sábado, febrero 28, 2009

Al final, decepción

El príncipe de nada - Volumen 3 - El pensamiento de las mil caras

He terminado por fin esta trilogía de Scott Bakker y mi sensación final es la de decepción. El libro, la trilogía en sí, es increiblemente bueno. Una guerra santa perfectamente recreada, unos personajes bien definidos y unas ideas muy bien expuestas. Es una guerra de personajes, de manipulación, de "intelecto". Pero sus personajes en mi opinión se obsesionan demasiado con los asuntos más terrenales y echo en falta algo de trascendencia, puede que sean demasiado humanos y ha habido un par de escenas que me han parecido casi ridículas.
Pero el principal problema que le he encontrado a esta saga es que apenas hay elementos de fantástica. La amenaza del Consulto está ahí, presente sobre todo, pero jamás se cristaliza y ello hace que el final de la trilogía sea poco climático pues echamos en falta algo más. Presenciamos una Guerra Santa y el augue de Khellus Anasurimbor, pero el advenimiento del NoDios, de los Nohombres, de los sranc... todo ello no aparece. Todo ello queda pospuesto para una nueva saga -dos libros anunciados- que narrara el Segundo Apocalipsis que asolará los Tres Mares y del cual esta trilogía parece casi un prólogo una precuela destinada a presentar mundo y personajes. Es un libro amargo, más de antihéroes que de héroes, donde todos estan arrastrados por pasiones bajas y cegados ante la realidad del mundo y donde el protagonista se confirma más como villano que otra cosa.
El libro mantiene las virtudes de sus predecesores, pero también sus defectos, y estos incluso se acentúan pues la historia decepciona en su resolución -precipitada y atropellada-, y se sigue haciendo demasiado hincapie en la Guerra Santa (conflicto que a estas alturas de la historia es muy secundario).
La valoración general que hago de la saga es la de que me ha decepcionado. Es una saga con unos personajes que por su profunda definición y humanidad, no son simpáticos; y es también una saga donde los elementos fantásticos estan muy relegados en favor de otro. Pero estos elementos son tambien su virtud, pues es una saga distinta y terriblemente sólida e interesante. Una saga donde la espectacularidad está más en sus personajes y sus ideales que en sus acciones.

viernes, febrero 27, 2009

Una voz que siempre ha de ser escuchada

Place Vendome - Streets of fire

Como en su día comenté con motivo del lanzamiento de "Past in different ways", Michael Kiske puede ser muy discutido como personaje, pero es indudable que su voz está a otro nivel. Cualquier disco es digno de ser escuchado sólo porque este aleman ponga su prodigiosa voz en sus pistas.
Place Vendome es un proyecto ideado en parte para su lucimiento, Kiske se limita a poner voz a las canciones compuestas por un amalgama de compositores provinientes de grupos como Pink Cream 69. Su música es un buen rock melódico, un sonido tremendamente accesible y ligero que es coronado por la voz de Kiske.
Este disco me parece mejor que su -gran- predecesor. Creo que es un disco más cohesionado que el original, dentro de la sensación de "retales" que siempre da un proyecto de este tipo, en esta ocasión el estilo músical es más continuado. Se trata de un hard-rock preciosista donde se integran a la perfección tanto algunos buenos riffs de guitarra como largos silencios al servicio de la voz de Kiske. Hay bastantes baladas y temas de medio tiempo, pero salvo un par de ellos ("Valerie" es el ejemplo más claro) todos ellos conservan bastantes elementos rockeros y ello -unido a su incuestionable calidad- hace que se integren a la perfección con otros temas más rápidos y alegres que podrían pertenecer perfectamente a un album de metal como son "Streets of fire", "Dancer" o "Believer".
Es un buen disco. 12 temas todos ellos de una calidad notable con algunos temas sobresalientes. Es un disco que se escucha agradablemente y que gana con cada escucha. Ligero y preciosista. Pero, como su predecesor, es un disco carente de alma. La sesnación de estar escuchando 12 canciones y no un disco esta siempre presente. Es un buen disco, eso es indudable, y la voz de Kiske es motivo suficiente para comprarlo pues el cantante aleman parece encontrarse en este disco en un estado de gracia aún mayor de lo normal. Pero sigo sin encontrarle a este "grupo" una verdadera esencia.

domingo, febrero 22, 2009

Comienza el festival

One Piece 533 - El infierno llameante

Tras una decena de episodios de presentación de escenario y personajes (y creación de la liga de la fuga), comienza verdaderamente la saga de Impel Down. No es un comienzo definitivo, sería muy raro que el enfrentamiento contra el que se presupone como gran guardían de la carcel fuera el primero de todos (lo normal suele ser que el de Luffy sea de los últimos en comenzar y sea mucho más largo) y la presencia de Sadi-chan y esos tres engendros "made in Oda" que son las bestias guardianas protegiendo la entrada al nivel 5 hace pensar que Luffy y cía conseguiran dar esquinazo al alcailde de alguna forma y acabaran llegando ante la rubia masoquista. Naturalmente existe la posibilidad de que Luffy y cía sean derrotados, pues la cuenta atrás hacia la ejecución de Ace sigue su inexorable avance; lo bueno de esta serie es que siempre es impredecible.
Magellan al margen, el episodio, como siempre, tiene toneladas de información. En el primer par de hojas Oda ya nos reubica temporalmente en la serie (todo lo sucedido hasta ahora ha ocurrido en poco más de tres horas), nos muestra que a pesar de que Impel Down ha sido sellado Boa ha huído y nos informa sobre dos viejos amigos: Kaidoh y Shanks. Ver a Boa abandonar Impel Down me alegra y me entristece a la vez, me entristece porque parece que la shichibukai no será la guinda que corone el pastel de esta saga, pero me alegra porque parece que Boa se librará de cualquier posible imputación por este incidente y podremos volver a verla en el futuro. Y luego además confirmamos definitivamente a Shanks como aliado de Barbablanca e introducimos incluso a Kaidoh como enésimo factor a sumar al pandemonium que se avecina, y si Kaidoh se atreve a enfrentarse a Barbablanca... eso dice mucho sobre los Emperadores.
El capítulo después nos presenta lo que parece será el escenario principal de esta saga: el cuarto nivel de Impel Down. Nos encontramos en el infierno en el sentido más tradicional de la palabra. Un infierno repleto de fuego y llamas en el que ni siquiera falta un gigantesco lago de sangre. Este es el reino de Magellan -esa criatura que a cada capítulo parece más imponente y digna-, de Sadi y ese compendio de peligrosos animales -si sólo el minotauro obligó a Luffy a recurrir a su segunda marcha, tres de ellos unidos son una amenaza más que considerable-, y del guardia egipció cuyas habilidades no conocemos.
Y aquí están ya Luffy y compañía. Mr.1 ya ha aparecido y todavía no se muy bien como piensa Oda integrarlo en un grupo donde cada miembro parece más idiota que el anterior. El grupo ha bajado ya al fin hasta el cuarto nivel pero a la vista de los enemigos aquí presentes ya parece que el descenso hasta Ace y compañía no será tan fácil. Es dificil imaginar como será el nivel 5 pues lo único que se ha mostrado de él hasta la fecha son unas pocas jaulas (y siempre existe la posibilidad de este sea el nivel 6 y en el cinco "unicamente" encontremos al ídolo de Bon-Clay y a los novas). No obstante, no tengo prisas por ver ese nivel, esta saga tiene una frescura increible y ahora se acercan las luchas. Bon-Clay basa su fuerza en sus okama-kempo y es presumible que cuando encuentre unos buenos "zapatos de combate" podrá ser considerado como un personaje poderos. Luffy obviamente es una bestia parda, pero el hecho de que aparentemente Magellan es intocable seguramente lo oblige a desarrollar su Haki. Pero las estrellas de estos combates serán sin duda Mr.3 y Buggy, dos personajes que están muy lejos del resto en lo que a fuerza se refiere y que obligaran a Oda a valerse de su ingenio para dotarles de enfrentamientos más que dignos.

sábado, febrero 21, 2009

Cuando Bronson conoció a Bourne

Venganza

Todos recordamos aquellas películas de justicieros de los 70 donde Charles Bronson se enfrentaba al mundo; esta película es heredera de ellas. Pero, al contrario que las cintas de Bronson, o de aquellas insulsas películas que lanzaron al estrellato a Steven Seagal y a otros artistas marciales convertidos en actores, aquí nos encontramos con un enfoque relativamente realista. Influenciada por películas como las de la saga de Bourne, aquí vemos a un protagonista que es un agente secreto y que como tal se vale de la más alta tecnología y acaba con todos los villanos con un par de rápidos movimientos que -sin tapujo alguno- tienen intención de matar. Acción rápida y tajante, y por ello espectacular.
La trama de la película es simple. Unos mafiosos secuestran a una turista americana cuando llega a Paris para venderla, el problema es que esta chica en cuestión es hija de un agente secreto retirado, y este no duda un instante en ir a la ciudad de las luces y recuperar a su hija a la par que administra justicia en forma de venganza. Aquí nos encontramos a un Liam Neeson sorprendente, sorprendente porque es un buen actor y logra -en parte- transmitir el drama del padre que oye como secuestran a su hija, y sorprendente porque el actor se convierte en un héroe de acción perfecto. El espectador siente simpatía con el personaje de Neeson porque los malos son muy malos y su negocio muy sórdido, y porque a todos en cierta manera pensamos que este tipo de gente merece el peor de los fines. Y ahí esta Neeson para dar puñetazos y patas, disparar a todo lo que se mueva, torturar a quien haga falta y, sobre todo, no perdonar a absolutamente nadie.
La película no engaña. No es una obra maestra. No es pretenciosa, no pretende otra cosa que ofrecernos hora y media de acción directa y simple. Y funciona, funciona perfectamente. Buenas escenas de acción, un desarrollo implacable y una hora y media de duración; todo ello conforma una mezcla que se agradece de sobremanera.

miércoles, febrero 18, 2009

Grandeza y miseria

Slumdog Millonaire

Esta no es la mejor película del año, para mi gusto ese honor se lo reparten esas dos maravillas llamadas The Dark Knight y Wall-e, pero es mucho más tradicional que ellas y seguramente también mucho más accesible y premiable. Es una película de contrastes, un ejercicio brillante de cinematografía que nos retrata lo más crudo de la sociedad india pero que lo dulcifica con un tono de cuento de hadas digno del mismísimo Capra.
Es una película que, creo, se puede dividir en dos partes. La primera sería aquella en la que la vida del protagonista está interpretada por dos actores que lo representan en su niñez y juventud, mientras la otra sería la vivida en el momento actual. Esa primera parte es asombrosamente genial, la segunda... Justificar a ambos ladosmucho más tradicional y normal.
Así, mientras Javal es interrogado por un inspector que no cree que haya sido capaz de acertar las preguntas del popular "50x15", reviviremos poco a poco algunos de momentos de su vida, momentos en los que vemos como entre las miserias de la sociedad india y los sucesos que marcaron su vida, Jamal recuerda pequeñas imágenes que después contendran la clave de las preguntas. Es aquí cuando la película se muestra más transgresora, cuando no duda en mostrarnos lo más turbio y sucio de los barrios bajos de la india, la decadencia de nuestro mundo en el que muchos hombres y mujeres nacen en un vertedero del que nunca consiguen salir.
La segunda parte de la película ya se centra más en el romance del protagonista y la cristalización del cuento de hadas que se intuye en la primera parte. Aquí la película pierde bastante fuerza, pero ante el infierno de vida que nos ha retratado antes, el espectador no puede hacer otra cosa que ponerse de parte de Jamal y esperar que gane el concurso, se quede con la chica y consiga por fin la felicidad que tanto merece y que el mundo le ha negado hasta ese momento. Jamal tiene que ganar porque el mundo no puede ser tan perro.
Tecnicamente, la película es prodigiosa. El guión es una gozada, los actores están bien y la música es correcta, pero donde la película destaca en en su montaje. El presente y el pasado de Jamal se dan la mano perfectamente, integrándose los flashback con la historia actual con una naturalidad y solvencia espectaculares. El ritmo de la película es magnífico y tanto la historia contemporanea como la de los flashback crecen continuamente en intensidad y dramatismo hasta que finalmente se dan la mano. El trabajo de fotografía y dirección artística es también magnífico y nos transporta hasta el interior de esos barrios pobres en los que se desarrolla la historia. Aquí, lo único a criticar sería un cierto abuso de la cámara al hombro o algunos efectos visuales que desentonan en algunos momentos.
No obstante, todo esto son pequeños defectos que no empañan un resultado final brillante. "Slumdog millonarie" es una fábula hermosa, un cuento de hadas que nos quiere hacer creer que incluso en el mayor verdedero del mundo puede crecer una flor.

martes, febrero 17, 2009

Fantasía histórica

Príncipe de Nada - Volumen 2. El profeta guerrero.

Las virtudes de este libro no pueden negarse. Es un libro extraordinario, con un enfoque terriblemente realista de lo que es un guerra, con unos personajes terriblemente sólidos y con un ritmo y una calidad narrativa excelentes. Pero no me ha convencido. Khellus, personaje que no terminaba de gustarme en el primer libro -y protagonista absoluto de la serie- ha asumido el rol de líder y lo controla todo. La escalada metódica de Khellus es realista y es estremecedor el poder que el hombre consigue mediante sus capacidades de observación y su habilidad sobrehumana para manipular las mentes de sus congéneres; pero todo ello deshumaniza al protagonista y le convierte en momentos puntuales en villano, un villano ante el que personajes como Cnaiur y sobre todo Achamian se erigen como unos auténticos héroes condenados a seguirle al tiempo que se enfrentan a él.
El libro se adentra en una Guerra Santa y aquí el trabajo de Scott Bakker es poco menos que magnífico. Todas las vicisitudes de la guerra se hayan reflejadas una manera u otra, desde la crudeza de las batallas hasta el infierno del viaje a través de un desierto. Y por encima de todo brillan las manipulaciones y las luchas de poder entre las diversas facciones de los ejércitos, y en estas luchas se impone el gran intelecto de Khellus y su capacidad para manipular tanto a las masas como a los individuos. No obstante, es esta la parte que menos me gusta de la novela. Tanto todo lo referente a Khellus -personaje que se gana mi antipatía como lector- como las referentes a la guerra, donde Scott Bakker en ocasiones se explaya demasiado con una mitología interna demasiado trabajada (y donde los personajes secundarios resultan demasiado poco carismáticos o interesantes).
Mi aspecto favorito de la novela no deja de ser la batalla contra el Consulto, batalla que se persona en Alchamian (y la traición de Khellus a este no deja de ser mi motivo principal de "odio" hacia este personaje). Pero la trama avanza poco en este aspecto y temo que lo que parecía una batalla contra la máxima encarnación del mal se quedara en un enfrentamiento contra la sombra de este.
En resumen, "El profeta guerrero" es un buen libro, un libro que narra con una solvencia y profundidad impecables una guerra desde su interior; pero es también un libro que me ha decepcionado algo en su vertiente más fantástica y que no puedo evitar me haya dejado un regusto amargo por cierta animadversión hacia el protagonista.

domingo, febrero 15, 2009

Stage 3 - Completed!

One Piece 532 - Bestia guardian: Minotauro

Esto no es Berserk, si bien en algunos capítulos anteriores Oda parecía hacer un guiño a la serie de Kentaro Miura y a otras de temática mucho más adulta y oscura, el mangaka no ha podido renegar de su esencia y transformarlo todo en con el bizarrismo y surrealismo habitual de su serie. Pero lo mejor de todo es que este episodio es absolutamente normal, no hay nada extraordinario en él para lo que son barómetros habituales de la serie... y que un capítulo tan bueno como este desprenda tal sensación de normalidad no hace otra cosa que ejemplificar a la perfección las virtudes de esta serie.
Lo primero que llama la atención es el cuidado con el que Oda desarrolla la trama y los acontecimientos, como consigue poco a poco aumentar el nivel de tensión. Magellan y compañía eran desconocidos hace media docena de episodios; pero durante ese periodo, alternando el descenso por los niveles superiores, Oda nos los ha ido presentando y ahora el nivel 4 se presenta como una amenaza más que considerable, como un infierno en el sentido más literal de la palabra. Los capítulos de transición estan acabando pero han sido magníficos, Oda nos ha hecho pasar grandes ratos a raiz de unos disparatados compañeros de fuga y de una serie de monstruos y guardianes que eran terribles y cómicos a partes iguales. Y aquí la última joya de Oda ha sido el minotauro, Oda no sólo lo ha aprovechado para reunir a Buggy y Mr.3, si no que nos ha arrancado una de las carcajadas más sinceras e inesperadas de los últimos tomos.
El minotauro, como comentaba al principio de la entrada, parecía salido de Berserk. Una presencia oscura y siniestra, ojos inyectados en sangre y crueldad absoluta, un guardían del infierno y un torturados macabro. Y de primeras Oda retira la sombra que aumentaba su misticismo y nos muestra una vaca moteada gigante; que la vaca resulta ser terriblemente poderosa y requiere del Okama kempo, una Muggy ball, la gia sekando y un rifle de cera... cierto, pero eso no evita que dejemos de ver lo que parece ser un pariente lejano de aquel monstruo marino que obedecía a Arlong.
El minotauro ilustra también a la perfección otra de las virtudes de Oda, y esa es la evolución de su dibujo. El juego de diseño y sombras que Oda ha creado con este personaje es sencillamente magnífico. Pero a la hora de hablar de dibujo no puedo evitar fijarme en la viñeta que he seleccionado; el minotauro esta ahí presente, pero por encima del frenesí de la escena o de la ingenuidad estúpida de Luffy me quedo con las piernas de Bon-Clay. Sabemos que el travesti se mueve de una forma extraña y que sus piernas no parecen otra cosa que hilos, pero en esta escena Oda no lo ha reflejada caricaturesticamente como es normal, si no que ha plasmado su particular forma de correr de una forma realista. Me maravilla el efecto de profundidad que Oda ha conseguido en esta imagen y como ha reflejado de una forma realista esa forma de correr que parece sacada de un ballet. Y junto a Bon-Clay corren Luffy, Buggy y Mr.3, y Oda consigue reflejar la personalidad de cada uno de ellos en esta escena. Buggy, como siempre, es exageradamente ridículo. Luffy, confiado y alegre aún a las puertas del infierno. Mr.3 es una persona que confía más en su intelecto que en su fuerza física, un guerrero fuera de lugar.
Gran capítulo de transición con el que teoricamente dejamos atrás el nivel 3. Ahora comienza la verdadera batalla de Impel Down.

viernes, febrero 13, 2009

Que la paciencia te acompañe

Lego Star Wars - the Complete Saga

Compré este juego hace más de un año, al mismo tiempo que el nunca suficientemente alabado "Super Mario Galaxy". La aventura de la mascota de Nintendo era un videojuego superlativo que nos devolvía lo mejor que "la gran N" podía darnos, una maravilla jugable que enganchaba desde el primer momento y no dejaba de fascinar nunca al jugador con su exquisita jugabilidad y su diseño insuperable. A su lado, la recreación de la saga galáctica de Lucas mediante los bloques de Lego parecía -y era- un juego menor. No obstante, más de un año después, y tras superar los puntos en lo que inexplicablemente me había quedado atascado, he completado el juego y he descubierto un dvd sumamente divertido.
Mediante 36 pantallas que se dividen en 6 por película, el juego recorre la saga galáctica de Lucas, permitiéndonos jugar en la piel de cualquier personaje los momentos más emblemáticos de esta y siempre ofreciendo un aspecto cómico y paródico que es muy de agradecer. El juego es un beat'em up tradicional, avanzamos por un escenario destrozando -despiezando en este caso- todo lo que pone por enmedio ya sea mediante un sable laser o una pistola laser. Las pantallas son bastante lineales y los puzles que nos plantean no son demasiado complicados. Acabar el juego es muy simple, y también muy poco gratificante, y por eso mismo el juego me decepcionó de sobremanera al principio. Pero el verdadero valor del juego se muestra cuando el modo "Historia" queda atrás y afrontamos la libertad del "Modo libre", aquí ya libres de tener que completar la historia con los personajes "logicos" de ese episodio, podemos recorrer cualquier pasaje con cualquier personaje para intentar descubrir la infinidad de secretos que alberga cada escenario. Es esta la verdadera esencia del juego y el verdadero desafío que propone, cuando el juego deja de ser un mata-mata vulgar para pasar a ser un buen juego de exploración que requiere una gran cantidad de horas para completarlo. A día de hoy llevo invertidas unas 42 horas y aún estoy al 90% del juego; es un juego largo que puede ser considerado una buena inversión en el panorama videojueguil actual.
El juego, no obstante, tiene fallos, e importantes. Su jugabilidad es muy limitada, es un juego simple y se le puede achacar una facilidad excesiva. Las grandes bazas del juego son su modo a dobles y su modo desafio, pero el primero no deja de apoyarse en el pique de dos jugadores sin ofrecer nada más, y el segundo supone recorrer casi hasta la exageración unos niveles que ya se han superado y cuya repetición puede hacerse facilmente pesada. Aquí el juego juega con la paciencia del jugador, es la suya una mecánica que puede no gustar a los jugadores y que aún en el caso de que no sea así puede agotarlo. El diseño de las fases no siempre ayuda, pues hay algunas muy buenas y otras simplemente vulgares (especialmente mediocres me parecen casi todas las pantallas de vehículos).
Tecnicamente poco se le puede achacar al juego, no realiza un gran despliegue visual pero este tampoco es necesario. La imagen es nítida y colorida, los personajes son graciosos y los escenarios relativamente grandes. Si bien no hay voces -los gruñidos de los Legos refuerzan la comicidad del producto- si hay una considerable colección de sonidos extraidos de la saga cinematográfica; aquí, si bien el resultado final no es apabullante para los oídos, tampoco se le puede echar en cara nada a los desarrolladores. Los controles son simples y las características del wiimote estan bien integradas en el productor final (aunque debido a las innumerables hordas de enemigos a las que haremos frente es más cómodo pulsar un boton que realizar el movimiento de la espada con el mando).
En resumen, es un juego divertido y con un encanto especial para todos los seguidores de la mítica saga cinematográfica de los Skywalker, pero es también un producto con una jugabilidad muy particular que puede parecer simple y pesada a partes iguales. Particularmente me ha gustado y lo recomiendo, pero también tengo que reconocer que he tenido el DVD metido en su caja durante más de un año sin apenas tocarlo hasta es último mes.

miércoles, febrero 11, 2009

Hacía el pais de la libertad

Freedom Call - Crytal Empire

Sin duda, uno de mis más alegres descubrimientos de los últimos años. Conocí este grupo gracias a ese buen invento que es lastfm, donde en las radios de mis grupos favoritos siempre aparecía este grupo. Escuché algunas de sus canciones y me encantaron, y entonces supe que su batería -y uno de sus fundadores- no era otro que Dan Zimmermann, batería de GanmaRay. La labor de Dan como compositor -aunque siempre a la sombra de Kai Hansen- siempre me ha parecido magnífica. Y así me interesé definitivamente por este grupo y comencé a buscar información sobre él. Si bien sus últimos discos me han parecido algo más personales y flojos, la banda es uno de los mayores baluartes de esa generación de grupos que están llamados a suceder a la generación de Helloween. Y discos como esten lo muestran.
Quizás ahora este tomando su propio rumbo y este es, sin duda, el camino que verdaderamente habían de seguir, pero este disco me ha fascinado. La razón es simple: es un disco de GanmaRay. Si cambiaramos la portada y la voz -excelente- de Chris Bay por la de Hansen tendríamos uno disco de la banda del país de la libertad, tendríamos de hecho uno de los mejores discos de esa banda. Normalmente una banda adquiere un sónido propio al cabo de dos o tres lustros, un sónido del que no puede librarse y que en cierta manera hace que sus trabajos nuevos nunca alcancen el nivel de los anteriores por el simple valor de la nostalgia. Y esto hace que otros grupos siempre parezcan un soplo de aire fresco. Pero lo verdaderamente dificil es que uno de estos grupos capte tan perfectamente el estilo de la banda de la cual es deudora.
Es este un trabajo redondo. Donde todos los temas tienen una coherencia increible pero donde cada uno encuentra un pequeño matiz en el que destacar. Donde los himnos corales y alegres se alternan con unos buenos riffs de guitarra, una bateria más que notable y unos teclados que ponen el broche de oro a un metal rápido y contundente, pero terriblemente alegre y pegadizo. Es terriblemente comentar sus temas pues todos comparten un mismo estilo y enlazan los unos con los otros pareciendo ofrecer distintas variaciones sobre una misma variación. En algunas ocasiones las guitarras cobran más fuerza, en otras la batería y los bajos se apoderan de la canción para darle más contundencia y fuerza, los teclados aparecen más en algunas canciones que en otras para conferirle un estilo más melódico de acuerdo al tono de la canción... pero siempre la velocidad y la melodía estan presentes. Power-metal melódico ejecutado con la velocidad y la precisión del mejor "happy-metal" de la escuela alemana. Y sobre todo ello una preponderancia casi exagerada de coros e himnos, resultaría casi posible asegurar que los coros tienen tanto peso como la voz solista. En la mejor tradición del maestro Kai Hansen, Freedom Call elabora un power-metal rápido y vibrante, pero al mismo tiempo alegre y terriblemente hínmico.
Mis sentimientos para con este trabajo no dejan de ser algo contradictorios pues carece de originalidad, como he comentado, es GanmaRay, y por muy bueno que sea el trabajo eso es un punto en contra. La banda ha de evolucionar hacia su propio sonido. Otros discos que he oído han ido en ese paso y, a pesar de geniales temas que me hacen recordar una y otra vez a la banda original de Dan Zimmermann, el grupo intenta avanzar también en otro tipo de sonidos. Sin duda, una banda muy a tener en cuenta.

domingo, febrero 08, 2009

La vida es como una caja de bombones...

El curioso caso de Benjamin Button

La última película del gran David Fincher es también un producto extraño por lo ambicioso de su premisa y lo tópico de su desarrollo. Es una buena película y tiene momentos geniales, pero es bastante irregular y en ciertos momentos se nota demasiado el toque académico de una película que ha sido preconcebida para luchar por Oscar.
La historia parte de una premisa mágica y esa es el nacimiento de una persona cuyo tiempo transcurre a la inversa de la del resto del mundo: nace anciano y va rejuveneciendo poco a poco. La premisa es interesante y muy sugerente, y es explotada a la perfección en la primera parte de la película en la que vemos como un anciano con la mente de un niño descubre el mundo y como el mundo reacciona ante él. Aquí, en su convivencia en el asilo, en el trato con su madre y sus primeros amigos o en el descubrimiento de las primeras sensaciones o su primer trabajo es cuando la película alcanza sus mayores cotas de lucidez. La reflexión sobre la vida y la muerte, sobre las oportunidades perdidas y la irrevocabilidad de nuestros actos estan perfectamente conseguidas.
El problema llega cuando aparece Cata Blanchett y se desarrolla su romance con Brad Pitt. Es el motor principal de la película y es comprensible, pero se me hace demasiado empalagoso y creo que el ritmo de la película se resiente demasiado. Fincher y el guión se recrean demasiado en el sufrimiento de la pareja y en lo mucho que les destroza a ellos el paso del tiempo. Como he comentado antes, es comprensible y no deja de ser la historia principal de la película, pero sinceramente me parece que todo se desarrolla de una forma mucho más interesante cuando el argumento gira entorno a la vida y la muerte que cuando lo hace sobre el amor.
Sobre el guión y la narración se podría hablar largo y tendido. La problemática de plasmar una vida entera resiente claramente el guión, pero creo que se ha optado por una selección más que notable de pasajes de la vida del protagonista -así como de un paralelismo más que obvio con la historia del siglo pasado- y que además el montaje de la película es bastante hábil. Como he comentado, la relación con el personaje de Cate Blanchett no me parece la más acertada de las direcciones a tomar, pero otros momentos como el del capitán de navío, el amigo pigmeo o la historia inicial del reloj son pequeñas maravillas. Fincher realiza una narración bastante clásica, pero en ocasiones se desmarca con pequeños recursos visuales que logran enfatizar tanto el aspecto de fábula o cuento mágico de la película como su halo de nostalgia o tristeza.
Los actores están bien. Creo que Brad Pitt soporta a la perfección el peso de la película, pero que en la segunda mitad muestra un aspecto demasiado indiferente a todo (no se sobre quien recae la culpa de este rasgo de su personaje).
A nivel técnico la película es una pequeña maravilla. No sólo nos muestra una perfecta recreación de Nueva Orleans a lo largo de muchos años, si no que incluso se atreve a mostrar escenas bélicas y, por supuesto y por encima de todo, manipula la edad de los protagonistas con unos efectos sencillamente sobresalientes.
En resumen, es una buena película. No la mejor del año, pero si un producto muy notable. Su primera parte es bastante mejor que la película y ello hace que se finalize su visualización con cierto sabor agridulce, pero aún así es una historia sugerente que merece ser vista y que puede dar lugar a una interesante reflexión.

sábado, febrero 07, 2009

Un pasito más cerca del infierno

One Piece 531 - El infierno de la inanición

La serie continua su imparable pero nunca precipitada progresión. Capítulo de transición dentro de los capítulos de transición que son el descenso hacia el nivel 5 de Impel Down, Oda hace descansar durante gran parte de las páginas a Luffy y profundiza y perfecciona la trama de esta saga.
El capítulo empieza con la presentación de Sadi-chan, enésima creación de Oda. Guardía con aspecto sadomasoquista infernal que no hace si no ahondar en ese extraño tributo al infierno que parece ser la gran prisión del Gobierno Mundial. El diseño tira de tópicos en su vestuario, pero su peinado me encanta y es -ante todo- distinto a cualquiera que hayamos visto hasta ahora. Oda ha mejorado mucho en sus diseños, pero esto se nota más aún en sus féminas ya que antes el mangaka diferenciaba sus personajes por excentricidades que no se atrevía a incorporar a sus mujeres. La pluma de Oda ha mejorado sensiblemente en este aspecto. Pero lo importante de Sadi no es su aspecto de reina del infierno, lo importante es que parece otro enemigo a tener en cuenta en la saga, y Oda lo ha introducido tranquilamente ahora. Si Sadi es una de las cuatro guerreras a las que se hacía referencia en el capítulo anterior, si se enfrentará a Buggy o si Oda le hará un regalo a los autores de doujin y la enfrentará a Boa... es realmente poco importante. Es un personaje más y su importancia estamos lejos de saberla, de momento lo más importante es que ha anunciado que van a aislar Impel Down del resto del mundo. Y la primera afectada por esa decisión es Boa.
Cualquier capítulo de esta serie vale la pena si esta caprichosa Shichibukai aparece y nos deleita con alguna de sus poses de "pobre muchacha desamparada". Boa se encuentra al fin con Ace y le revela la incursión de Luffy en la isla. La confianza y sobriedad de Boa en este capítulo me ha gustado, Oda la dibujado majestuosa y sobria, pero con un deje de confianza y alegría que parecen indicar que realmente todo lo que ve le importa o que comprende y admira la temeraria aventura de Luffy. Quizás aquí Oda nos esté engañando y nos este mostrando ahora a la verdadera Boa, una mujer fuerte y orgullosa, pero cuya altivez y soberbia no eran otra cosa que una herramienta para controlar a su pueblo y asegurar la seguridad de este. Sabemos de sobra que las primeras impresiones nunca son las más acertadas y la Boa de ahora parece un personaje completamente distinto a la de hace una quincena de capítulos.
Pero Boa, además de avisar a Ace y Jimbei, ha servido de pretexto a Oda para redimirse de uno de sus errores más recientes: el alcailde. En su momento comenté que se me había hecho larga la presentación excesivamente larga y cómica -sin gracia- del señor de la prisión; entonces no me parecía un enemigo temible y dije que creía que Oda había errado. Ha enmendado ese error. El "demonio jefe" sigue mostrando su estupidez crónica, pero contrapone a ella con una velocidad pasmosa un despotismo y una tiranía monstruosos. Tiene poder para matar a voluntad a cualquier preso, y creé en él. Su habilidad, basada en el veneno, no quedó muy clara en el pasado y Oda la ha aclarado con imágenes. Magellan parece tener una fruta similar a la Mr.3, con el obvio cambio de cera por veneno mortal.
Junto con Magellan ha regresado también el pequeño demonio del capítulo anterior y una esfinga que ahora ya si parece que no se recuperará. Oda esta dando muchos nombres y es bueno ver que no son gratuitos. Todos los personajes que ahora parecen cómicos o peculiares daran paso dentro de poco a una buena colección de batallas con Luffy y sus nakamas temporades.
Y llegamos así a Bon-Clay, que no por esperado deja de ser menos genial. Hablamos de uno de los pocos personajes cuyo grado de estupidez e idealismo no desmerece al de Luffy, hablamos de un cruce entre la ingenuidad de Chooper y el frikismo extremo de Franky. Parece que Oda no va a hacer que Buggy y Mr.3 desciendan más niveles (aunque es obvio que no se va a olvidar de ellos y que reapareceran pronto (y sigo pensando que Mr.3 ha aparecido para abrir las esposas de Ace y compañía)), ahora llega el turno -a la espera de los novas- del siguiente nakama temporal: el travesti con tutú que rivaliza con Sanji en cuanto a patadas. Bon-Clay, que decir tiene, valora por encima de todo la amistad y ya vimos como el mismo se enfrentaba con Hina y una legión de marines para salvaguardar la huída de la banda en Arabasta y compensar así los problemas que les había causado. Es un personaje que, como Luffy, no necesita más razón que la petición de un amigo para actuar -y a veces ni eso-. No va a dudar en acompañar a Luffy y sólo Oda podrá separarle del protagonista. Además, si el encuentro de Luffy con Cocodrile es interesante, no lo es menos el de Bon-Clay.

jueves, febrero 05, 2009

El comienzo de algo muy grande

El príncipe de Nada - Volumen I - En el principio fue la Oscuridad

Obra de Scott Bakker, la trilogía "El príncipe de Nada" se ha convertido en uno de los mayores referentes de la literatura fantástica de los últimos años. Como "Canción de Hielo y Fuego" o saga de "Geralt de Rivia", son libros que abandonan la premisa clásica de las "dragonadas" o todas aquellas novelas que proliferaron a partir de los ochenta al amparo de la obra de Tolkien. Son estos libros mucho más adultos, donde la fantasía y la magia juega un papel muy pequeño y donde el corazón de la novela lo ocupan decenas de personajes ambiguos y terriblemente humanos que pugnan entre ellos. Es un tipo de "fantasía medieval" que ahonda mucho más en el medievo que en la fantasía.
El punto de partida de esta saga es terriblemente sugerente. En un universo tan o más complejo como el nuestro mismo, Scott Bakker plantea una gigantesca guerra en la que se enfrentan centenares de miles de personas pero donde todo es manipulado por unos pocos señores que se valen de la fé y las creencias de sus pueblos para con su "Guerra Santa" conseguir sus objetivos. Algo similar a lo que ha pasado en nuestro mundo incontables veces, pero la idea del autor es dotar a esta "Guerra Santa" de verdadero significado y narrar como de ella se vale la Oscuridad en forma de El Consulto, un grupo de hechiceros de increible poder cuyo fin es el advenimiento del No-Dios y del segundo Apocalipsis. Es así una novela donde unos héroes han de enfrentarse a su propio excepticismo y a las ambiciones de sus propios congéneres para evitar el mayor de los desastres.
En la novela encontramos hechiceros, profecías, reyes destinados, bárbaros, soldados y muchos más tópicos de este género; pero por encima de todo encontramos una serie de personajes terriblemente humanos, movidos por motivaciones que en ocasiones son mezquinas o erroneas. Como en la magistral saga de George R.R Martin, no hay ni buenos ni malos y cada personaje es amigo de sus amigos y enemigo de sus enemigos.
No obstante, si bien argumentalmente es más ambiciosa y sugerente que la magna saga de los Stark, Lannister y Targaryen, esta primera novela no alcanza aún el nivel de esos increibles libros. La imaginativa de Scott Baker está fuera de toda duda, pero su habilidad narrativa es aún mejorable. La obra es terriblemente ambiciosa y en sus páginas finales estaba terriblemente enganchado a ella, pero es algo que no sucede desde el principio. El mundo compuesto por los Scilvendios, el Mandato, los Chapiteles Escarlatas, los Nansur, el Emperador y su Solemne Contrato es terriblemente complejo; a un desfile interminable de personajes y facciones, se le une una mitología igual de densa y una gran variedad de escenarios y lenguajes. En sus primeras páginas, si bien se están construyendo los cimientos necesarios para una historia que se antoja apasionante pero que es muy compleja, la lectura se hace confusa por la cantidad de información que se nos da y la ausencia de un narrador principal o un grupo de protagonistas con los que establecer empatía.
No obstante, a pesar de este inicio difícil que he comentado, el libro atrapa al lector y tiene una calidad incuestionable. Es sólo el prologo, la presentación de un universo y de una aventura que comenzará en el segundo libro.

miércoles, febrero 04, 2009

El día que la Organización soltó sus perros

Claymore 88 - Las cazadoras ciegas

En primer lugar mi reconocimiento para todos aquellos que pronosticabais que los "demonios" eran una creación de la Organización. Teníais razón. Pero lo que en su momento me parecía una mala opción se ha convertido en una buena jugada por parte de Yagi. El autor ha conseguido introducir un nuevo elemento en el escenario cada vez más grande de la serie y lo ha hecho con una solvencia más que notable.
Lo que ha hecho que estas "devoradoras de abisales" sean un punto a favor de la serie es el hecho de que Yagi las ha acotado. Es evidente que las condiciones que ha creado para ellas se pueden modificar y que en el futuro podemos ver una nueva hornada de criaturas que seguramente esten mejor entrenadas, pero por el momento no es necesario. Al ser once, pueden ser terriblemente poderosas. No estamos hablando de una horda de zombis como se entreveía en los capítulos anteriores, si no de poco más de una decena de espectros sin alma ni voluntad. Once es un buen número, en grupo pueden poner en apuros a Isley, por separado suponen unos buenos enemigos para Hellen, Deneve, las otras tres renegadas y ese pequeño grupo de Claymore "buenas" que estan apareciendo. Yagi está creando enemigas para las segundas espadas, algo que hasta ahora no existían en un mundo en el que unicamente existían Riful, Isley, Priscilla y Alicia.
Entra aquí en escena Dietrich, junto con Miata y Rune, así como aquellas dos Claymore que aparecieron ante Riful, tenemos una buena remesa de nuevas heroinas para secundar a Clare y Miria. Dietrich está resultando sorprendemente poderosa, digna de ser una "un dígito", y aquí sólo se puede achacar a Yagi la fallida aparición de las números 3 y 4 ante Riful. Son personajes muy interesantes que espero se desarrollen bien, en este manga el concepto de buenos y malos es ambiguo y aunque no espero ver a Clare convertida en una libertadora de Claymore, tampoco parece propio del manga el enfrentarlas a humanas.
Pero lo interesante de estas cazadoras ciegas (recurso que no me gusta nada, dicho sea de paso, pues es sugerente estéticamente pero a efectos prácticos no sabemos porque no se chocan con árboles o edificios) es la posición en la que colocan a Isley. La contención del abisal en los capítulos anteriores queda explicada, y además se nos da una respuesta lógica al enigma de Priscilla y Raki. Isley seguramente se separó de ella para protegerla, pues ya hemos visto que las ciegas le estan cazando. Las cazadoras incansables que Yagi ha descrito ofrecen el fallo de que, aplastadas sus cabezas, mueren; y no entiendo porque Isley no se limita a hacer esto cuando teoricamente tiene poder de sobra para hacerlo.
Estas cazadoras me parecen un buen recurso de cara al futuro, cuando previsiblemente veamos sus versiones "depuradas" que puedan dar caza a cualquier enemigo de la organización, pero con respecto a Isley, no puedo evitar pensar que Yagi ha tensado mucho la cuerda usando pequeñas trampas narrativas.

domingo, febrero 01, 2009

El placer de sufrir

Project Zero II - Crimson butterfly

No me gustan ni las películas ni los libros de miedo, pero con los videojuegos soy algo más tolerante, o eso creía. La razón es simple, no había jugado ningún videojuego de terror. "Resident Evil" esta muy lejos de ser un juego de miedo si exceptuamos algún que otro susto puntual, y aquí resultaba más eficaz el inquietante "Eternal Darkness". Restringido por mi condición de nintendero y por la imposibilidad de comprarme varias consolas, no había probado clásicos como "Forbiden Siren" o "Silent Hill". Sucedió, no obstante, que se anunció la cuarta entrega del prestigiosa "Fatal Frame" para mi pequeña Wii y teniendo por buen amigo a Setzer, auténtico fan de la serie, este se ha cansado de recomendarmela. Se lo agradezco, y le agradezco más aún que me haya permitido descubrir la serie gracias a su segundo episodio. Agradecimientos relativos, por supuesto, porque he pasado un fin de semana muy malo entre mansiones japonesas y hordas de gemelos.
Comenzemos a hablar del juego. La historia es relativamente simple, un par de hermanas se pierden y acaban encontrando un pueblo maldito. Este pueblo está construido sobre una puerta al infierno, puerta que se ha mantenido cerrada durante generaciones mediante una sangrienta ceremonia. No obstante, algo salió mal y el pueblo se encuentra ahora en una extraña noche perpetua en la que sus habitantes reviven una y otra vez sus muertes. Pronto las dos protagonistas se veran envueltas en esa espiral de locura y tendrán que intentar salir de alguna forma mientras hacen frente a hordas de fantasmas con no más ayuda que una cámara fotográfica con poder para exhorcitarlos. No soy un gran seguidor de los juegos con historia pero aquí es obviamente inevitable para conseguir ambiente y esta francamente bien conseguida. Es un acierto que se juegue de sobremanera con la ambigüedad narrativa que vemos en las películas de terror asíaticas y que las historias se nos describan mediante vagas notas que van dándonos poco a poco retazos de las tragedias que han ocurrido en el pueblo a lo largo de los años.
El siguiente punto del que hablaré es la impresionante factura técnica del juego. Evidentemente existe una notable trampa que es el presentar escenarios muy pequeños y el usar una cámara fija que el jugador no puede controlar, pero eso se ha visto en muchos otros juegos y en pocos se aprecia una calidad tan alta como la de este título. Los modelados de las protagonistas son excelentes, y los fantasmas están construidos con unos efectos que logran darles tridimensionalidad sin perder su transparencia. Además, aunque sea obvio, la potencia no sirve de nada si no hay una buena dirección artística, y aquí al más que notable trabajo gráfico llevado a cabo por los programadores de Tecmo se le une un diseño de escenarios sencillamente perfecto. Casas abandonadas con todos los elementos típicos de las grandes mansiones japonesas y de la cultura nipona más tradicional, juegos de luces casi tan inquietantes y agobiantes como algunos de los rebuscados angulos de cámara. El sónido, además, está a una gran altura con unos efectos sonoros escalofriantes y una ausencia de música casi total.
Pero lo más importante de este juego son las sensaciones que transmite. El agobio y la opresión que transmite al jugador, la sensación de estar jugando una pesadilla eterne e interminable. La inquietud de no saber que se encontrara al doblar una esquina. El saber que ninguna pared te cubrirá las espaldas y que siempre estarás a merced de tus enemigos. El tener enfrente fantasmas y no poder hacerles frente con nada más que una -aparentemente- inofensiva cámara de fotos.
Los enfrentamientos en el juego son pocos, no nos encontramos contra hordas de fantasmas a los que hay que flashear una y otra vez como si fuera aquel primerizo episodio de los Simpsons en el que la familia visitaba "Rasca y Pica landia". Pocos fantasmas que aparecen en los lugares más inesperados (y lugares de los que esperariamos verlos surgir y de los que nunca llegan a aparecer). El juego juega con nuestros miedos más profundos e intimos y explota también toda la cultura japonesa y sus máximos clichés terroríficos (niños que corren, muñecas de porcelana, ahogadas, monjes, pozos cuyo fondo no se ve, estatuas inquietantes, cementerios, siniestros altares). No hay casa ni pasillo que sea seguro aunque lo recorras por octava vez y el juego siempre nos sorprendera con enemigos aleatorios o terríficos sucesos que se repiten una y otra vez como una mujer que se precipita del vacío o un niño que se asoma una ventana.
La progresión del juego es además sobervia, pues a lo largo de los nueve capítulos que lo conforman se suceden infinidad de situaciones de lo mas variadas que van desde tener que afrontar un capítulo a oscuras a quedarnos sin nuestro arma principal justo ante uno de los enemigos más poderosos todos.
Decir que este juego es inquietante es quedarse corto. Es un juego de miedo de verdad. Un juego que te hace disfrutar pasándolo terriblemente mal y en el que siempre desearás no tener que avanzar hacia ese oscuro pasillo en el que se oye la inocente risa de una niña.