El color de los cerezos en flor

Sakurasou no pet na kanojo

Sakurasou es una de esas series que navegan por un mar incierto y peligroso. El punto de partida es muy, muy inestable, la clásica comedia romántica de dormitorios de colegiales. La protagonista es... especial, no diré autista porque ese me parece un tema muy serio, ni que tiene el síndrome de Asperger tan común estos días, pero si de ese tipo de personajes que parecen desconocer por completo como tratar con personas o como "sentir" en si. Este es un asunto delicado, pero la serie sobrevive a él y además proporciona un buen motor para la comedia de enredo (en este punto hay que decir que no es un harem en si, hay únicamente un triángulo amoroso, y tampoco es una serie echii (la protagonista aparece desnuda en el primer episodio, pero en ningún momento es algo sensual o morboso, es un simple recurso de comedia y el tono general de la serie es bastante inocente)). La comedia romántica divide en varios frentes con unas tres parejas más además del triángulo principal, siendo cada una de ellas radicalmente distinta a las otras y teniendo cada una de ellas también un enfoque distinto (una de comedia, otra dramática y otra melancólica).

Al romance se añade un drama constante sobre la toma de las decisiones y la capacidad de los hombres para enfrentarse a su propio destino; dicho así suena demasiado dramático, pero basta decir que los protagonistas acuden a un instituto especializado en arte y que algunos de ellos son genios mientras los otros son "gente normal" que se esfuerza por estar a la altura de estos, así tenemos un poco de drama de superación y de frustración.

Alternando comedia romántica y drama de autosuperación, vemos la divertida convivencia del grupo de estrafalarios personajes que pueblan la pequeña residencia (algo forzado, eso si, tanto lo estrambótico de algunas personalidades como el hecho de que el colegio mantenga una casita para un número tan pequeño de estudiantes).

El ámbito de estudiantes de arte le permite a la serie hacer juegos con las fantasías y las "formas de ver el mundo" de los diversos protagonistas, con lo que puede meter algunos recursos visuales con facilidad, aunque es agradablemente moderada y no cae en la tentación de llenarlo todo con simbolismo. A nivel de narrativa no maneja demasiados personajes, y al no llegar a la fatídica decena puede desarrollarlos más o menos coherentemente todos de una forma relativamente simultanea (obviamente el trío protagonista tiene más peso) sin que nos olvidemos de ninguno de ellos durante varios episodios. Algún que otro pequeño drama es algo forzado, y particularmente no me gusta nada el recurso utilizado para conseguir emotividad en el final de la serie, pero este es un problema heredado del material original (el clásico recurso que más o menos funciona pero que ha sido ya explotado en demasiadas ocasiones). El trabajo de los actores de doblaje me parece magnífico (en especial las féminas, con papeles mucho más agradecidos), y la animación -si bien no prodigiosa- raya a gran altura y lo hace durante los 24 episodios de la serie de una forma constante. Para culminar un apartado técnico sobresaliente, los diseños y la paleta de colores son preciosos y se salen ligeramente de lo cotidiano.

No es una serie que pasará a la historia, pero es una serie ligera, simpática, agradable de ver y con una carga dramática bastante bien llevada. No es una serie imprescindible, pero si una bastante recomendable.