No, sencillamente, no

Beelzebub 138 - El padre del señor de los demonios.

Beel tenía una asignatura pendiente: los combates. La batalla contra Toujou fue de lejos lo peor de la primera mitad del manga; luego el autor supo solventar el conflicto del nuevo instituto con el partido de voleibol, un recurso cómico que funcionó infinitamente mejor… pero quedaba la asignatura pendiente de las batallas. Beelzebub tiene una gran comedia, pero su estructura es la de un shonnen de batallas tradicional, con lo cual las peleas forman parte de su estructura básica. Esta era la saga para redimirse… pero en lugar de ello ha fracasado estrepitosamente.
El primer encuentro con los pilares no fue gran cosa, y el segundo tampoco… pero al menos en tiempo estaban bien planificados y propiciaron unas muy buenas sagas de entrenamiento (curioso que Beelzebub sea mejor en los entrenamientos que en las batallas, cuando normalmente es al reves). El argumento además estaba bien llevado con unos enemigos que eran claros aliados del futuro y con En y Furuichi como motores en parte de todo. Si bien las batallas no habían sido muy buenas hasta ese momento, todo parecía indicar que ahora la serie brillaría y nos daría buenos combates que añadirían al surrealismo de la serie un toque de epicidad.
No ha sido así.

Dentro de la serie tiene su lógica... pero que esta saga acabara antes del 150 me parecía forzadísimo... que acabe antes del 140 directamente me parece un disparate.

Una saga que ha tenido 50 capítulos de preparación entre una cosa y otra no puede acabar en menos de un tomo de peleas. ¿Qué el combate ha tenido escenas divertidas? Sí, pero no hay explicación medianamente lógica a nada y Oga gana al estilo Fairy Tail (sólo que sustituyendo la palabra amistad por partenidad (por mucho que este sea el motor argumental de la serie)). El combate ha dado sensación de todo menos de desafio. Y ya ni hablar de Kunieda, Toujou, los seis de Ishiyama o tantos otros que habían acudido a la batalla y que parecía que iban a tener sus pequeños grandes momentos. Tampoco se nos ha presentado a diversos generales que puedan dar juego en las siguientes sagas, ni siquiera las viejas glorias se han dejado ver cuando parecía casi sería todo lo contrario. La saga tenía que acabar con un reset y lo sabíamos… pero es que sencillamente tengo la sensación de que no ha acabado, de que al autor le han metido prisas en la editorial (y vale que la serie no sea un pilar de la Jump, pero vende medianamente bien y esta saga sin prisas bien dirigida podía haberla convertido en una grande) y ha tenido que cerrarla aprisa y corriendo dejando de lado todos los combates secundarios.
El humor sigue estando ahí, pero esta era la oportunidad de la serie para despegar hacia cotas más altas… y no lo ha hecho, y una serie que consideraba una compra segura si era licenciada en España ahora comienza a tambalearse dentro de mis preferencias.