Capítulo completamente de transición para dar emoción al enfrentamiento... pero muy bien llevado a cabo. En cierta manera necesitabamos esa explicación de porque Harada no había llegado nunca a ser maestro cuando evidentemente es un monstruo del juego. No deja de ser la realidad marginal de la pasión que todos profesan; apenas tiene presencia en Japón mismo y Harada se vio obligado a renunciar a su sueño porque por desgracia "el karuta no da para comer", en ese sentido la aspiración que muestra Chihaya es mucho más grande que la de cualquier otro personaje que no dejan de ver el karuta como algo muy suyo e intimo (recordemos que la reina ni siquiera veía dignos los enfrentamientos de equipos). Chihaya es una discípula de Harada no sólo en el estilo de juego, si no también en la pasión de este por el juego, en el deseo de encontrar más y más jugadores aunque solo sea por saciar su propio egoismo como jugadores.
Y el manga necesita que Harada gane. No hay nada peor que un protagonista que siempre gane. Y no hay nada mejor que un gran secundario. Harada necesita y merece su gran partida... la gran partida por el título a través de la que sus discípulos mismos creceran y que además servirá para convertir a Suou en el gran enemigo de la serie... al margen sus surrealmente cómico noviazgo unidireccional con Chihaya. Harada lo merece, y así mismo los propios Arata y Taichi, y la misma Chihaya, necesitan ver a la vieja escuela en todo su esplendor para posteriormente derribar a sus maestros y asumir su posición.
Si Arata gana, Suetsugu me defraudaría bastante... y eso que no lo ha hecho ni una sola vez en todo el manga.
ResponderEliminarYa llegará el momento del gafitas del acento repelente, que ahora es el turno de Harada-sensei.
Yo creo que ganara Harada, todo este capítulo (estos últimos en verdad) lo preparan para eso.
ResponderEliminarAdemás, no se si lo veremos, pero un Chihaya-Harada sería muy interesante... por no hablar de que la prota va a estudiar más aún el estilo de su nuevo acosador XD