre los abusos de unos desproporcionados -en número- matones decide comenzar a practicar artes marciales. Entra en un dojo monstruoso dondo sufre un terrible entrenamiento a cargo de maestros de varias disciplinas, todos ellos extraordinariamente fuertes pero igualmente despiadados y "particulares". Tenemos una evidente rama cómica. Después Kenichi ira enfréntandose poco a poco a los diversos matones que apareceran ante él, todos crecientes en fuerzas y todos con pequeñas historias que iremos conociendo poco a poco. Tenemos drama. Y por supuesto esta la chica de la historia, que es otra discípula del dojo y que es tan monstruosamente fuerte como el resto de los maestros. Tenemos romance. La historia es asi de simple. No hay nada más.
Se trata de una historia simple, con un tratamiento de las artes marciales relativamente "leal" (al menos no se esta inventando cada dos por tres "puños del dragón" ni nada así, lo hace en momentos determinados... pero no dejan de ser golpes normales y durante los entrenamientos de Kenichi parece que de verdad le enseñan algo). La trama principal resulta forzada desde el primer episodio ya que resulta ridículo pensar en la exagerada organización de los matones de una ciudad (matones que constituyen auténticos ejércitos, por cierto), es un aspecto en el que se pide bastante la complicidad del lector. No obstante, la serie, como todos los shonnen con los que uno se encariña, engancha por los personajes. Por el carisma de los secundarios, por las historias de los "villanos", por la estupidez bonachona del protagonista y el ver como consigue hacer que redima a muchos de sus enemigos.
Kenichi, como he dicho desde el principio, es una serie mediocre. Pero es mediocre en relación a las series actuales, donde parece que todos los personajes tengan que tener infinitos traumas infantiles y donde los ritmos narrativos son lentos y las sagas tardan eternidades en desarrollarse. El problema radica en que el espíritu de esta serie no es de las actuales. Kenichi es una serie simple y sin más pretensiones que la de entretener en el momento. El autor sabe que es un mangaka, sabe que no esta escribiendo un libro y no pretende hacerlo. Sabe que esta escribiendo un manga y como tal, pretende siempre que la saga actual sea lo mejor que pueda aún a costa de futuros problemas de coherencia, aunque en el caso de esta serie nos encontramos con una marcada historia principal y una trama consistente y continuada que si son propios de los manga actuales (aunque como he dicho, la historia no deja de ser una excusa para combates, humor y algo de romance). Esto nos da un manga relativamente sólido, pero dotado de un ritmo bastante elevado y de una intensidad siempre creciente.
Kenichi es una serie actual (comenzó a publicarse en el 2002), pero tiene en su interior el corazón de un shonnen ochentero.
Ains, acabo de llegar del curro, reventada, así que sólo he podido leer por encima el artículo (no tengo la neurona para mucho uso, la verdad), así que sólo diré que creo que está bien que no continuasen la serie y parasen en el tomo 17, porque el shonen comenzaba a adolecer de lo que adolecen todos: cuanto más poderoso es el enemigo, más fantasiosos son los ataques, de modo que la serie me gusta tal cual, porque a nivel de luchas era normalita.
ResponderEliminarMe harté de reír con esa serie y yo, como soy inculta en temas otaku, valoro eso muchísimo, así que jamás tildaría Kenichi de cutre XD
Ya volveré para leer y comentar con más tranquilidad.
Sí, es cierto que -sin ir más lejos- el último combate ya se pasa con las flipadillas y la monstruosa progresión de Kenichi.
ResponderEliminarPero me malinterpretas cuando digo que Kenichi es cutre. Es simple y sencilla, y puede parecer cutre en ese aspecto porque la moda en estos días es que en cualquier manga todos los personajes tengan 20 traumas infantiles. Y en Kenichi, gracias a dios, eso casi no pasa.
Pero pensaba que esta serie había sido facilmente ignorada por todo Cristo, y ya veo que no es así (al menos he encontrado a alguién aquí, y te puedo asegurar que creía que este sería uno de mis post más ignorados). Me alegra que la gente pueda disfrutar de las cosas sencillas de la vida como 5 monstruosos maestros de artes marciales.
ps: ¡Hi, Apachai daio!
apapapapapa !!!!
ResponderEliminarA mi me encantó la serie!!! y escribí post al terminar de verla (o lo soñé?)
La echo de menos... sobrevivo con los mp3 de los openings.
voy a echarle un vistazo a tu reseña. Me sonaba haber leído alguna, pero no recordaba donde.
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