Emoción coherente

One Piece 617 - El incídente de la colina de coral.

¿Hodi Jones vs Zoro? Curioso enfrentamiento y curioso momento para él. Creo que resulta relativamente fácil adivinar que pasara en los próximos capítulos, pero si alzamos un poco más la cabeza para ver por encima del previsible enfrentamiento entre Zoro ¿y Nami? con Jones y la llegada de Van der Decken a donde Luffy y cía... encontramos que es poco menos que imposible adivinar que demonios va a pasar en esta saga. Y eso dice mucho, y bueno, del bueno de Oda.
Para empezar el título del capítulo alude a un acontecimiento, que si bien entendemos que es importante y que ocasionará algo de caos temporal, no debería de ser muy importante al final pues es de suponer que Shirahoshi lo explicara todo, que Neptuno esta positivamente impresionado por la banda, que Jimbe mediara, que Shirlley al final verá el doble sentido de su visión y que al final -tras la batalla de rigor- la banda acabará celebrando un festín en el fondo del mar con todo el que se acerque por aquellos lares. Quedando Zoro frente al que parece el supuesto "enemigo" de la saga, es raro que el titulo no vaya para este enfrentamiento. Sin entrar en la imagen (que parece confirmar que Kuina esta definitivamente muerta... y que por tanto Dragon y cia no arrivaron aquella noche en su isla para preparar su regreso), ya en el título tenemos un componente cuasi anticlimático. "El incidente..." parece decirnos que estamos presenciando la causa de algo (algo que, como ya he comentado, no me parece muy importante), no la reacción o el desenlace de una parte de la historia.
Ya en el capítulo lo primero que llama la atención es Zoro. Grandioso en los últimos capítulos y espectacular en este. Zoro sigue siendo más o menos igual de suicida que siempre, y además lleva su honor hasta límites insospechados (la interacción de Zoro con Neptuno y su corte es impagable). Pero a todas sus características de siempre Zoro le añade ahora una seguridad aún mayor. En cierta manera el Zoro actual me recuerda algo a Ojos de Halcón cuando no tiene que soportar alguna chorrada de sus compañeros, silencioso, elegante y poderoso. Pero el Zoro actual también recuerda un poco a un Rayleigh no sólo fisicamente, su seriedad y tranquilidad son un mástil al que sus compañeros pueden agarrarse cuando Luffy y no esta, y si bien ya le habíamos visto hacer grandes sacrificios por la banda ahora parece más comprometido aún en su rol de segundo de a bordo.

La pregunta ahora es... ¿Quién demonios es el padre de Kuina en verdad?

De Zoro pasamos a los tritones. Cara y cruz. Primero un Neptuno que ya definitivamente no puedo ver como enemigo de la saga, haciendo gala de un honor y una capacidad de sacrificio por sus hombres que confrontan directamente con los de Hodi, que no duda en usar un nakama como escudo (algo que en One Piece es sinónimo de malo, malísimo y mezquindad suprema). Pero Hodi no sólo es malo como un cuento de Disney, es malo pero listo. Dejando a un lado que se infiltrara en la armada de Neptuno para aprender a luchar (como si algún ejército real fuera fuerte en One Piece...), ha preparado su plan metículosamente y lo primero que hace es inundar el palacio... y esto nos sirve para ver dispara agua como Arlong (dicho sea de paso, nunca me gustó esa técnica) y que se vale del agua. Arlong echó a Luffy al agua... y está bien ver que, rodeados de agua, Hodi no se pone a luchar en igualdad de condiciones con Zoro, se vale de la superioridad racial de la que tanto alardea. Y esto nos da tanto un handicap para un Zoro que se supone que es poco menos que un Dios con la espada como una interesante -y lógica- variación en el tipo de luchas que solemos ver en la serie. Además el agua introduce un límite de tiempo en la batalla, lo cual presagia que el siguiente capítulo será intenso en este sentido (y que Zoro ganará o huíra de alguna forma)... y esto también se traduce en que esta no será la batalla final de la saga de Zoro, pues parece todo demasiado rápido y la tradición manda que con muchos enemigos (como es el caso) Zoro se encargará del penúltima.
Y si bien Zoro ha hecho que Neptuno carge con Usopp y Brook sabiendo que no pueden luchar bajo el agua, Nami esta "missing in action". Y no parece casualidad. Parecía inevitable que la pelirroja de la banda tuviera un gran peso en esta saga, y el discurso de Hodi y su reacción parecen indicar que Oda va a entrar a saco en este punto. No puedo hacer otra cosa que alegrarme. De primeras parece que no va a repetir el rol de Thriller Bark; Nami ya ha padecido mucho a manos de los tritones y es tiempo de venganza. Me gustaría por encima de todo que quien se enfrentara con Hodi en la lucha definitiva no fuera ni Luffy ni Zoro, sino Nami. Evidentemente es algo muy dificil (aunque sigue pareciendome que el enemigo final de la saga aún no ha aparecido), pero al menos parece que Nami va a repartir esta saga... y eso es muy buena noticia tanto para ella como personaje como para el manga en sí (Oda siempre se ha contenido bastante a la hora de "herir" a sus damiselas y cualquier cada golpe o corte que Nami y Robin reciben creo que lo mejora como mangaka).

¡Venganza!

Luego queda "el incidente de la colina de coral", pero la verdad es que este me parece poco menos que anecdótico... lo único es que quizás sea Sanji el que se encarge de Van der Decken. Pero este mismo condicionante no hace sino alejarnos del fin de la saga, todo parece indicar que la batalla contra el capitán del Holandes Errante se librará en mitad de la isla... lejos del Bosque Marino. Y Robin y Franky estan lejos, junto a Den-san y Jimbe, frente a la tumba de Otohime y el lugar donde todo parece destinado a terminar. Y los príncipes están perdidos. Y los segundos de Hodi están divididos. Y Cariboo sigue sembrando el caos.
La saga parece estar lejos de acabar, y el mérito de Oda es que aún así, aún lejos del desenlace emotivo de la historia, aún sin haber visto el más que previsible flashback, con algo tan sencillo como un temporal Hodi vs Zoro submarino con la sombra de Nami y su pasado es capaz de elevar la tensión y la emoción de la historia hasta un punto muy alto sin disminuir un ápice la coherencia de esta.