Konjiki no Gash Bell!!
Norma ha publicado al fin el tomo 33 de esta serie y, tras más de tres años de seguimiento al fin he podido ver el final de la batalla entre los demonios por alzarse con el trono de su mundo. Es una serie que, en lineas generales, me ha encantado, pero es también una serie bastante irregular y muy peculiar.
La serie nos presenta a 100 demonios que han de luchar entre si para hacerse con el trono de su mundo. Al final sólo puede quedar uno, y todos han de aliarse con un humano que pueda leer su libro de conjuros. Los demonios suelen tener cada uno un tipo de hechizos distintiso, y conforme avancen en su aventura iran haciéndose más y más fuertes. La arquitectura es claramente la de un videojuego de rol.
Es un manga extraño pues, en pleno siglo XXI nos encontramos con un manga que se rige claramente por los patrones de los shonnen de los 80 y 90. No hay grandes traumas ni pasados traumaticos, las historias son simples (en ocasiones, demasiado) , y las sagas no se extienden más allá de 7 u 8 tomos. Hay 100 demonios, y el autor se ve casi en la obligación de mostrarnoslos a todos, eso se traduce en esos capítulos flojos en los que nos encontramos a un demonio "débil" y conocemos algo su historia; es algo muy típico en los mangas (incluso en esa pequeña maravilla que es Negima sucede), pero en este manga "duele" particularmente ya que el peso de estos demonios en la historia será inexistente y además las historias que aportan no son ninguna maravilla. Como todos los shonnen ligeros, se nota mucho la diferencia entre las grandes sagas y los capítulos de transición que ocurren entre estas.
A nivel de personajes nos encontramos una serie de extremos, todo es exagerado. Los buenos son muy buenos, los malos muy malos, y los locos están muy locos. Es una serie donde además impera un gran sentido del humor y este es muy global, queriendo decir con este que hay grandes gags pero por desgracia también muchos para una audiencia claramente infantil. Para mi gusto aquí la serie fracasa pues, sinceramente, las gracias de Gash o Kanchome no me hacen demasiada gracia. Sin embargo, si bien individualmente muchos de los demonios no me agradan demasiado, cuando Raiku los une es cuando la serie muestra su verdadero potencial y cuando se consigue transmitir mejor ese mensaje de tolerancia y compañerismo que son la mayoría de los shonnen. En las batallas, en las firmes convicciones que muestran muchos de los personajes y en los sacrificios que estos llevan a cabo en pos de un bien mayor es cuando la serie muestra su mejor cara. Es la simpleza con la que todo pasa, la felicidad con la que los personajes viven y que quieren proteger a toda costa la que hace que los sacrificios sean verdaderamente épicos.
En sus últimos combates quizás hayamos visto demasiados intercambios de fuerza bruta, pero es un "shonnen de habilidades" y normalmente es la inteligencia y el buen uso de recursos lo que impera por encima de la fuerza bruta. En este aspecto estoy más que satisfecho con este manga, donde las hormigas aprenden a organizarse lo suficiente como para derrotar a un elefante. Al principio comparado este juego con un videojuego, y verdaderamente las batallas siguen esa tónica: nos encontramos contra un monstruo de gran poder y hemos de atacar con Gash, defendernos y curarnos con Tia y utilizar a Kanchome y Porygon como podamos, al tiempo que rezamos para tener durante esa batalla algún refuerzo como Brago o alguna otra bestia parda.
Visualmente es una serie bastante irregular, el diseño de los demonios es sobresaliente, pero el de los humanos deja bastante que desear; así mismo, algunos movimientos y hechizos son espectacular y muy originales, pero algunos encuadres y planos de acciones mucho más sencillas resultan muy básicos y sencillos. Como todo mangaka, Makoto Raiku nos muestra ocasionalmente grandes dobles páginas, pero su dibujo generalmente esta muy lejos de ser el de un Miura o un Inoue.
Particularmente estoy encantado con el manga y, aunque el final me ha parecido algo flojo y edulcorado, me ha dejado grandes momentos en sagas como la de Faudo o Sophie. Es un manga que en ningún momento pierde de vista su final y que no se nota demasiado alargado (33 tomos no es demasiado para una obra de este género). No obstante, es una serie muy particular y no la recomendaria a nadie que antes no se hubiera leído unos cuantos tomos o hubiera visto un par de decenas de episodios del anime.
Norma ha publicado al fin el tomo 33 de esta serie y, tras más de tres años de seguimiento al fin he podido ver el final de la batalla entre los demonios por alzarse con el trono de su mundo. Es una serie que, en lineas generales, me ha encantado, pero es también una serie bastante irregular y muy peculiar.
La serie nos presenta a 100 demonios que han de luchar entre si para hacerse con el trono de su mundo. Al final sólo puede quedar uno, y todos han de aliarse con un humano que pueda leer su libro de conjuros. Los demonios suelen tener cada uno un tipo de hechizos distintiso, y conforme avancen en su aventura iran haciéndose más y más fuertes. La arquitectura es claramente la de un videojuego de rol.
Es un manga extraño pues, en pleno siglo XXI nos encontramos con un manga que se rige claramente por los patrones de los shonnen de los 80 y 90. No hay grandes traumas ni pasados traumaticos, las historias son simples (en ocasiones, demasiado) , y las sagas no se extienden más allá de 7 u 8 tomos. Hay 100 demonios, y el autor se ve casi en la obligación de mostrarnoslos a todos, eso se traduce en esos capítulos flojos en los que nos encontramos a un demonio "débil" y conocemos algo su historia; es algo muy típico en los mangas (incluso en esa pequeña maravilla que es Negima sucede), pero en este manga "duele" particularmente ya que el peso de estos demonios en la historia será inexistente y además las historias que aportan no son ninguna maravilla. Como todos los shonnen ligeros, se nota mucho la diferencia entre las grandes sagas y los capítulos de transición que ocurren entre estas.
A nivel de personajes nos encontramos una serie de extremos, todo es exagerado. Los buenos son muy buenos, los malos muy malos, y los locos están muy locos. Es una serie donde además impera un gran sentido del humor y este es muy global, queriendo decir con este que hay grandes gags pero por desgracia también muchos para una audiencia claramente infantil. Para mi gusto aquí la serie fracasa pues, sinceramente, las gracias de Gash o Kanchome no me hacen demasiada gracia. Sin embargo, si bien individualmente muchos de los demonios no me agradan demasiado, cuando Raiku los une es cuando la serie muestra su verdadero potencial y cuando se consigue transmitir mejor ese mensaje de tolerancia y compañerismo que son la mayoría de los shonnen. En las batallas, en las firmes convicciones que muestran muchos de los personajes y en los sacrificios que estos llevan a cabo en pos de un bien mayor es cuando la serie muestra su mejor cara. Es la simpleza con la que todo pasa, la felicidad con la que los personajes viven y que quieren proteger a toda costa la que hace que los sacrificios sean verdaderamente épicos.
En sus últimos combates quizás hayamos visto demasiados intercambios de fuerza bruta, pero es un "shonnen de habilidades" y normalmente es la inteligencia y el buen uso de recursos lo que impera por encima de la fuerza bruta. En este aspecto estoy más que satisfecho con este manga, donde las hormigas aprenden a organizarse lo suficiente como para derrotar a un elefante. Al principio comparado este juego con un videojuego, y verdaderamente las batallas siguen esa tónica: nos encontramos contra un monstruo de gran poder y hemos de atacar con Gash, defendernos y curarnos con Tia y utilizar a Kanchome y Porygon como podamos, al tiempo que rezamos para tener durante esa batalla algún refuerzo como Brago o alguna otra bestia parda.
Visualmente es una serie bastante irregular, el diseño de los demonios es sobresaliente, pero el de los humanos deja bastante que desear; así mismo, algunos movimientos y hechizos son espectacular y muy originales, pero algunos encuadres y planos de acciones mucho más sencillas resultan muy básicos y sencillos. Como todo mangaka, Makoto Raiku nos muestra ocasionalmente grandes dobles páginas, pero su dibujo generalmente esta muy lejos de ser el de un Miura o un Inoue.
Particularmente estoy encantado con el manga y, aunque el final me ha parecido algo flojo y edulcorado, me ha dejado grandes momentos en sagas como la de Faudo o Sophie. Es un manga que en ningún momento pierde de vista su final y que no se nota demasiado alargado (33 tomos no es demasiado para una obra de este género). No obstante, es una serie muy particular y no la recomendaria a nadie que antes no se hubiera leído unos cuantos tomos o hubiera visto un par de decenas de episodios del anime.
Yo lei hasta el tomo 15 mas o menos. Me gustaba, pero mas por los momentos comicos (que caretos ponia el prota) que por la trama en si, aunque reconozco que algunos combates estaban muy logrados. Quiza la retome en un futuro, no se. Del anime vi algun capitulo y era malo con avaricia, perdia toda la gracia.
ResponderEliminarAun no me he echo con el último tomo (que espero comprar el miércoles), pero a falta de éste es una serie que me ha gustado. A veces hablando con sayuri decimos que es un manga que no te puedes tomar en serio, pq a en medio de una "super-batalla" Raiku te exagera un primer plano del protagonista con una cara deforme pq se parece a un demonio... No es algo muy típico en los shonens de peleas. Cuando nos arriesgamos con la serie, únicamente había visto algo del anime, pero ya supuse que me gustaría y por lo menos así ha sido. Una serie entretenida para los amantes de shônen, aunque algo infantil y floja, para los que busquen algo más profundo ^^
ResponderEliminar¿Que no hay pasados traumáticos? Entonces el anime será totalmente diferente al manga, con el prota marginado, la niña rubia con demonio negro kawaioso, intimidante y muy matón... Los que eran buenos o malos porqué si eran la minoría.
ResponderEliminarMe sorprende el éxito que ha tenido, supongo que nunca entenderé las series en las que un luchador inteligente tiene que ser guiado por un entrenador detrás, rollo Fate/ Stay Night, además las situaciones que se dan parecen de cachondeo. Para mí es una serie del montón, ni buena ni mala. Y no tiene nada que ver con que sea infantil, que son series que me encantan, como las Supernenas.
Kururin, cierto, Gash no me gusta como elemento cómico, pero Kiyomaro y sus reacciones son muy grandes.
ResponderEliminarEl anime lo malo que tiene es que te mete mucho relleno, no sólo episodios enteros si no también mucha repetición en las partes auténticas (la estúpida idea de que si un gag funciona... tambien funcionará si lo pones cinco veces seguidas)
yue_sayuri, lo curioso es que con ese tono ligero e infantil de vez en cuando adquiere unos matices épicos impresionantes. Y los sacrificios y las despedidas de los demonios ya los quisieran para sí otros shonnen más serios.
Pero sí, una serie extraña, con una magia muy particular que pide complicidad al lector y que es dificil de encontrar en estos años.
Otakulogan, bueno, pasado tienen todos, pero por el ritmo de la serie es algo que no pesa mucho. Y hay algunos muy traumáticos, pero en comparación con Naturo, Bleach o incluso mi adorada One Piece.... no hay pasados. Es del estilo de los mangas antiguos; en Dragon Ball Son Gokuh mató a su abuelo, pero no se obsesiona con ello, sencillamente.... le jode, como es normal.
Es una serie extraña, creo que si la analizamos individualmente... punto por punto es mediocre o mala, pero en su conjunto funciona bastante bien.
Me lei la mitad de prestado, hasta el tomo 17, tengo que comprarme el resto, a ver si ahora que acabo Rave me pongo con esta
ResponderEliminar¿Pudiste dejarlo en ese momento? Si no me equivoco por esa parte es el final de la saga de Sophie; es una de la de las mejores de la serie.
ResponderEliminarSi no me equivoco ese tomo es el final, y no es que lo hiciese por voluntad, si no que tenia otras series y no podia comprar esta tambien, como dije me la prestaron
ResponderEliminarEntiendo que no fue por voluntad propia.
ResponderEliminarY sí, acabo de mirarlo, y para entonces la saga de Sophie ya había acabado.
A mi el anime(he visto episodios sueltos) me hacía gracia por lo infantil y exagerado. El manga ya le echaré un vistazo de aquí a un tiempo(ultimamente voy leyendo series completas a saco y estoy con Hokuto no Ken)
ResponderEliminarAlgún día tendré que leer Hokuto.
ResponderEliminar