Mario es el símbolo de Nintendo y el protagonista de muchos de sus más memorables videojuegos. Pero la compañía japonesa tiene muchas mascotas, y entre todas ellas destaca Zelda, su serie más prestigiosa. Mario puede ser una gran superestrella protagonista de decenas de blockbuster; Link es el actor de método que gana premios y premios. Aún en estos tiempos de sobrexplotación de personajes es dificil ver un Zelda nuevo en menos de dos años, y prueba de ello es que el esperado Zelda de Wii no creo que aparezca antes del 2011. No obstante, el éxito de la DS y las particularidades de esta consola permitieron a Aonuma y su equipo recuperar el particular estilo gráfico del fallido "Wind Waker" hace dos años y afrontar la franquicia desde una óptica un pelín distinto. "Phanton Hourglass" era un juego de estética cell-shading, con vista cenital y desarrollo puramente 2D y un control completamente basado en el stylus que redefinía la jugabilidad de la serie. Particularmente me encantó aquel juego, solventaba el problema de la navegación de Wind Waker y ofrecía una experiencia de juego muy gratificante.
No obstante, este "Spirits Tracks" me parece muy superior. Me parece, de hecho, el mejor Zelda que he jugado desde el fantástico Majora´s Mask de Nintendo 64. Visualmente es semejante al anterior, aunque el Hyrule que ahora recorremos a bordo de nuestro tren resulta mucho más espectacular, bonito y alegre que el mar del juego anterior (ofreciendo algunos pasajes además muy mágicos). A nivel sónoro muestra algunas piezas magníficas en los grandes momentos (con esas bellas melodías de la saga elegantemente versionadas apareciendo puntualmente), pero en este aspecto el juego es algo irregular pues si la música es importante en la trama y se muestra en todo su esplendor en ocasiones por medio de la flauta terrenal, en las mazmorras y momentos de juego más normales es bastante simple. A nivel jugable se ha pulido el estilo del juego anterior, Link se controla a la perfección con el lapiz, así mismo se han modificado algunos de sus objetos y se ha añadido a la perfección la opción de controlar un personaje auxiliar. Se ha dado también más importancia al micrófono de la consola, pues literalmente tocamos la flauta de la que Link dispone. Aquí el control no funciona bien. En un principio es una gozada, pero cuando el juego avanza y las canciones se complican... sencillamente es un suplicio tocarlas.
La flauta me parece una buena idea, no bien llevada a cabo. Es uno de los dos defectos del juego. El otro es el tren. No me disgusta el tren, y hay secuencias con él que son absolutamente prodigiosas, pero las sidequest se basan demasiado en él y eso hace que haya acabado cansado de ir de una punta a la otra del mapa durante minutos. Jugando el juego, directamente, no creo que este fallo se note demasiado, pero cuando te detienes para completar busquedas secundarias hay demasiados viajes en tren. Curiosamente, la exploración sigue estando presente con el tren, y así mismo tenemos secuencias de acción muy buenas sobre los railes. Este tren me recuerda de alguna forma a la navegación de Wind Waker, se ha perdido la agilidad de Phantom Hourglass aunque en el otro lado de la balanza tengo que decir que Hyrule está mucho más "lleno".
Ahora las virtudes, que no son pocas. Este juego es, sencillamente, el Zelda mejor diseñado desde Majora´s Mask. El desarrollo de la aventura principal es bueno. Tenemos cinco mazmorras temáticas, antes de acceder a alguna de ellas tendremos que ir a la mazmorra central y desbloquearla, y luego cumplir alguna pequeña condición en su región. En su primera mitad el juego es fácil (sobre todo para un habitual de la serie), pero después el nivel sube y nos encontramos con algunos de los puzles más celebrados de la serie. Se han añadido nuevas armas pensando en el control, y el propio uso de las antiguas ha sido pulido. En el anterior Zelda vimos como se aprovechaba el control para reinventar el uso de las armas, aquí se ha dado un paso adelante y el diseño de las mazmorras y los puzles aprovecha a la perfección la pantalla táctil, la pantalla superior y el micrófono. Además, la mazmorra central nos permite controlar a las armaduras que Zelda posea, y esto da una nueva dimensión a los puzles. La dificultad esta bastante bien ajustadas; las primeras mazmorras me han parecido fáciles pero los puzles son originales y lógicos y me hicieron esbozar una sonrisa, después la dificultad aumenta y aunque el juego sigue siendo lógico nos obliga a exprimir al máximo todos nuestros recursos.
Es un Zelda muy "lógico" y no disimula en absoluto los puzles, siendo por ejemplo una de las mazmorras secretas digna de aparecer en la serie de Layton. Todo se enfoca hacia los puzles y los misterios que nos esperan en cada sala, siendo la presencia de enemigos casi anecdótica. Aquí, si el diseño de mazmorras me parece brillante, tengo que decir que los enemigos son bastante normalitos y que el diseño de los jefes finales me parece inferior al de su antecesor (aunque aquí hay que mencionar a parte la última batalla del juego, absolutamente brillante y épica como pocas).
Hay un número monstruoso de sidequest, más de las que recuerdo en ningún Zelda y mucho mejor implementadas de lo normal en la serie. El juego es un paso hacia adelante de la serie en este aspecto y la exploración que podríamos haber perdido por el tren aparece aquí y resulta mucho más gratificante que la habitual exploración de cuevas de la serie. Algunas misiones no son demasiado buenas (transporte de pasajeros en general o búsqueda de conejos), pero otras son magníficas y nos conducen hasta nuevas mazmorras.
Argumentalmente... es un Zelda, luego la historia en el fondo no es más que una excusa para ir de mazmorra a mazmorra. Pero funciona. Es la clásica historia con contexto de dioses, sabios y objetos sagrados, y no tiene tantas pretensiones como para resultar absurda. El aliciente viene de manos de los personajes y de las múltiples referencias a otros juegos de la serie. Es una gozada volver a ver a Lineback, siempre arranca una sonrisa ver una figura de Tingle, y luego tenemos referencias directas a Tetra o al Link de aquellas primeras aventuras en cell-shading. Y luego por supuesto esta Zelda. Zelda es jugable, a su manera, en este juego. El fantasma de Zelda nos acompaña durante toda la aventura, haciendo las veces de "Navi" y manejando armaduras en la torre central. Es noble y justa, pero también caprichosa y algo infantil. Dependiendo del contexto actua de una forma u otra, y en el tramo final directamente es heróica. Me ha gustado mucho como han recreado el personaje y, sencillamente, el ver como los dos héroes combaten juntos o se chocan las manos después de una victoria es un regalo impagable.
¿Recomendable? Rotundamente sí. Depura el sistema de juego de Phantom Hourglass y goza de un diseño sencillamente impecable. La fauta puede ser un suplicio en ocasiones, y el tren ganaría si tuviera una velocidad más. Pero es Zelda que hace honor a su nombre, y es un nombre que es mucho en el mundo de los videojuegos.
No obstante, este "Spirits Tracks" me parece muy superior. Me parece, de hecho, el mejor Zelda que he jugado desde el fantástico Majora´s Mask de Nintendo 64. Visualmente es semejante al anterior, aunque el Hyrule que ahora recorremos a bordo de nuestro tren resulta mucho más espectacular, bonito y alegre que el mar del juego anterior (ofreciendo algunos pasajes además muy mágicos). A nivel sónoro muestra algunas piezas magníficas en los grandes momentos (con esas bellas melodías de la saga elegantemente versionadas apareciendo puntualmente), pero en este aspecto el juego es algo irregular pues si la música es importante en la trama y se muestra en todo su esplendor en ocasiones por medio de la flauta terrenal, en las mazmorras y momentos de juego más normales es bastante simple. A nivel jugable se ha pulido el estilo del juego anterior, Link se controla a la perfección con el lapiz, así mismo se han modificado algunos de sus objetos y se ha añadido a la perfección la opción de controlar un personaje auxiliar. Se ha dado también más importancia al micrófono de la consola, pues literalmente tocamos la flauta de la que Link dispone. Aquí el control no funciona bien. En un principio es una gozada, pero cuando el juego avanza y las canciones se complican... sencillamente es un suplicio tocarlas.
La flauta me parece una buena idea, no bien llevada a cabo. Es uno de los dos defectos del juego. El otro es el tren. No me disgusta el tren, y hay secuencias con él que son absolutamente prodigiosas, pero las sidequest se basan demasiado en él y eso hace que haya acabado cansado de ir de una punta a la otra del mapa durante minutos. Jugando el juego, directamente, no creo que este fallo se note demasiado, pero cuando te detienes para completar busquedas secundarias hay demasiados viajes en tren. Curiosamente, la exploración sigue estando presente con el tren, y así mismo tenemos secuencias de acción muy buenas sobre los railes. Este tren me recuerda de alguna forma a la navegación de Wind Waker, se ha perdido la agilidad de Phantom Hourglass aunque en el otro lado de la balanza tengo que decir que Hyrule está mucho más "lleno".
Ahora las virtudes, que no son pocas. Este juego es, sencillamente, el Zelda mejor diseñado desde Majora´s Mask. El desarrollo de la aventura principal es bueno. Tenemos cinco mazmorras temáticas, antes de acceder a alguna de ellas tendremos que ir a la mazmorra central y desbloquearla, y luego cumplir alguna pequeña condición en su región. En su primera mitad el juego es fácil (sobre todo para un habitual de la serie), pero después el nivel sube y nos encontramos con algunos de los puzles más celebrados de la serie. Se han añadido nuevas armas pensando en el control, y el propio uso de las antiguas ha sido pulido. En el anterior Zelda vimos como se aprovechaba el control para reinventar el uso de las armas, aquí se ha dado un paso adelante y el diseño de las mazmorras y los puzles aprovecha a la perfección la pantalla táctil, la pantalla superior y el micrófono. Además, la mazmorra central nos permite controlar a las armaduras que Zelda posea, y esto da una nueva dimensión a los puzles. La dificultad esta bastante bien ajustadas; las primeras mazmorras me han parecido fáciles pero los puzles son originales y lógicos y me hicieron esbozar una sonrisa, después la dificultad aumenta y aunque el juego sigue siendo lógico nos obliga a exprimir al máximo todos nuestros recursos.
Es un Zelda muy "lógico" y no disimula en absoluto los puzles, siendo por ejemplo una de las mazmorras secretas digna de aparecer en la serie de Layton. Todo se enfoca hacia los puzles y los misterios que nos esperan en cada sala, siendo la presencia de enemigos casi anecdótica. Aquí, si el diseño de mazmorras me parece brillante, tengo que decir que los enemigos son bastante normalitos y que el diseño de los jefes finales me parece inferior al de su antecesor (aunque aquí hay que mencionar a parte la última batalla del juego, absolutamente brillante y épica como pocas).
Hay un número monstruoso de sidequest, más de las que recuerdo en ningún Zelda y mucho mejor implementadas de lo normal en la serie. El juego es un paso hacia adelante de la serie en este aspecto y la exploración que podríamos haber perdido por el tren aparece aquí y resulta mucho más gratificante que la habitual exploración de cuevas de la serie. Algunas misiones no son demasiado buenas (transporte de pasajeros en general o búsqueda de conejos), pero otras son magníficas y nos conducen hasta nuevas mazmorras.
Argumentalmente... es un Zelda, luego la historia en el fondo no es más que una excusa para ir de mazmorra a mazmorra. Pero funciona. Es la clásica historia con contexto de dioses, sabios y objetos sagrados, y no tiene tantas pretensiones como para resultar absurda. El aliciente viene de manos de los personajes y de las múltiples referencias a otros juegos de la serie. Es una gozada volver a ver a Lineback, siempre arranca una sonrisa ver una figura de Tingle, y luego tenemos referencias directas a Tetra o al Link de aquellas primeras aventuras en cell-shading. Y luego por supuesto esta Zelda. Zelda es jugable, a su manera, en este juego. El fantasma de Zelda nos acompaña durante toda la aventura, haciendo las veces de "Navi" y manejando armaduras en la torre central. Es noble y justa, pero también caprichosa y algo infantil. Dependiendo del contexto actua de una forma u otra, y en el tramo final directamente es heróica. Me ha gustado mucho como han recreado el personaje y, sencillamente, el ver como los dos héroes combaten juntos o se chocan las manos después de una victoria es un regalo impagable.
¿Recomendable? Rotundamente sí. Depura el sistema de juego de Phantom Hourglass y goza de un diseño sencillamente impecable. La fauta puede ser un suplicio en ocasiones, y el tren ganaría si tuviera una velocidad más. Pero es Zelda que hace honor a su nombre, y es un nombre que es mucho en el mundo de los videojuegos.
Yo estoy por la mitad del juego mas o menos, acabo de llegar al fondo del mar... Ya me pasé el anterior y me gustó mucho como lo 'transportaron' a la DS y utilizar el stylus.
ResponderEliminarEste como bien dices me parece algo mejor, el tren me gusta mas que el barco y se hace hasta mas cómodo jejejeje siempre y cuando no te aparezcan bichos por medio.
Espero terminarlo pronto y poder hacer una reseña en el blog de Darlantan ^^
Un saludo
A mi llamadme clásico, pero donde esté el control normal... El anterior lo jugué y acabé cansándome de la 'tactilidad'.
ResponderEliminarMe alegra que haya gente que le guste el Majoras Mask; juego que sí supo manejar de forma original el desarrollo del tiempo ( y no el Ocarina).
ResponderEliminarPero volviendo a Spirit Tracks, no había disfrutado tanto de un Zelda de portátil desde el maravilloso Link's Awakening. El viaje en tren si que se hace pesado en ocasiones, pero con las vías secretas se mantiene ese gusto por llegar a nuevos lugares. Los puzles son muy originales, sobre todo los que cooperas con Zelda. Y los nuevos items también me han gustado, sobre todo el Cetro de las Arenas.
Estoy de acuerdo con lo de la flauta terrenal, las dos últimas canciones me han desesperado. Sobre todo las que no debes tocar cierto tubo. El caso más sangrante es la última, llega a trastocarte -para no hacer spoilers- el mejor momento del juego.
Es cierto que los enemigos finales son relativamente fáciles, pero el diseño del cuarto me ha gustado mucho. Y la batalla final ha sido, posiblemente, la que más me ha emocionado de la saga, la actuación de Zelda es fantástica y espero que no se abandone ese nuevo rol que se le da. Aunque no supone el reto que supuso el jefe final de Minish Cap.
El personaje de Zelda lo has definido muy bien, y tiene unos puntazós bastante divertidos.
Hace tiempo que no disfrutaba tanto de un Zelda (aunque los de GC no los he jugado)
Goseki, pues te queda lo mejor. Los templos que te quedan son buenos, pero sobre todo es magistral la mazmorra central, que mete un subidón espectacular.
ResponderEliminarJeparla, es todo cuestión de gustos, claro. Estos son Zeldas menos "sesudos" que los habituales, más para raticos, por decirlo de alguna manera. Yo los encuentro bastante relajantes.
Smith Corona, particularmente el Majora me encanta, es muy distinto al Ocarina y tiene un sistema de juego original y muy profundo.
El cetro de las arenas me encanta, aunque como dices la palma se la lleva Zelda. Los puzles de los últimos niveles de la Torre de los Dioses son muy buenos.
El tren recompensa los viajes con nuevas vias y los andenes ocultos y demás, pero si haces muchas de estas busquedas seguidas se resiente demasiado (y yo directamente paso de hacer la de los conejos).
Y la flauta jode, más o menos le cogi el tranquillo al final, pero las últimas me costaron bastante. Y como dices, el ambiente de la última canción es demasiado grande como para lastrarlo con el instrumento.
La batalla final es memorable, pero los otros enemigos finales, teniendo sus cositas... me parecen menos inspirados que los del Phantom Hourglass.
Zelda la han manejado a la perfección, en algún momento puede ser mejorable pero tan bien es cierto que era un riesgo que era más fácil que saliera mal que bien, y mi valoración final es muy positiva.
Por otra parte, no soy un gran defensor de los Zeldas de la cube (y aquí incluyo el Twilight), el primero me parece demasiado corto y fácil, y al segundo le falta "alma", por decirlo de alguna manera.
Yo lo estoy jugando ahora ^^
ResponderEliminarMe llego por la mazmorra de la nieve y me da que va a ser un juego cortísimo :(
Lo del tren no me termina de convencer, pero bueno. Incluso aunque no sea un gran Zelda, sí es un gran juego.
Yo aún he de probarlo, pero la verdad es que leyendo lo que has comentado, tiene muy buena pinta >__<
ResponderEliminarEl juego está muy bien. Gráficamente es genial, pero me parece que los entornos mientras vas en el tren no están bien hechos. Lo veo demasiado irreal. De todas formas, ya estoy casi en el final, y me gustó bastante más el anterior. Phantom Hourglass me pareció más difícil, sobretodo con lo del tiempo para bajar hasta el último piso (también la temática "piratas" me gusta más que la de "maquinistas"). Es un gran juego, pero el anterior me gustó mucho más. El tren es un desespero, tenía la esperanza que al final Bigboy te diera alguna mejora para el tren para ir más rápido pero se han ido totalmente. Lo acabaré para ver el final épico que comentas, no me queda mucho, estoy al final del templo del Fuego.
ResponderEliminarUn saludo.
Battosai, hombre, la mazmorra de la nieve es la segunda, y ahi son todavía bastante cortas y fáciles.
ResponderEliminarEl juego tiene una curva de dificultad bastante marcada y la dificultad de los templos aumenta. Además, al final los episodios de la Torre de los Dioses son bastante largos (más complejos y satisfactorios que las propias mazmorras, dicho sea de paso)
knil, yo tenía reticencias inicialmente al juego, pero me ganó casi desde el primer momento.
Fung, vaya, eres la primera persona que leo que prefiere el Phantom Hourglass.
En todo caso, aún te queda algo. Y las dos visitas que te quedan a la Torre de los Dioses son más largas que las mazmorras en sí.
Para mi gusto este juego es bastante más largo -por las sidequest y el mayor número de mazmorras- que el anterior, y además el diseño de los puzles me parece sobresaliente en muchos casos.
Yo me cago en la flauta... asi de claro, y me cago en el que tuvo la idea de usarla ¬¬.
ResponderEliminarMe he quedado donde los Goron, y supongo que lo retomaré cuando mi vaso de paciencia se recupere xDDD.
Consejos para la flauta extraidos del foro de Vandal:
ResponderEliminar-LO MAS IMPORTANTE, no es el ritmo, es el momento en el que tocas la canción. El juego, por alguna razón que desconozco, te lía con las frases de lso tremebundos y ese giro que hacen en el que se iluminan las notas. No es entonces cuando hay que tocar. HAY QUE TOCAR SOLO CUANDO LA CAMARA ESTA CENTRADA EN LINK. No puedes tocar ni antes ni después.
-Hecho esto, el ritmo importa más o menos poco y sólo tienes que preocuparte de tocar las notas. Se te colara alguna doble, alguna que no es... pero al final saldran.
pd: La del fuego es la primera jodida, pero esperate porque aún después te quedarán dos que son más jodidas aún.