El último juego que Nintendo ha publicado para su Wii es, sin duda, uno de los más raros que la compañía ha lanzado en estos años. Pero es Nintendo una compañía que, al margen de Mario y Zelda, siempre innova y trata de inventar juegos que se alejen de sus franquicias más conocidas a fin de captar nuevos jugadores. "Disaster" es un juego extraño por su temática adulta y su estética claramente hollywoodense, pero es toda una joya a descubrir.
El apartado gráfico de los juegos de Wii es, evidentemente, muy pobre en comparación con los de sus rivales. Así mismo Nintendo ha sido copiada hasta la saciedad por sus competidoras. Todo esto motivó que a principios de esta generación de consolas la compañía de Kyoto decidiera no mostrar sus productos hasta que casi estuvieran acabados. Ello hace que los pantallazos con graficos inferiores no circulen por internet durante años y que se juzge más a sus juegos por su jugabilidad que por sus imágenes, y así mismo ni Sony ni Microsoft pudieran copiar el Wiimando, elemento que le ha hecho "ganar" esta particular guerra. Todo ello, no obstante, juega en contra de juegos como este pues son relativamente desconocidos de cara al público al no contar con un nombre mítico en su carátula. El juego es en este aspecto lo que en cine se considera un "sleeper", una película que aparece de la nada y consigue un gran éxito. "Disaster" no va a conseguir unas ventas incréibles, pero es un juego formidable con el que nadie contaba que ha aparecido de repente.
La otra vocación del título es la de "Blockbuster", pues es un videojuego terriblemente peliculero. Como aquel primer "Resident Evil" o incluso como el "Metal Gear Solid" del 99, este juego bebe descaradamente del cine americano, en este caso del cine de catástrofes. Lo hace con simpatía y humor, parodiando el género y adoptando sin disimulo todos sus clichés y tópicos. Podríamos considerar que la historia es una mezcla entre el catastrofismo de "El día del mañana" y los clásicos marines renegados de "La roca", y a todos ellos debe enfrentarse Raymond Bryce, el Bruce Willis de esta historia. Así pues un tsunami sucederá a un terremoto, después nos dirigiremos a un volcán y finalizaremos el día de perros de nuestro héroe con un huracán, y todo ello mientras nos enfrentamos a hordas y hordas de terroristas cuyo armamento incluye tanques, helicópteros y cosas peores. Y mientras nuestro resignado héroe hace todo esto se redimirá de su triste pasado salvando a todos los necesitados que encuentre. Ray es un personaje terriblemente bien definido y moral para lo que suele ser habitual en este tipo de videojuegos o incluso cine. El tratamiento de las catástrofes del que este título hace gala es sorprendentemente adulto y resulta triste y desolador ver como ciudades son arrasadas o como un hermoso bosque se convierte en un melancólico paisaje repleto de ceniza.
Pero lo realmente grande de este juego es que este ritmo frenético que nos transporta de tiroteos a inundaciones, de incendios a bosques de cenizas, de persecuciones a batallas imposibles, hace gala de un uso increiblemente acertado del mando de la Wii. Superando incluso al gran Zack and Wiki, este juego usa el mando de la consola como volante, como picaporte de puertas, como pistola, como llave, como alicates, como cuerda, como brazo para agarrar a alguién o darle un masaje cardiaco e incluso como piernas en frenéticos sprint. Y todos estos usos estan perfectamente integrados en el juego y resultan terriblemente naturales y lógicos, aumentando la inmersión del juego y encajando a la perfección con lo que uno espera de esta consola. "Disaster" no es sólo un gran juego a nivel emotivo y narrativo (aspectos que nunca he valorado demasiado en un juego) si no que es una auténtica maravilla jugable. El juego presenta una terrible variedad de juegos que logra unir con una expectacular solvencia, pasando de juego de disparos a juego de conducción mientras exploramos paisajes. Evidentemente hay puntos débiles y hay fases más o menos inspiradas, pero la sensación final que este juego inspira es completamente satisfactoria por la variedad de su desarrollo y la facilidad con la que pasamos de enfrertarnos de un problema a una situación completamente distinta.
El punto flojo del juego llega en sus gráficos. Excelentes en el modelado de sus personajes y en la representación de algunas de las tragecias, se muestra terriblemente obsoleto en otros aspectos como las texturas y el modelado de algunos escenarios y objetos. Resulta algo chocante ver lo bien que se ha representado la gigantesca ola del tsunami y como por contraste el agua del mar es penosa. No obstante es un detalle menor y a mi, particularmente, me importa poco ante el ritmo frenético y variado del juego. Los fallos gráficos contrastan con el grandioso apartado sonoro del juego que, efectos de sonido al margen, presenta unas voces sobervias (y particularmente creo que es mejor que se hayan quedado en inglés, pues aumenta el estilo películero y dudo que los actores de doblaje español hubieran hecho un trabajo tan monumental como el hecho por los americanos) y un score que parece sacado de una película de Bruckheimer con unas fanfarrías militares y épicas sobervias.
El juego tiene una duración discutible. Unas 10 o 12 horas para una primera partida a las que hay que añadir las muertes y los posibles atranques pues el sistema de guardado sólo nos permite salvar de pantalla a pantalla y hay algunas de estas que pueden llegar a durar facilmente tres cuartos de hora y que no resultan demasiado sencillas. El problema aquí radica en que es un juego terriblemente adictivo, no obstante al menos a mí su variedad de situaciones me ha dado incentivos de sobra para volver a jugarlo (además de los clásicos alicientes en forma de secretos que estos juegos tienen y de los que este en particular va sobrado).
En resumen se trata de uno de los más originales, variados y adictivos juegos del catálogo de Wii. Un juego que es una película de serie B absolutamente interactiva y que hace gala de un aprovechamiento sobresaliente de las posibilidades de la consola. Un título absolutamente recomendable que no hace sino dejarnos esperando que las ventas le acompañen y que alguna vez veamos "Disaster: day of the armaggedon", pues esta claro que las catástrofes de este mundo se le quedan pequeñas a ese carismático y altruista héroe que Monolith Soft ha creado.
El apartado gráfico de los juegos de Wii es, evidentemente, muy pobre en comparación con los de sus rivales. Así mismo Nintendo ha sido copiada hasta la saciedad por sus competidoras. Todo esto motivó que a principios de esta generación de consolas la compañía de Kyoto decidiera no mostrar sus productos hasta que casi estuvieran acabados. Ello hace que los pantallazos con graficos inferiores no circulen por internet durante años y que se juzge más a sus juegos por su jugabilidad que por sus imágenes, y así mismo ni Sony ni Microsoft pudieran copiar el Wiimando, elemento que le ha hecho "ganar" esta particular guerra. Todo ello, no obstante, juega en contra de juegos como este pues son relativamente desconocidos de cara al público al no contar con un nombre mítico en su carátula. El juego es en este aspecto lo que en cine se considera un "sleeper", una película que aparece de la nada y consigue un gran éxito. "Disaster" no va a conseguir unas ventas incréibles, pero es un juego formidable con el que nadie contaba que ha aparecido de repente.
La otra vocación del título es la de "Blockbuster", pues es un videojuego terriblemente peliculero. Como aquel primer "Resident Evil" o incluso como el "Metal Gear Solid" del 99, este juego bebe descaradamente del cine americano, en este caso del cine de catástrofes. Lo hace con simpatía y humor, parodiando el género y adoptando sin disimulo todos sus clichés y tópicos. Podríamos considerar que la historia es una mezcla entre el catastrofismo de "El día del mañana" y los clásicos marines renegados de "La roca", y a todos ellos debe enfrentarse Raymond Bryce, el Bruce Willis de esta historia. Así pues un tsunami sucederá a un terremoto, después nos dirigiremos a un volcán y finalizaremos el día de perros de nuestro héroe con un huracán, y todo ello mientras nos enfrentamos a hordas y hordas de terroristas cuyo armamento incluye tanques, helicópteros y cosas peores. Y mientras nuestro resignado héroe hace todo esto se redimirá de su triste pasado salvando a todos los necesitados que encuentre. Ray es un personaje terriblemente bien definido y moral para lo que suele ser habitual en este tipo de videojuegos o incluso cine. El tratamiento de las catástrofes del que este título hace gala es sorprendentemente adulto y resulta triste y desolador ver como ciudades son arrasadas o como un hermoso bosque se convierte en un melancólico paisaje repleto de ceniza.
Pero lo realmente grande de este juego es que este ritmo frenético que nos transporta de tiroteos a inundaciones, de incendios a bosques de cenizas, de persecuciones a batallas imposibles, hace gala de un uso increiblemente acertado del mando de la Wii. Superando incluso al gran Zack and Wiki, este juego usa el mando de la consola como volante, como picaporte de puertas, como pistola, como llave, como alicates, como cuerda, como brazo para agarrar a alguién o darle un masaje cardiaco e incluso como piernas en frenéticos sprint. Y todos estos usos estan perfectamente integrados en el juego y resultan terriblemente naturales y lógicos, aumentando la inmersión del juego y encajando a la perfección con lo que uno espera de esta consola. "Disaster" no es sólo un gran juego a nivel emotivo y narrativo (aspectos que nunca he valorado demasiado en un juego) si no que es una auténtica maravilla jugable. El juego presenta una terrible variedad de juegos que logra unir con una expectacular solvencia, pasando de juego de disparos a juego de conducción mientras exploramos paisajes. Evidentemente hay puntos débiles y hay fases más o menos inspiradas, pero la sensación final que este juego inspira es completamente satisfactoria por la variedad de su desarrollo y la facilidad con la que pasamos de enfrertarnos de un problema a una situación completamente distinta.
El punto flojo del juego llega en sus gráficos. Excelentes en el modelado de sus personajes y en la representación de algunas de las tragecias, se muestra terriblemente obsoleto en otros aspectos como las texturas y el modelado de algunos escenarios y objetos. Resulta algo chocante ver lo bien que se ha representado la gigantesca ola del tsunami y como por contraste el agua del mar es penosa. No obstante es un detalle menor y a mi, particularmente, me importa poco ante el ritmo frenético y variado del juego. Los fallos gráficos contrastan con el grandioso apartado sonoro del juego que, efectos de sonido al margen, presenta unas voces sobervias (y particularmente creo que es mejor que se hayan quedado en inglés, pues aumenta el estilo películero y dudo que los actores de doblaje español hubieran hecho un trabajo tan monumental como el hecho por los americanos) y un score que parece sacado de una película de Bruckheimer con unas fanfarrías militares y épicas sobervias.
El juego tiene una duración discutible. Unas 10 o 12 horas para una primera partida a las que hay que añadir las muertes y los posibles atranques pues el sistema de guardado sólo nos permite salvar de pantalla a pantalla y hay algunas de estas que pueden llegar a durar facilmente tres cuartos de hora y que no resultan demasiado sencillas. El problema aquí radica en que es un juego terriblemente adictivo, no obstante al menos a mí su variedad de situaciones me ha dado incentivos de sobra para volver a jugarlo (además de los clásicos alicientes en forma de secretos que estos juegos tienen y de los que este en particular va sobrado).
En resumen se trata de uno de los más originales, variados y adictivos juegos del catálogo de Wii. Un juego que es una película de serie B absolutamente interactiva y que hace gala de un aprovechamiento sobresaliente de las posibilidades de la consola. Un título absolutamente recomendable que no hace sino dejarnos esperando que las ventas le acompañen y que alguna vez veamos "Disaster: day of the armaggedon", pues esta claro que las catástrofes de este mundo se le quedan pequeñas a ese carismático y altruista héroe que Monolith Soft ha creado.
Tiene pinta de ser muy original. No poseo la Wii, pero sí un colega, a ver si le convenzo para que le eche un ojo.
ResponderEliminarY bueno, ya lo sabrás, pero Nintendo adquirió a Monolith como Second Party el año pasado, con lo que sólo desarrollan juegos para la gran N. Éste y Soma Bringer son los primeros juegos salidos desde dicha adquisición. Los Xenosaga eran geniales, a ver qué tal el SB.
Un saludo eter, y perdona que haya desvariado un poco el tema.
Nada hombre, yo también he desvariado un poco con todo aquello de que Nintendo apenas muestra nada de sus títulos hasta que están en las tiendas.
ResponderEliminarLa adquisión de Monolith es muy buena y ya se ha dicho que estan trabajando en un juego de rol (el rol puro y duro es algo en lo que Nintendo nunca ha destacado). Quizás lo único malo de esa compra es que es la única que han realizado, parece claro que las compañías externas estan pasando de Nintendo y que es la propia compañía de Miyamoto la que tiene que hacerse todos sus juegos (no creo que estén muy en contra, la verdad, estan ganando un dineral increible)
Este juego tiene una pinta que no veas y tras leer lo que pones, creo que cumple mis espectativas.
ResponderEliminarSaludos!!
A mi me parece de lo más recomendable que hay en la Wii ahora mismo.
ResponderEliminarUn juego bastante fresco, adictivo como él sólo y muy inmersivo. Toda una sorpresa.
A este juego le tengo echado el ojo desde hace tiempo aunque se me están acumulando juegos a pillar xD Tengo que pillar todavía el Brawl, el Zack & Wiki y el No more heroes y encima el Wario lo probé el otro día y me gustó xD No tengo remedio xD
ResponderEliminarDel Disaster leí una reseña hace poco y coincide bastante con lo que dices. Tiene un gran ritmo pero que tiene una duración corta. Aunque si invita a rejugarlo entonces no hay problema. Tengo ganas de probar un juego así en Wii, a ver que tal.
Particularmente creo que la duración no es un problema. Es un juego terriblemente intenso en el aspecto de que igual estas corriendo contra un tsunami para salvar un perro (momento memorable), que apagando un fuego, saltando en paracaidas, conduciendo esquivando rocas o enfrentándote con tu recortada a un helicóptero... Tantísimas cosas y tan rápidas que da ganas de volver a jugar una y otra vez.
ResponderEliminarpd: Galería de juegazos que has mentado. Brawl es un imprescindible nintendero junto a Galaxy, Zelda y MK (quizás añadir Metroid), pero los otros dos son de lo mejor y más divertido del catálogo, aunque quizás puedan ser algo cortos y yo antes te recomendaría el Fire Emblem y Okami si no has podido disfrutarlo en PS2. Ya a nivel de "rarezas", Boom Blox es muy bueno, y "Deblob" tiene una pinta monstruosa.
Este juego lo esperaba como agua de mayo, y aunque me ha decepcionado un poquito (me esperaba mejores graficos y no tanto shooter) el aspecto totalmente cinematografico y la multitud de situaciones en la que te encuentras envicia que da gusto. Llegue a la fase 13 en 2 dias, pero ahora me he aperreado y lo he dejado hasta que tenga tiempo para pasarmelo tranquilo, al igual que el wario land
ResponderEliminarPrecisamente tras esas fases vienen unas cuantas calmadas y bastante distintas al resto del juego. Extrañamente habría que decir que son las más oscuras y catastrofistas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que hay demasiados tiroteos, aunque es sorprendente como logran encuadrarlos todos y como incluso introducen elementos muy originales en algunos (lo veras es Baskerville). Pero la increible variedad de acciones y situaciones es lo que hace grande y adictivo como él solo a este juego.
Hoy tenia un rato, y al final me lo he pasado.
ResponderEliminarNo me ha gustado mucho las fases finales, sentia que hacia lo mismo uno y otra vez. El final, pset, me lo imaginaba tal cual, como una americanada cualquiera XD. Al final me ha durado 8 horas y no creo que lo rejuegue.
Lo mejor las fases de Iris y de la primera ciudad
A mi en las fases finales se me hacen un poco pesados tantos tiroteos, pero tienen momentos sublimes como la persecución con el huracan o el tiroteo en la iglesia (que cuando te cubres te ahogas). Y el final... bueno, mecha al margen, es la patriotada tipo Bruckheimer que todos esperabamos. Me gusta que este juego no se toma en serio, si ya hiciera tres o cuatro secuelas y al final se creyera su propia historia cual Resident Evil o Metal Gear perdería para mi gran parte de su encanto.
ResponderEliminarLas fases de Iris sin muy buenas, la del coche o todo el triste caminar con ella y las cenizas son muy preciosas. Aunque para mi gusto las mejores, y más espectaculares, son las que estan ambientadas en el tsunami y sus consecuencias.
Veo que no tienes para nada mal gusto a la hora de fijarte en los juegos de Wii :)
ResponderEliminarSin duda le vas a sacar todo el partido posible a la consola!! jeje
Uno tiene ya demasiadas tablas en esto de los videojuegos como para no saber muy bien en lo que se gasta el dinero.
ResponderEliminarMe compre la Wii seducido por la idea de juegos "diferentes" de la DS, y para nada me esta decepcionando. Gran consola y grandes juegos.