Las sombras del sol

One Piece 619 - en el bosque marino

No puedo comenzar esta reseña de otra forma. El perro del pueblo de Buggy. Que jodidamente grande que es Oda. Se veía venir después de haber visto a la niña de las bolas de arroz de Zoro, pero es que volver a ver a este perro es muy grande. Uno se hace una idea de que Oda siempre cuida a todos sus personajes hasta el extremo (que Camie pase de Jimbe, Luffy y Shirahoshi para centrarse en Hatchan en este capítulo es otra muestra de lo mucho que Oda cuida la coherencia de sus personajes). Este cuidado es el que les confiere un carisma tan gigantesco a todos... incluso a este entrañable perro.
Pero perros al margen, este es un gran capítulo en el que Oda desarrolla muy bien tanto una secuencia de acción (Neptuno, Hodi y Zoro), como una de trama (el bosque marino).
Por un lado tenemos la continuación de la batalla del palacio tras la exhibición de Zoro del capítulo anterior. Oda me esta pareciendo muy coherente a la hora de desarrollar esta parte. En primer lugar ha dejado claro que Zoro es Dios sobre la Tierra, y luego posteriormente ha remarcado lo evidente de que aún con todo siguen estando bajo el agua y es un terreno en el que no pueden ganar a los hombres-pez. Esperaría que Usopp hiciera algo más, pero como parece obvio que las intenciones de los tritones son capturarlos es normal que el gran guerrero de los mares espere a un mejor escenario para combatir. Hodi ha quedado bastante mal, como el Arlong que más o menos es, pero empastillado ha subido logicamente el nivel y se nos muestra un poco los efectos -contra una vara de medir más exigente que el hombre-cangrejo- de las pastillas (hay que reforzar la defensa de Usopp diciendo que no sólo Hodi las toma, sino todo su ejercito).
Luego queda la exhibición de Neptuno y su super kame-hame de agua, que casi deja en ridículo los ataques de Jimbe en Impel Down. Un flashback parece evidente, y ahi seguramente veamos algo de Neptuno en todo su esplendor... pero lo cierto es que me gustaría que se tomara alguna pastilla de Hodi o hiciera un par de abdominales, hay un coloso en ese celecanto y espero verlo en acción.
Ahora mismo la situación es muy chunga para Zoro, Usopp y Brook. Y esta bien que sea algo tan simple como el agua lo que les haya hecho quedar en desventaja. Es lógico y hace que One Piece huya un poco de esa espiral de fuerza en la que caen los shonnen. Zoro puede ser Dios, pero es vulnerable a algunas habilidades (Horohoroho), y por supuesto en el agua todos lo tienen muy chungo frente a una raza de hombres-pez. Afortunadamente en esta serie todavía no hay nadie que sencillamente gane con la fuerza de sus gritos.... salvo Barbablanca, pero es que Barbablanca no es que sea DIOS, es que el puto Olimpo entero (y con Hades).
Oda ha desarrollado bien esta parte en apenas un par de capítulos, y ahora casi molesta que la abandone para contar otro frente. Queda la duda de que hara Hodi Jones. La captura parece la opción más razonable. No obstante, el buen tiburón ya debe haberse dado cuenta de que los Sombrero de Paja no se cargaron a Arlong de chiripa y que no son una amenaza a ignora (supongo que Oda recurrira a la idea de que quierre derrotarlos para resarcirse ante los suyos y demostrar la superioridad de su raza, idea pelín tonta cuando la serie se centra en la banda de Luffy, pero supongo que Hodi no tendrá acceso al guión de la serie). Y además aún faltan por aparecer los tres hijos de Neptuno, y viendo al padre... al menos Fukaboshi va a soltar unos señores tortazos.

"A veces un caballero tiene que luchar"

Y luego tenemos el arco de "el pobre Jimbe conoce de verdad a Luffy". Estas páginas son una muestra de, épica y demás al margen, la razón por la que amo este manga: humor absurdamente lógico. Estas páginas son una sucesión de gags y situaciones hilarantes que se suceden con una naturalidad y sencillez que quitan el aliento. Tenemos a Franky con su cresta (un Franky que se concentra en el Sunny y en presentar orgulloso al hermano de su maestro), a Sanji con su perversión habitual y a un Chooper que no da abasto en atender heridos pero que confirma que el cocinero ha vuelto a su yo habitual tras haber estado a las puertas de la más estúpida muerte imaginable. A Robin que se ha ido sin que la veamos en la mejor tradición de su personaje. A Luffy presentando a Shirahoshi ante su grupo, y a esta conociendo a todo el grupo con la felicidad e ingenuidad de una niña que vive su primera aventura y después regalándonos una hermosa escena frente a la tumba de su madre. Y al pobre y serio Jimbe conociendo de verdad a Luffy, viendo como Luffy se olvida de él a los dos segundos de conocerle y como su tripulación ha puesto patas arriba la isla en apenas unas horas... y como ni les importa ni parecen darse cuenta de ello. Jimbe conoció al Luffy hermano de Ace, ahora esta conociendo a Luffy el del Sombrero de Paja. Un disparate que sólo puede detener dando un puñetazo muy grande y usando la más pesada y central trama de la saga.
Comienza el Nami vs Jimbe. Un encuentro que se esperaba desde hace más de quinientos capítulos pero que al conocer a Jimbe se desdibujó un poco. Nami estuvo a punto de estallar frente a Hodi y ahora tiene una nueva prueba frente a Jimbe, que parece que va comenzar a contar -más pronto de lo que yo pensaba, y con las espadas en alto en el palacio- una especie de flashback del pasado que comparte con Arlong (y que supongo que incluirá a Hodi, Neptuno y su familia y esperemos que Fisher Tiger). Jimbe no es mal tipo y siendo heredero de Fisher Tiger todo parece indicar que Arlong fue alguién que abandonó su banda, no que Jimbe lo mandara a esclavizar humanos... pero por supuesto nuestro honorable pez samurai se debe sentir responsable.
La duda consiste en como manejará Oda a Nami en esta saga. No creo que haya de ser algo tan simple como el perdón de Hatchan, pero Jimbe es un bonachón que ayudó a Luffy luego tampoco tendría mucho sentido que Nami estuviera enemistada o resentida contra él.
En fin, a esperar, como siempre, los siguientes capítulos, que uno de los grandes méritos de Oda siempre ha sido lo bien que maneja los tiempos en un formato tan complicado como el folletín. Siempre quedamos espectantes ante el siguiente capítulo, y siempre somos incapaces de adivinar que sucedera. Tenemos flashback en ciernes, pero también a un acosador idiota volando hacia el grupo protagonista, tenemos una batalla de un tiburón contra un super-sireno anciano... y para colmo tenemos un pantano andante secuestrando sirenas e incluso una arqueóloga buscando superpedruscos.

¡Sanji esta curado!