Moe. Esa palabra absurda que en terminos otakus vendría a ser el equivalente a bonita, atractiva o sensual. Pero el moe no se puede definir, se tiene que vivir. Esa es la absurda premisa de esta serie, absolutamente estúpida y surrealista, y precisamente por ello terriblemente divertida.
La serie es una soberana chorrada que, partiendo de la premisa de una academia de magos, parodia brutalmente todos los tópicos del anime de estos últimos años. Wasshoi es una continua avalancha de fanservice, pero este es tan descarado, inocente y carente de perversión que no queda otra opción que rendirse ante él, vaciar el cerebro y disfrutar con la simple y llana exageración de estupideces que esta serie alcanza. Así, es una serie que nos presenta personajes obsesionados con el "nekomimi mode", competiciones de trajes escolares, brujas que coleccionan figuras, todo tipo de cosplays e incluso un surreal "mecha-neko-meido". Pero la serie no se limita a parodiar conceptos, si no que lo hace con series en sí y vemos incluso como algunos personajes acumulan "su cosmos" para enfrentarse a un mecha.
Tecnicamente la serie luce bastante bien. Sus diseños son bastante convencionales pero la animación presenta numerosos juegos visuales y se vale de todos los recursos asentados en la animación japonesa para intensificar la comedia. El trabajo de los seiyuus es excelente y todos parecen disfrutar con unos papeles que les obligan a sobreactuar constantemente y parodiar los papeles que otras veces han tenido que sufrir de mala manera.
No obstante, es una serie dificil de recomendar. Es tan rematamente absurda y estúpida que puede provocar el efecto contrario al que creo que intenta transmitir, una de esas series que seguramente se ame o se odie. Pero, al menos en mi caso, todo ese analgama de tópicos y clichés sobre los otakus y su obsesión por el moe, me ha encantado.
La serie es una soberana chorrada que, partiendo de la premisa de una academia de magos, parodia brutalmente todos los tópicos del anime de estos últimos años. Wasshoi es una continua avalancha de fanservice, pero este es tan descarado, inocente y carente de perversión que no queda otra opción que rendirse ante él, vaciar el cerebro y disfrutar con la simple y llana exageración de estupideces que esta serie alcanza. Así, es una serie que nos presenta personajes obsesionados con el "nekomimi mode", competiciones de trajes escolares, brujas que coleccionan figuras, todo tipo de cosplays e incluso un surreal "mecha-neko-meido". Pero la serie no se limita a parodiar conceptos, si no que lo hace con series en sí y vemos incluso como algunos personajes acumulan "su cosmos" para enfrentarse a un mecha.
Tecnicamente la serie luce bastante bien. Sus diseños son bastante convencionales pero la animación presenta numerosos juegos visuales y se vale de todos los recursos asentados en la animación japonesa para intensificar la comedia. El trabajo de los seiyuus es excelente y todos parecen disfrutar con unos papeles que les obligan a sobreactuar constantemente y parodiar los papeles que otras veces han tenido que sufrir de mala manera.
No obstante, es una serie dificil de recomendar. Es tan rematamente absurda y estúpida que puede provocar el efecto contrario al que creo que intenta transmitir, una de esas series que seguramente se ame o se odie. Pero, al menos en mi caso, todo ese analgama de tópicos y clichés sobre los otakus y su obsesión por el moe, me ha encantado.
Leí críticas tan malas de esta serie que ni me planteé empezar a mirarla.
ResponderEliminarLa serie es... mala, eso es indudable. Pero no creo que su objetivo sea el contrario, es tan absolutamente absurda y paródica que no hay que tomársela en serio ni por un instante.
ResponderEliminarA mi está no me ha gustado, se le podría haber sacado mucho más partido...
ResponderEliminar¿En que sentido?
ResponderEliminarMe gusta cuando se pone algo seria al final, pero es que es una serie disparatada sobre otakus enloquecidos, esa es su esencia.