La novena entrega de la saga siempre ha sido calificada como un regalo, un regalo porque la saga se había desviado ya definitivamente hacia el steampunk que despuntaba en la sexta entrega y que ya se convirtió en una mezcla de fantasía futurista a partir de la célebre aventura de Cloud y el puto Sephirot. Yitan y cía fueron un canto de cisne del espíritu de rol medieval de la serie, una mirada al pasado en todos los sentidos posibles. La última colaboración de todos los padres clásicos de la serie.
Y es una gozada.
No soy un gran experto en fantasías finales, sólo he jugado 5 entregas numeradas... pero esta la coloco sin duda en mi podio particular, un podio en el que simbólicamente ahora Vivi se pelea con Celes y Rydia por un primer puesto nada claro.
Final Fantasy IX nos transporta a Alexandria, la capital de un reino donde un extraño personaje bajito con ojos amarillos despierta. Una obra de teatro se va a celebrar ante la reina y la princesa, y Vivi consigue asistir al gran evento al tiempo que la princesa Garnet ruega al simpático ladronzuelo Yitan que la secuestre para la fustración de su fiel caballero Steiner. Comenzará así una fuga repleta de peligros durante la cual los personajes comienzan a averiguar las extrañas intrigas que se suceden bajo la reina y sus sombríos aliados.
La historia no tiene mucho más. Clásico malo muy malo y héroes muy heroicos. En la simplicidad está la elegancia y la trama se mantiene muy bien hasta que a los japoneses les invaden sus manías y comienzan con cosas extrañas del pasado de Yitán que joden la historia (aunque desde luego no llegan a la altura de las paranoias surreales de Cloud y los pretenciosos líos ya directamente inclasificables de Squall). La historia es algo irregular; Yitán es un protagonista carismático y magnífico durante los dos primeros cds, perdiéndose después en su propio protagonismo, como sucede con la propia historia principal que al final acaba cayendo en una sucesión demasiado grande de tópicos. Es una pena porque la historia de los primeros cds es simplemente preciosa, y personajes como Garnet, Steiner o Freija son magníficos... de Vivi sencillamente no diré nada más que es un personaje mágico.
Vivi es DIOS, todo lo sabemos. Garnet es adorable. Yitan un puntazo.... pero ¿quién demonios diseño a Quina? |
Sin embargo la historia sólo es un plus en un juego, un hilo conductor que no tiene más obligación que conducirnos de una situación a otra y que mientras no sea insultante me satisfará de sobra. Y como juego, Final Fantasy IX es muy bueno. Es una vuelta a las clases, a las características definitorias de mi adorado Final Fantasy IV. Un mago negro es débil físicamente una maga blanca cura, un invocador invoca, un guerrero es un tanque, un ninja tira cosas y un caballero-dragón salta. Si exceptuamos lo dopado que está el ladrón por el factor "soy el protagonista" y que el rol de mago blanco e invocador se ha fusionado, las clases son extraordinariamente cerradas. Únicamente Vivi es capaz de lanzar un Piro, y únicamente Garnet y Eiko son capaces de usar Cura o invocar un espíritu (y los espíritus que cada una puede invocar son distintos). Disponemos de una gran cantidad de habilidades y ataques que vamos consiguiendo por medio los objetos que nos equipamos; en cierta manera podemos configurar mucho a los personajes, pero suelen ser habilidades pasivas o de defensa y no podemos hacer que las clases se solapen entre ellas. El juego, no obstante, no consigue escapar a esa pequeña maldición de muchos de estos juegos en la que pasada la mitad del juego la party protagonista se ha hecho tan poderosa que la mayoría de los enemigos no suponen un gran desafío para el jugador.
Desafíos extra al margen, Final Fantasy IX no es un juego excepcionalmente largo; dura unas 40 horas no demasiado complicadas. El desarrollo es muy lineal durante su primera mitad, donde ni siquiera llegamos a tener al mismo tiempo más de los cuatro personajes que podemos manejar en batalla. El juego controla mucho al jugador durante esos momentos (y no le ha permitido adquirir muchas habilidades) y consigue una dificultad bastante decente, después las opciones se multiplican y la libertad conlleva consigo una disminución drástica de la dificultad y un aumento del tedio de los combates. Las batallas se basan en semi-turnos mediante la clásica barrita que se va llenando; cada personaje puede realizar un ataque normal o usar objetos, así como dispone de un par de menús para actividades propias de cada clase que se van consiguiendo de acuerdo a los objetos que vayamos equipando (magias, invocaciones, saltos, lanzamientos, robos, etc). En las batallas existen alineación de elementos y estados de todo tipo, aunque desgraciadamente se cumple muchas veces esa regla de que te puedes pasar un Final Fantasy pulsando un botón. Uno de los factores diferenciales de esta entrega es el "Trance" una especie de barra de "se me han hinchado las pelotas" que se va cargando conforme te van dando hostias y que convierte al prota en un apocalipsis andante cuando se llena... pero sobre la que no tenemos ningún control y que suele servir para apalicemos de una forma inmerecidamente cruel a algún enemigo cutre. Dejando a un lado el problema del trance y el hecho de que si el usuario tiende a levear es posible que el juego se haga demasiado fácil, el férreo sistema de clases obliga al jugador a usar la estrategia y hace los combates bastante entretenidos (sobre todo al principio). También hay que decir que el juego, dentro de su estilo, presenta algunas variaciones interesantes sobre las batallas colocándonos en ocasiones en escenarios muy concretos y bien diseñados.
Las mazmorras son cortas y los puzles no son nada del otro mundo, pero al menos están ahí y no han sido sustituidos por horas y horas de video... cinemáticas haberlas haylas pero suelen ser muy cortas y no interrumpen el ritmo de la partida.
Recomendable hasta decir basta, el juego es una pequeña maravilla. Un precioso juego con toda la potencia y los recursos de una Playstation llevada al límite, pero con el corazón de un juego de un juego de 16 bits.
Te suscribo palabra a palabra. Una maravilla que mira atrás sin eso suponer un retroceso: un sistema clásico y una historia de cuento de hadas, sin las emochorraditas de los dos anteriores. Y lo que es mejor, todo perfectamente integrado en la jugabilidad, estás jugando el 90% del tiempo. Hoy día es al contrario. Vivi se merece un artículo aparte. Ese pequeñín es inolvidable.
ResponderEliminarPor poner alguna pega...Kuja tiene un diseño demasiado metrosexual que no pega ni con cola y lo del trance, tanto por el color rosa fosforito como que si no lo usas no se guarda para el siguiente combate.
FF IX es mi FF favorito de PSX y solo superado por FF VI como el FF que más me ha gustado, una maravillosa fusión entre lo que sería un FF moderno y uno clásico.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu reseña: FF IX fue mi primer Final Fantasy, y, obviando RPGs de portátiles (Principalmente Pokemon y las 2 entregas de GBA de Golden Sun), mi primer RPG de sobremesa. Tendría unos 12-13 años cuando lo jugué por primera vez, y me pareció una auténtica maravilla, nunca mejor dicho, lo disfruté como un enano. Demasiado infravalorado creo que está, en especial cuando se le compara con el VII y el VIII (Y el VII lo puedo llegar entender porque también me gustó mucho, pero que mucha gente considere el para mí tedioso VIII mejor...).
ResponderEliminarVivi también es mi personaje favorito (Ese pequeñajo de gran corazón es demasiado genial), y resalto también a Steiner: AL principio de la historia me gusta lo patán que es y su cabezonería por llevar a Garnet a casa (La cual lleva a esa rivalidad que tiene con Yitán xDD), y me gusta mucho como conforme avanza el juego, sobre todo en los 2 primeros CDs, va abriendo los ojos a la realidad y empieza a luchar por los suyos y lo que cree. Me sorpendió el cariño que le cogí cuando al principio me ponía de los nervios xDD.
Como pegas, decir que a mi el diseño de Kuja trance reinona no me molestó, pero ese jefe final...Aunque la batalla es intensa (Putos aros neutrínicos y sus estados alterados xDD) no me terminó de convencer por la "repentinidad" del enemigo: Parece muy salido de la nada xDD.
PD. El personaje de Quina, yendo todo el jodido rato tan a su puta bola (Os acompaño, me quedo en el sitio que destruyen, me vuelvo a casa, vuelvo con vosotros,me enamoro de Yitán, me tiro a un puto río xDD) no se a quien se le ocurriría, pero al final te echabas unas risas al no saber por donde te iba a salir esa...Cosa (Vaya diseño tiene como dices xDD).
Kururin, si, el trance es discutible y Kuja no es un villano memorable... pero pocos defectos más tiene.
ResponderEliminarY me encanta que tenga decenas de videos pero que estos duren apenas segundos y en ningún momento supongan un parón en el ritmo del juego.
Roy Ramker, para mi este esta a la par con el VI, la historia y los personajes de aquel me gustaban más... y creo que quizás el mundo del IX esta muy vacio cuando sales de la isla principal, pero su sistema de juego me gusta más.
Eso si, creo que coloco ambos un escalón por debajo del prodigioso Final IV.
Anónimo, a mi particularmente el VII me parece demasiado ensalzado... me gusta sobre todo su primer CD, después se desinfla y se pierde en paranoias muy raras. El VIII directamente ni lo llegue a terminar, bastante decepcionante.
Vivi roba todas las escenas. Entre los demás personajes... creo que el juego no es muy regular, el cuarteto -más freija y eiko, quizás- esta muy bien, pero Quina y el Rojo estan metidos casi por compromiso por meter un mago azul y un ninja... son un par de personajes raros y -al menos en mi opinión- no tienen el carisma del grupo principal. Steiner es un puntazo, y además su romance con Beatrix es una historia secundaria muy bonita.
Este es mi juego favorito (Sayuri, Yue es más del X). Nunca he disfruto tanto de un juego ni me ha parecido más mágico.
ResponderEliminarSu historia, sobretodo como bien dices, en los dos primeros CD es el mejor ejemplo de una buena historia de fantasía. Lo de Vivi es aparte (nuestro gato se llama así por él) con él final ella lloré a mares, la música espectacular... todo eso hace que los fallos que tiene para mi sean insignificantes.
En fin, ah! Y el a Excabar con Choco me encantaba!!
Echamos de menos Squaresoft!!
Lo malo es que no es ya que Final Fantasy haya desaparecido... es que Dragon Quest también, y en mi opinión Kingdom Hearts directamente ni ha llegado a existir.
ResponderEliminarUna pena lo grande que fueron Square y Enix en los tiempos de Snes y PS y que ahora lo más destacado que saquen sean remakes.
Maravilloso.
ResponderEliminarComo le pasó a un usuario "Anónimo"/invitado que comenta el post. Fue mi primer Final Fantasy... Siempre que miro su tapa delantera (o trasera según como lo agarre o mire) lo recuerdo como si fuera el MISMO día que lo compré. Lo más melancólico de este juego, además de sus OST (soundtracks), especialmente "Memories of life" (http://www.youtube.com/watch?v=Ye7BGnlTZmQ), son sus paisajes estilo pueblerinos; sus geniales y sentimentales personajes tales como ya han mencionado Vivi (con sus temores e inseguridades sobre qué es vivir) y Steiner (el gran cabezón/cabezotas, enojón). Dos personajes que nos compenetran con sus ideales, sentimientos, emociones, pero sobre ellos, y pese a mi cariño por el Caballero y Lord Steiner, mi preferido es Yitán (y no como MUCHOS podrían pensar: "es el principal, ja... ja...!"), sino porque me identifico con él en como es "mandado, siempre decidido a encarar lo que quiere sin pensarlo 2 veces, y de suerte que sólo lo medita 1 o 2 veces cuando son jefes a los que se enfrenta (quiero yo decir algunas veces si medita frente a determinadas situaciones)". Es un personaje tremendamente clave y característico por su forma de pensar y ver la vida, tanto él como los demás, se reencuentran con ellos mismos en el transcurso de su viaje. Y tengo muchas más cosas para contar que vienen al caso, como por ejemplo... LA GRAN MELANCOLÍA QUE SENTI al pensar mientras jugaba: "es el último que sacarán para PlayStation 1" (cuando ya estaba la PlayStation 2, y yo sólo tenía la 1 y era y soy un fiel amante de estas entregas). Y no importa cuántas más entregas salgan o falten por salir, siempre será mi preferido el FFIX, porque cuando lo jugué me marcó en mi etapa de adolescente intensamente. Tanto que me lo he pasado con algunos secretos/curiosidades y otras directamente a lo importante/al grano y sin vueltas. He contemplado sus animaciones varias veces, y sobretodo, sus últimas animaciones finales varias veces ya que no me cansaba de pasar su final una y otra vez para que la adorable Garnet se reencuentre eternamente con su amado Yitán. Una de las millones de curiosidades que tiene este juego, son sus imágenes de apertura del CD, en donde se muestra a cada personaje que conforma la saga con un mensaje que conlleva una filosofía/creencia, por ejemplo "Abnegación: ¿se necesita una razón para ayudar a alguien?" por "Yitán, FF IX", o la de Vivi,
ResponderEliminarla cuál dice "Dolor: ¿cómo pruebas que existes...? Quizás nosotros no existimos...". Éstas y muchas más razones como las bases/instrumentales cuando visitas los pueblos (por ejemplo: Alexandria, Treno, Lindblum, entre otros), al igual que su perfecta distribución geográfica en cuanto a la combinación "montaña y vacíos (alturas)", dan a esta increíble aventura un toque especial y significativo. Podría regresar a un mismo pueblo por su ambiente, por su pista musical, y varias veces he vuelto para hechar una partida de cartas. Incluso la melancolía cuando estas en los niveles finales, y en los minutos clave del juego, que te hacen meditar no sólo por los niveles que transitaste y pasaste, sino por las experiencias buenas y malas de la vida que tuviste (al menos en mi caso este juego me dejó super reflexivo acerca de quiénes somos y qué pretendemos ser en esta vida). Y me dio tanta lástima que haya sido el de PS 1 (porque sólo tenía esa en aquel entonces, y no me faltaba nada para vivir bien pero mis padres no querían gastar en estos vicios/ocios y así comprar la PS 2), que me lo pasé más de una vez, y en casi todas las oportunidades me lo pasé y lo sentí como si hubiera sido la primera vez. Sin casi más que acotar y como dije antes, me lo pasé con mucha lástima y nostalgia, siempre vacilaba antes de irle al jefe final, porque podría vivir eternamente rondando por sus hermosos e inigualables paisajes. No se necesita de tremendas gráficas para hacer juegos magníficos, sino que necesitamos de herramientas como: una espectacular trama, unos diálogos increíbles, personajes carismáticos y llenos de vida, paisajes que conlleven una historia como cada uno de este juego, y buena distribución de los musicales que abundan para acompañar esta emocionante aventura. Saludos a todos los FF maníacos, seguidores, simpatizantes de este juego.
ResponderEliminarPd: Podría seguir horas y horas debatiendo el tema, cualquier cosa, mi mail es caudillo_22_3@hotmail.com , y todos sus comentarios serán bien recibidos tanto en el mail, como por acá también. La idea es seguir promulgando lo que fue esta gran aventura y su recuerdo entre los que lo jugamos y los que quizás algún día lo jugarán (incluso contando las consolas modernas pero que vuelvan a los clásicos y digan como podríamos decir nosotros "wow, pensar que esta la PlayStation 4, y no hay nada mejor que éste tipo de clásicos que hacen ver hasta el mejor juego con tremendas gráficas como insignificante". No les robo más tiempo. Saludosssssss brothersssss
Joder... no puedo decir nada después de tan sentido comentario.
ResponderEliminarEvidentemente para mi este juego no es tan especial, pero entiendo a lo que refieres y, desde mi experiencia, subscribo cada uno de los puntos que comentas.