jueves, marzo 19, 2009

El primer paso hacia un glorioso infierno

Fire Emblem: Shadow Dragon

Remake del primer juego de la saga, "Shadow Dragon" es también el debut de la serie de rol táctico de Nintendo en la DS. Tal y como ocurría con la última entrega de Wii, el juego no aprovecha ni las capacidades técnicas de la consola ni las virtudes jugables que ofrece el stylus. Pero si los gráficos están desfasados, si los escenarios y las batallas podían ser más espectaculares o si las animaciones de las batallas son poco menos que prehistóricas... todo ello no importa. E importa aún menos que podamos controlar el juego con el lapiz pues su mecánica es tan simple y metódica que particularmente me siento más cómodo con unos botones de toda la vida que me permitan definir el número de casillas a avanzar en función a las pulsaciones de un botón.
Pero gráficos e incluso control resultan irrelevantes frente a un Fire Emblem, y este Fire Emblem es clásico como pocos. El juego nos presenta 25 buenas pantallas de rol táctico por turnos donde hemos de pensar cada uno de nuestros movimientos con detenimiento. Si bien echo en falta algunas de las opciones que tenían entregas posteriores, el juego ya presenta un "triángulo de armas" equilibrado y una gran variedad de unidades que le proporcionan una variedad y unas variantes estratégicas muy altas. La variedad de las misiones no es demasiado alta, pero la presencia de factorias de enemigos nos obliga a pensar algo las estrategias, y a su vez el juego no permite salvar a voluntad con lo cual la dificultad se dispara. El juego presenta un gran número de opciones y eso quizás hace que su dificultad no alcance a la de su "hermano" "Advance wars", pero aún así es un juego terriblemente largo y complicado (más aún si se quiere minimizar el número de bajas). Este juego instauró la tradición de la saga de que cuando un personaje muere, muerto se queda, así que completar el juego sin perder unidades o conseguir un crecimiento equitativo de estas es poco menos que imposible. El número de opciones que los personajes pueden realizar es bastante básico, pero basta para la gigantesca partida de ajedrez que supone este juego. Además, gran parte de las posibilidades que tengamos en batalla vendrá delimitadas por los preparativos para esta, y aquí el juego nos permite condicionar a la perfección a nuestras unidades.
La historia de este Fire Emblem es decepcionante, decepcionante porque en Super Nintendo ya aparecieron unos capítulos secundarios que constituían otra aventura de Marth y que creo que aquí trataran de vendernos como una segunda parte. Decepcionante porque, si bien es interesante, le faltan líneas de código que la hagan más compleja y profunda. En esta serie siempre se ha tenido el problema de que los diálogos entre los personajes son muy ligeros y parece que los personajes cambien de bando como quien compra el periódico, pero en las crónicas de Ike y cía este problema se minimizaba con algunas conversaciones más profundas, unos personajes más trabajados y -sobre todo- una historia que hablaba de discriminación, espirales de odio y acababa enfrentando a los protagonistas con los propios dioses. La historia de este "Fire Emblem" no es mala, pero adolece de falta de dramatismo. Marth, Sheeda, Minerva y compañía son unos buenos personajes, y además el juego presenta escenarios interesantes como traiciones entre paises y magos renegados; pero todo ello es explicado con demasiada ligereza y el jugador no tiene más sensación que la de estar viendo un par de escenas que no hacen otra cosa que estorbar hasta la siguiente pantalla. Aquí sería conveniente haber incluido capítulos desde otras ópticas o mostrar acontecimientos tan grandes y decisivos que ayudasen al jugador como puntos de referencia.

2 comentarios:

  1. ME hice con él el otro día! Lo tengo apunto de estrenar ^^

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  2. Aunque sólo sea por lo largo que es, es una compra recomendable.

    Además, es dificil y es de pensar, y eso siempre resulta gratificante en un juego.

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