Pongamonos en situación. Voy por la calle un día normal y se me acerca un chico/a y, en lugar de preguntarme la hora, me pregunta por mi libro ruso favorito. Situación poco probable, cierto, pero probable. Y sería embarazoso para alguién que se precia de ser un lector compulsivo no poder responder con propiedad. Afortunadamente ya no me pasara, en una extravagancia par a esta introduccón me ha dado por leer esta magna novela de la literatura universal. Ya en su momento reseñe el Quijote, así pues continuare subiendo el bajo nivel cultureta de este blog con la reseña de el crimen y la culpa de Rodion Raskolnikov.
La novela nos narra una clara introspección psicológica de Rodion, un joven ex-estudiante de San Petersburgo que movido por la miseria, sus ideales y la fiebre asesina a una vieja usurera para robarle y para librar a la sociedad misma de la parasitaria existencia de esta. El crimen se narra con un detalle y una fuerza brutales y constituye una de las mejores escenas que he tenido el placer de leer. Pero no es una novela de acción, sino de introspección, y lo que Dostoyevski realmente quiere narrar son los pensamientos que asolan al personaje antes y después del crimen. Antes un joven orgulloso y altivo, después un hombre asolado por la culpa que va perdiendo poco a poco la cordura y se encuentra completamente perdido. Para ello el autor ruso rodea al protagonista de un variado grupo de secundarios que normalmente alternan la rectitud moral con la más absoluta depravación, el bien y el mal, y de los que Dostoyevski también se vale para retratar distintos aspectos sociales, políticos o filosóficos de la época.
Es una novela larga y densa, casi 700 páginas con un estilo que cargadas de profundos viajes al interior del personaje principal, descripciones poderosas y escenas de tensos diálogos (las conversaciones con el juez de instrucción o las diserciones filósoficas del protagonista con otros personajes son antológicas). Es también justo mencionar que el ritmo es relativamente lento y que en ocasiones Dostoyevski se desvia demasiado con algunos personajes o tramas.
La prosa del escritor ruso es muy poderosa, pero es innegable también que pertenece a un estilo formalmente antiguo y que no es una lectura fácil (al menos para lo que yo estoy acostumbrado actualmente). Recomendable, siempre que se sepa que a que tipo de lectura se enfrenta uno.
La novela nos narra una clara introspección psicológica de Rodion, un joven ex-estudiante de San Petersburgo que movido por la miseria, sus ideales y la fiebre asesina a una vieja usurera para robarle y para librar a la sociedad misma de la parasitaria existencia de esta. El crimen se narra con un detalle y una fuerza brutales y constituye una de las mejores escenas que he tenido el placer de leer. Pero no es una novela de acción, sino de introspección, y lo que Dostoyevski realmente quiere narrar son los pensamientos que asolan al personaje antes y después del crimen. Antes un joven orgulloso y altivo, después un hombre asolado por la culpa que va perdiendo poco a poco la cordura y se encuentra completamente perdido. Para ello el autor ruso rodea al protagonista de un variado grupo de secundarios que normalmente alternan la rectitud moral con la más absoluta depravación, el bien y el mal, y de los que Dostoyevski también se vale para retratar distintos aspectos sociales, políticos o filosóficos de la época.
Es una novela larga y densa, casi 700 páginas con un estilo que cargadas de profundos viajes al interior del personaje principal, descripciones poderosas y escenas de tensos diálogos (las conversaciones con el juez de instrucción o las diserciones filósoficas del protagonista con otros personajes son antológicas). Es también justo mencionar que el ritmo es relativamente lento y que en ocasiones Dostoyevski se desvia demasiado con algunos personajes o tramas.
La prosa del escritor ruso es muy poderosa, pero es innegable también que pertenece a un estilo formalmente antiguo y que no es una lectura fácil (al menos para lo que yo estoy acostumbrado actualmente). Recomendable, siempre que se sepa que a que tipo de lectura se enfrenta uno.
No creo que lo lea hasta dentro de unos años, es densa, y mi mente no ha madurado lo suficiente para apreciar algunas cosas.
ResponderEliminarAdemás, a mi si no es de fantasía, me cuesta xD.
Guerra y Paz es bastante mejor, mucho más entretenida. De hecho, a mi personalmente Dostoyevski, salvo la obra que nos ocupa, me resulta bastante aburrido y mira que tengo un estomago curtido en cien mil batallas pero no puedo con él.
ResponderEliminarLos hermanos Karamazov tuve que dejarlo por la mitad así, y El Idiota otras tres cuartas partes de lo mismo.
Todo es muy denso y uno tiene la sensación que no ocurre nada de nada
Lo leí hace tiempo y me encantó. Es sin duda una de mis 5 novelas preferidas.
ResponderEliminarJu*N, bueno, un buen libro entra siempre bien... pero sabiendo tu edad y un poco los gustos que tienes, no te recomendaría -ahora- esta novela.
ResponderEliminarjuan, "Guerra y Paz" es una que tengo pendiente, pero intimida aún más que esta por número de paginas. Quiero leerla, pero ahora necesito algo más ligero. Dostoyevski, como comentas es bastante durillo.
A mi la novela me ha gustado, pero también porque iba muy mentalizado a leer todo el rato descripción psicológica y eso. El autor tiene una prosa con una fuerza brutal, me apena un poco que no la use más en la novela y se centre sobre todo en las reflexiones.
Battosai, a mi me ha gustado, pero no lo colocaría en mi top 5 (top bastante de genero dicho sea de paso, el unico libro "clásico" que se metería sería "100 años de soledad")
Extrañas palabras palabras para un seguidor del Señor de los anillos y Canción de fuego y hielo, y cuando la leas entenderás el porqué.
ResponderEliminarTolstoi empezó a escribirla por que estaba aburrido debido a que se rompió el brazo al caerse de un caballo, y dado que no podía ver la tele ni navegar por internet, se puso a escribir para divertirse. ¿Y que escribiría uno con tal fin? ¿Batallas? ¿Intrigas palaciegas en periodos de paz? :-D
No me tientes Frodo!
ResponderEliminarXD
Tan sustancial como el suplicio que resulta terminarlo, y no por la erudición exactamente, sino que la trama y las concurrentes introspecciones —sin hablar de la casi enfermiza conducta del protagonista la mayoría del libro— son elementos por demás irritantes. Personalmente soy una esponja de percepción cuando me concentro demasiado, Rodia me transfería toda su locura. Eso fue lo que más me costó a la hora de leerlo.
ResponderEliminarMe quedan recuerdos de conversaciones imponentes, y personajes como el sujeto aquél del espectacular suicidio (gran personaje).
Si estos libros fueran como las novelas ligeras en Japón (con ilustraciones tipo manga), estoy seguro que serian más leidas, al menos por mi para hacer más entretenida la lectura.
ResponderEliminarGambit, la escena del suicidio es antológica, así como algunas conversaciones.
ResponderEliminarEn cuanto a toda la locura... yo creo que algún momento Rodia se pasaba, pero que en general estaba muy bien conseguida... y que obviamente era el objetivo del bueno de Dostoyevski.
Toriko, hombre, ten en cuenta que estan enfocados hacia un público muy distinto.
Las novelas manga estan muy influenciadas por nuestra cultura actual, pero en la rusia del 1860 poca cosa así ibas a encontrar más allá del teatro.