El dia que Raki regresó

Claymore - Capítulo 80 - Tras siete años

Capítulo de Claymore relativamente insustancial. Evidentemente es un capítulo muy importante para la serie, pues supone el regreso de Raki, que podríamos considerar casi coprotagonista de la obra. No obstante, el enfoque tan obvio a mostrarlo en la última imagen convierte el resto de las 30 páginas en una sucesión de imágenes de él matando yomas para demostrar que ha crecido y unas pocas páginas de Clare y cía destinadas a poco más que a completar la treintena de páginas. Es un capítulo evidentemente crucial, pero la importancia de sus últimas páginas hacen que las veinte primeras sean casi insustanciales.
La primera parte del capítulo es relativamente reiterativa en lo referente a la guerra entre naciones más allá de los mares que Miria ya nos presentó. Sabemos ahora que tampoco allí se controla a los revelados y cobra ahora mucho más sentido el "proyecto Alicia". Miria también nos revela que tiene un agente dentro de la organización, una buena excusa para convertir en aliado al antiguo "mentor" de Clare (parece destinado a ese rol o a uno similar). Las escenas posteriores con las Claymore bebiendo con los soldados son particularmente hermosas, marginadas durante toda su vida es bonito verlas "como unas humanas más" (mención especial para ese tandem Hellen-Deneve y su hermosa amistad). Clarice, Miata y Galatea parecen convertidas ya en aliadas; las primeras aún tienen que definir bien ese rol y la tercera parece destinada a tareas de soporte pero espero que Yagi le proporcione el carismático regreso que su personaje merece.
Después llegamos a la más importante revelación del capítulo y el objetivo de los siguientes capítulos: Raki. El joven sige vivo y parece estar recorriendo el camino que una vez hizo con Clare en sentido contrario para buscarla. Ahora se encuentra en su pueblo natal en compañía de una "niña" que parece sentir a los Yomas. La presencia de esta niña, su huída de Isley y Priscilla y el grado de su fuerza son todas las incognitas -de seguro relacionadas- que se nos presentan ahora. Que Isley y Priscilla le dejaran marchar se antoja imposible pero no complicado, pero su huída contra la voluntad de estos es algo igualmente complicado. La identidad de la niña y sus poderes son un misterio, podría ser Priscilla, podría ser una hija de esta con Isley o podría ser una niña cualquiera con poderes que ha recogido durante su peregrinaje como Clare hizo con él. Esta niña se presenta como un personaje capital en el sentido más tradicional de la palabra. Aún así, la mayor incógnita es hasta que grado habrá evolucionado la fuerza de Raki tras su encuentro con Isley. Que Raki regresaría convertido en alguién capaz de matar Yomas era casi obvio, es algo que se encuentra dentro de los límites humanos que ha dibujado la serie y que era inevitable si el autor quería sacarlo de su rol casí inútil de la primera parte. No obstante, los enemigos ya no son yomas de bajo nivel, son revelados de inmenso poder, y contra eso ni siquiera pueden Claymores de un sólo dígito sin apurar su límite. Sería ilógico pensar que, siendo un humano normal, Raki pudiera enfrentarse a una Ofelia, y eso supondría que el problema que teníamos en la siguiente temporada lo continuaríamos sufriendo. Pero pensar en un Raki convertido en Claymore masculino es quizás más arriesgado todavía.
En estos últimos capítulos, con la revelación de Miria y la reaparición de Raki, es obvio que entramos en un nuevo hilo argumental de la serie de Yagi. Con todas estas interrogantes abiertas, la serie se encuentra en un momento envidiable.