Después de la completamente decepcionante "Tokko", Toru Fujisawa ha regresado al personaje que le catapultó hacia el estrellato en este mundillo. El gran Eikichi Onizuka y sus particulares métodos educativos están de vuelta.
"14 días en Shonan" no es una secuela de la serie original, es un pequeño inciso que se ubica en uno de esos periodos en los que Onizuka supuestamente debía estar en el hospial. Esta serie nos narrará precisamente esos 14 días, dos semanas que pasó en Shonan conviviendo con nueve problematicos alumnos que viven en una especie de internado-asilo pues o son huérfanos, o sus padres han perdido en cierta manera la custodia.
En su momento ya analizé GTO, una de mis series favoritas y aquella por la que volví a entrar a este mundillo. Era aquella una comedia gamberra y fresca con algo de carga social, pero en su recta final adolecía de cierta repetición de elementos y una exageración de las ya de por si surrealistas aventuras de Onizuka que creo que se le fueron algo de las manos a Fujisawa. Esta serie, aunque sólo sea por margen temporal, no parece que pueda exceder los 5 o 6 tomos de duración y tiene un aire más ligero. El inicio ha sido rápido y trepidante, con una presentación de personajes y escenario relativamente pequeña porque se presupone que todos los lectores ya conocer a Onizuka y el espíritu de su serie.
No obstante, no todo funciona bien en esta serie. Esta lo bueno de Onizuka, pero en cierta manera la sensación de "agotamiento" que transmite el protagonista también se ha heredado de la serie original a pesar de los años que han pasado desde el 202. "Shonan days" brilla como sólo Onizuka puede brillar cuando el protagonista es el gamberro y no el profesor. Tenemos ya los grandes momentos de piques a videojuegos, de insultar a alumnos, de pelearse con padres y yakuzas o de tirarle los tejos a todo lo que se mueva. Pero cuando la serie afronta el drama se repite mucho el esquema típico de la serie en el que Onizuka vuelve a hacer confiar a los jóvenes en los adultos, sus particulares estrategias se repiten y nuestro buen profesor es ya algo previsible, lo cual obviamente juega en contra del desarrollo del manga.
A nivel de dibujo, Fujisawa nos muestra su clásica irregularidad. Hay muy buenos planos, y los personajes aparecen detallados y bien definidos, pero el mangaka sigue teniendo algunos problemas extraños con los encuadres.
"Shonan days" se presenta como una obra corta (casi diría que alimenticia para el autor) para contentar a los fans de Onizuka. GTO ha vuelto con todo lo bueno y todo lo malo que tenía y un casting renovado a fin de ofrecer unos conflictos de los que ya estaban librados los alumnos originales. Divertida y gamberra, a la par de reflexiva en algunos momentos, es esta una serie que creo que mantiene bastante bien el espíritu de la original y contentará a los fans de esta.
"14 días en Shonan" no es una secuela de la serie original, es un pequeño inciso que se ubica en uno de esos periodos en los que Onizuka supuestamente debía estar en el hospial. Esta serie nos narrará precisamente esos 14 días, dos semanas que pasó en Shonan conviviendo con nueve problematicos alumnos que viven en una especie de internado-asilo pues o son huérfanos, o sus padres han perdido en cierta manera la custodia.
En su momento ya analizé GTO, una de mis series favoritas y aquella por la que volví a entrar a este mundillo. Era aquella una comedia gamberra y fresca con algo de carga social, pero en su recta final adolecía de cierta repetición de elementos y una exageración de las ya de por si surrealistas aventuras de Onizuka que creo que se le fueron algo de las manos a Fujisawa. Esta serie, aunque sólo sea por margen temporal, no parece que pueda exceder los 5 o 6 tomos de duración y tiene un aire más ligero. El inicio ha sido rápido y trepidante, con una presentación de personajes y escenario relativamente pequeña porque se presupone que todos los lectores ya conocer a Onizuka y el espíritu de su serie.
No obstante, no todo funciona bien en esta serie. Esta lo bueno de Onizuka, pero en cierta manera la sensación de "agotamiento" que transmite el protagonista también se ha heredado de la serie original a pesar de los años que han pasado desde el 202. "Shonan days" brilla como sólo Onizuka puede brillar cuando el protagonista es el gamberro y no el profesor. Tenemos ya los grandes momentos de piques a videojuegos, de insultar a alumnos, de pelearse con padres y yakuzas o de tirarle los tejos a todo lo que se mueva. Pero cuando la serie afronta el drama se repite mucho el esquema típico de la serie en el que Onizuka vuelve a hacer confiar a los jóvenes en los adultos, sus particulares estrategias se repiten y nuestro buen profesor es ya algo previsible, lo cual obviamente juega en contra del desarrollo del manga.
A nivel de dibujo, Fujisawa nos muestra su clásica irregularidad. Hay muy buenos planos, y los personajes aparecen detallados y bien definidos, pero el mangaka sigue teniendo algunos problemas extraños con los encuadres.
"Shonan days" se presenta como una obra corta (casi diría que alimenticia para el autor) para contentar a los fans de Onizuka. GTO ha vuelto con todo lo bueno y todo lo malo que tenía y un casting renovado a fin de ofrecer unos conflictos de los que ya estaban librados los alumnos originales. Divertida y gamberra, a la par de reflexiva en algunos momentos, es esta una serie que creo que mantiene bastante bien el espíritu de la original y contentará a los fans de esta.
Me encantaría leer la obra original, ví algo del anime y no me dijo mucho, pero me han comentado que el manga es infinitamente superior, algo lógico y normal por otra parte. Lo malo es que aquí la sacan los impresentables por excelencia y cuando acabe probablemente ya habré pasado a ¿mejor? vida, así que habrá que tirar de escaneses.
ResponderEliminarPor cierto, ¿sabías que antes de GTO hubo vida? Se llama Shonan junai gumi (según wikipedia) y cuenta el pasado de Onizuka como gamberro, y lo más flipante es que tiene nada menos que 31 tomos. A ver si la encontramos por ahí.
Saludos.
Si, Mangaline es un círculo vicioso, como son tan malos no lo compra la gente, y como la gente no lo compra... pues siguen siendo igual de malos. Yo bastante tengo con hacer Berserk de ellos. Pero tiene valor, Berserk y GTO son dos pedazo de franquicias que medio podrían sostener la editorial, con aprovecharlas y conseguirse algun shonen puntero tipo Soul Eater podrían medio cuadrar sus cuentas.
ResponderEliminarSabía que estaba el manga de los años mozos de Onizuka, pero no sabía que eran tantos tomos. En fin, otra lectura a apuntar en mi larga lista de pendientes.
El dorama me gustó mucho... y creo que me conformaré con él. No quiero acercarme al manga para que me interese de verdad y la empiece maldiciendo a ML por tener ellos la licencia...
ResponderEliminarLa verdad es que como comentas, la serie mantiene el espíritu original, y eso hace que sea bueno y malo a la vez. Por mi parte me agrada ver otra vez algo de la serie, pero también me cansa un poco al mismo tiempo >__<
ResponderEliminarbelldandy18, puf, a mi el manga ME INTERESA, pero hasta que no vea publicados los 20 tomos no me compro ni uno.
ResponderEliminarknil, al menos no tenemos al subdirector tanto, que en algunos momentos de la serie original la disertación del autor sobre el sistema educativo se hacía demasiado pesada.
Me alegro por este retorno de GTO. Yo también soy de los que estoy intentando agenciarme/leerme la serie original pero yo por Mangaline no paso. Buscaré algún metodo alternativo que me permita disfrutar de esta serie como realmente merece.
ResponderEliminarSalu2!
Es lo malo que tiene Mangaline.
ResponderEliminarMe acuerdo cuando iba a salir que mucha gente esperaba que no fuera esta editorial... y así ha sido, y muchos compradores potenciales se han perdido.
Yo la habría hecho, pero paso de que me dejen tirado a medio (y luego cuando esté entera no se si querre afrontar el gasto que supondrá)
Me da pena porque no deja de ser un círculo vicioso.