Escuchando el "último" disco de Heaven & Hell uno se recreaba en ese sónido fantástico que siempre ha definido a los Black Sabbath, sonaba a metal de toda la vida, como si los años no pasaran por ese cuarteto de genios... y eso mismo me hacía recrearme en la voz de ese monstruo que es Ronnie James Dio, y cuando el otro día escuché por una de esas de emisoras de radio de internet ese maravilloso e hímnico tema que es "Rainbow in the dark" no pude desempolvar de mi pequeña cdteca este maravilloso compacto.
Allá por el 83, cuando abandonó Sabbath, Dio se encontraba en el apogeo de su carrera (si es que no lo ha estado durante toda su vida); había adquirido una madurez como cantante impresionente, sus capacidades compositivas eran enormes, y a ello se le unía el espíritu alegre y atrevido de la década de oro del heavy-metal: los 80. Son sólo 9 temas, apenas cuarenta minutos, pero en ellos la poderosa voz de Dio va desde baladas hasta temas de la más tradicional raíz heavy, todos ellos impregnados por una importante melodía heredada de la formación tradicional en la que el piano de la música clásica abrazaba la trompeta y el bajo del rythm & blues.
Como buen seguidor del "power-metal", seguramente mi cantante favorito es ese gran Michael Kiske que entonaba las inolvidables canciones del "Keeper of the seven keys" de Helloween, pero se debe a mis gustos partículares. Cada género del heavy tiene sus partículares ídolos... pero creo que hay dos voces que destacan por encima de todas, una de ellas es, claro está, el "MetalGod", el gran Rod Halford de Judas Priest cuyos agudos son más agudos que los de nadie y cuyos graves son más sobrios que ninguno, y todos ellos se entrelazan magistralmente. Pero por encima del sacerdote de Judas creo que se coloca "la voz del heavy", Dio y sus interpretaciones sencillamente perfectas. Dio tiene una gran cantidad de registros vocales, es indudable; tiene también carisma, y es un buen compositor, pero por encima de todo destaca la pasión, ese alma y esa intensidad que logra infundirle a todas sus canciones.
Este disco, como pocos, es una muestra de su maestría. Habló de esa variedad de registros en ese contundente del heavy más clásico que es "Holy Diver", de esos susurros y gritos de la preciosista "Don´t talk to strangers", de ese estribillo glam de la pegadiza "Rainbow in the dark", del perfecto ritmo de su voz en la Blackmorera "Caught in the middle". Hablo, en definitiva, de alguién quien, para muchos de nosotros, es su nombre y no el de Frank Sinatra el que acude a nuestra mente cuando escuchamos "la voz".
Allá por el 83, cuando abandonó Sabbath, Dio se encontraba en el apogeo de su carrera (si es que no lo ha estado durante toda su vida); había adquirido una madurez como cantante impresionente, sus capacidades compositivas eran enormes, y a ello se le unía el espíritu alegre y atrevido de la década de oro del heavy-metal: los 80. Son sólo 9 temas, apenas cuarenta minutos, pero en ellos la poderosa voz de Dio va desde baladas hasta temas de la más tradicional raíz heavy, todos ellos impregnados por una importante melodía heredada de la formación tradicional en la que el piano de la música clásica abrazaba la trompeta y el bajo del rythm & blues.
Como buen seguidor del "power-metal", seguramente mi cantante favorito es ese gran Michael Kiske que entonaba las inolvidables canciones del "Keeper of the seven keys" de Helloween, pero se debe a mis gustos partículares. Cada género del heavy tiene sus partículares ídolos... pero creo que hay dos voces que destacan por encima de todas, una de ellas es, claro está, el "MetalGod", el gran Rod Halford de Judas Priest cuyos agudos son más agudos que los de nadie y cuyos graves son más sobrios que ninguno, y todos ellos se entrelazan magistralmente. Pero por encima del sacerdote de Judas creo que se coloca "la voz del heavy", Dio y sus interpretaciones sencillamente perfectas. Dio tiene una gran cantidad de registros vocales, es indudable; tiene también carisma, y es un buen compositor, pero por encima de todo destaca la pasión, ese alma y esa intensidad que logra infundirle a todas sus canciones.
Este disco, como pocos, es una muestra de su maestría. Habló de esa variedad de registros en ese contundente del heavy más clásico que es "Holy Diver", de esos susurros y gritos de la preciosista "Don´t talk to strangers", de ese estribillo glam de la pegadiza "Rainbow in the dark", del perfecto ritmo de su voz en la Blackmorera "Caught in the middle". Hablo, en definitiva, de alguién quien, para muchos de nosotros, es su nombre y no el de Frank Sinatra el que acude a nuestra mente cuando escuchamos "la voz".
Este disco es buenísimo. Fue de los primeros discos de heavy metal que escuché, y, aunque tardé aficionarme al género, aún me sigue pareciendo increíble. Dio es uno de los más grandes, a pesar de su diminuto tamaño.
ResponderEliminarQue clásico. Y yo que aún no le he dado una oportunidad.
ResponderEliminarMe parece increíble como su voz no ha perdido con la edad. Se mantiene intratable.
padawan, y es terriblemente accesible, cosa que Sabbath -por ejemplo- no lo era. Es un heavy-rock contundente pero muy melódico.
ResponderEliminarDiscazo que se marcó el amigo Dio, y antes otro par con Sabbath, y al año siguiente otro en solitario. La productividad de aquellos años (aunque los discos fueran 1/3 más cortos que los de ahora era impresionante)
Raúl, hombre, perder... algo ha perdido, tiene 67 años y hay cosas contra las que no se puede luchar, pero su estilo es muy contenido y sobrio. Dio es muy intenso, pero no como -por ejemplo- Halford (que, evidentemente, en los conciertos ya no puede llegar a las notas más altas de "Screaming for vengance" o "Painkiller")
Judas no podran seguir mucho tiempo más girando con Halford a las voces.
ResponderEliminarHa sido una voz demasiado grande como para verla en los escenarios deteriorada.
Aunque Halford es Judas. Por tanto no creo vuelva a haber continuidad sin él.
En "Nostradamus" estaba genial (recuerdo que a tí también te encantó ese disco), y tenía sus agudos y demás... pero era un disco sobrio y elegante y, casualidades de la vida, creo que una de las mejores formas de definir su actuación ahí es que cantaba al estilo de Dio.
ResponderEliminarPero, si bien para un disco puede conseguir alargar su voz algo más... esta claro que no puede girar como hace años.