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One Piece 541 - Ambiciones nunca vistas

Fanservice. Esta palabra define a la perfección un episodio de One Piece en el que pasa, sustancialmente hablando, bastante poco, pero que es una gozada para el lector. "Fanservice" debería traducirse como un regalo para los fans, como un "servicio" que se les presta... y eso es precisamente este capítulo. En estas 20 páginas vemos como estalla definitivamente la revolución en Impel Down en nada menos que tres frentes. Vemos como Luffy, Cocodrile y Jimbei son sencillamente gigantes que aplastan insectos. Vemos como Ivankof comanda finalmente todo su ejército de travestis y cosas más raras hacia la revolución. Y vemos como Buggy sigue forjándo una leyenda que seguramente le convierta en el hombre que derribó Impel Down.
Es un buen capítulo. La consecuencia lógica de todos los capítulos anteriores y un buen anticipo de ese nuevo orden mundial que todos adivinamos está a punto de producirse. Además aparece la figura de Shryuu, que parece estar encadenado como cualquier otro gran criminal, y Hannyabal reune todas las fuerzas en Impel Down en una situación que ya sabe se le escapa de las manos. En los proximos capítulos habrá batallas más épicas, pero tampoco estas se podrán alargar mucho, el grupo que se ha formado es un equipo digno de Marinford, no de este anticipo. Sadi, Hannyabal, Shryuu y el propio Hannyabal pueden ser poderosos, pero enfrente tendrán a un Luffy absolutamente motivado, a los imprevisibles Ivankof e Inazuma, y a esas dos fuerzas de la naturaleza que son Cocodrile y Jimbei.
Pero eso lo veremos en los siguientes capítulos. Este capítulo es ritmo, ritmo y golpes. Luffy mostrando el "Gomu gomu no ame" (variante del storm y el hanabi que ahora mismo no recuerdo haber visto antes en la serie), Cocodrile flota por el ambiente con su sempiterna sonrisa de superioridad acabando con todo aquello que se pone ante él, y Jimbei... es muy raro. Oda consigue mostrarnos todo eso con espectacularidad y detalle, y entre golpe y golpe nos da pequeñas raciones de malicia como la liberación de Mr.1 o, simple histrionismo como la llegada de los okamas o delicioso surrealismo como ese Buggy libertador de esclavos. El ritmo del capítulo es endiablado, y es dificil contar cuantas decenas de puñetazos o ataques hemos visto.
La revolución ha estallado y sus llamas se propagan. Los bomberos llegarán para apaciguarlas, pero este capítulo es un pleno primer plano a esos pobres insectos que estaban cerca de la mosca y que ni siquiera han sido capaces de ver el fuego antes de que les carbonice.