Antes de morir le explicaré mi plan, señor Bond...

One Piece 670 - Nublado con posibilidad de limo

Desde una primera página protagonizada una Robin cada vez más bella en compañía de Franky (para mi la pareja de miembros de la banda que tienen más feeling entre si descontando a Luffy) hasta una viñeta final divertídisima, creo que este es uno de los capítulos más redondos de toda la saga. Sin grandes revelaciones, sencillamente asistimos a un modélico capítulo de transición marcado sobre y ante todo por el humor. Tiempo habrá para épica, y probablemente veamos en breve un encuentro entre Chopper-Law y Monet que podría arrojar bastantes luces sobre la saga actual, pero afortunadamente camino ya de los 700 capítulos el humor sigue siendo protagonizando la serie ya sea de forma previsible o de forma completamente inesperada. El humor puede resultar más o menos inspirado, pero ha de existir. Una saga buena será buena tenga humor o no, pero una saga mala es entretenida si tiene humor... mientras que si no lo tiene es insufrible. 

Hoy no puedo evitarlo... lo siento Robin, pero hoy toca...
¡¡fanservice de Chihaya Ayase!!

No estoy diciendo que esta saga mala, ni mucho menos. Pero Punk Hazard se encuentra ahora en una extraña tierra de nadie repleta de situaciones bizarras que esperan verse concretadas, y no hay mejor manera de aderezar las obligatorias y necesarias escenas de transición que con humor. Y en este capítulo Clown aparece junto al grupo protagonista, y el megamoco comienza a autodispararse en lo que parece ser su forma de atravesar grandes distancias mientras unos anónimos marines del G5 entregan noblemente sus vidas de casacas rojas para enseñar al lector los peligros de un megamoco venenoso y altamente inflamable.

El megamoco se presenta como una amenaza formidable para todos aquellos que sean logias o una encarnación andante de la muerte, y aún así es dificil pensar como algunos de los titanes de la serie podrían acabar con un enemigo como este (un Akainu esta claro que podría hacerlo mediante su fruta, y supongo que una Big mom podría ¿comérselo? pero aútenticas bestias pardas como Shanks o Barbablanca no tendrían más fácil derrotar una gigantesca masa venenosa y explosiva que detener la caída de un arca gigantesca). 

El mérito de Oda ideando estos desafios para la banda después del salto temporal no es poco. Aunque en esta ocasión no tenemos un tritón drogata como complemento a Sir Isaac Newton y un arca gigantesca, en esta ocasión tenemos a todo un científico loco con una fruta gas-gas y un gran plan que... a Luffy no le importa una mierda. La sencilla forma en la que Luffy interrumpe el discurso de Caesar y la infantil alegría con la que lo atrapa son sencillamente impagables. Una caracteristica propia de los villanos es su gran ego, tan importante como ser malo es que todos sepan tus motivaciones y lo listo o poderoso que eres, lo imposible que es oponerse a ti, lo elegido que estas por los dioses y todas esas chorradas. No hay malo que se precie que, si esta apuntando al prota de turno con una pistola no le suelte un discurso eterno convencido de que nadie acudirá en ayuda de su enemigo porque los aliados de este ya han sido aniquilados por sus eficientes vasallos, es ridículo y cuando el protagonista es insufrible todos deseamos que el malo se calle y dispare de una vez (si dispara, porque aunque es un rasgo sobre todo de los protagonistas, no hay pocos villanos que en tal situación arrojen su arma para demostrar que son mejores que su archinémesis de turno). En One Piece es no pasa, al menos no tan descarademente. Siempre hay algún amig@ de la banda (o el padre de est@) que escucha el plan maligno del Enel de turno, y Chopper y Usopp se asustan, y Nami llora, y Robin suelta un comentario cínico... pero a Luffy le importa tanto como a Cocodrile el plan de Barbanegra. Y eso es impagable.

Y ya que me he salido de One Piece... aprovecho para promocionar la encuesta
¡¡ Fanservice de Diana !!

Y junto a Caesar y su moco están Tashigi y Smoker. Dejando a un lado que ahora mismo, por mucho que le duela a su ego, el científico y su megamoco parecen poca cosa para la congregación de fuerzas del bien que pululan por la isla, el reencuentro de Luffy con su duo de perseguidores era uno de las cosas que más quería ver de esta saga. Y como esta es una relación que parece que durara hasta Raftel y más allá, no podía resolverse de otra forma que no fuera cómica. Y aqui naturalmente ha entrado en juego el intercambio de cuerpos de Law, que ha servido para que la pelea no haya podido ser en ningún momento seria y la enemistad íntima de esta pareja se haya agrandado un poco más en base a las coñas y el respeto. Las coñas son evidentes, pero el encuentro ha dado para algo más que para demostrar que Luffy puede ahora alcanzarle o que a un vicealmirante no le dan el puesto unicamente por su fruta o sus habilidades físicas (aunque esto último no sería capaz de asegurarlo en el caso de los vicealmirantes gigantes). El ramalazo "tsundere" de Smoker recriminándole a Tashigi que use su cuerpo para perder contra Luffy, o la misma afirmación de este último de que no es una lucha divertida si tiene un handicap tan grande reafirma las visiones nobles o respetuosas que tienen el uno del otro, y a ello se une el reconocimiento de Luffy a la falsa Tashigi, pasando de ser la "tía de Smoker" a ser alguién cuyo nombre merece ser recordado (y sabemos que los bytes en la memoria de Luffy se venden escepcionalmente caros).