Continuo con mi particular ciclo de Dickens, reseñando en esta ocasión la tercera novela del autor de este año. Grandísimo libro que, no obstante, no me parece tan accesible como otros del autor.
La historia nos coloca en la piel de Esther Summerson, una huérfana que desconoce la identidad de sus padres y que es "adoptada" por un rico hombre de negocios -Jarndyce- en compañía a dos jóvenes más. Todos ellos están vinculados a un terrible juicio "Jarndyce contra Jarndyce", un pleito eterno que arrastra a la locura a todos aquellos que se involucran en él.
Drama social con tintes de comedia muy negra, la novela se mueve en los argumentos previsibles para Dickens. Hay mucha crítica a las diferentes clases sociales, a los poderes de gobierno y -sobre todo en esta novela- a los procedimientos judiciales. En unos tiempos en los que Inglaterra era la primera potencia mundial, Dickens no vacilaba en sacar a la luz todas las miserias de esa sociedad amparándose en los estrictos e hipócritas códigos morales de la época.
La narrativa tiene, por descontado, descripciones que sencillamente quitan el aliento. El como narra Dickens algunas cosas, la complejidad y el barroquismo de algunas de sus descripciones sólo se pueden comparar a la naturalidad y sencillez con las que narra otras. Y, para lucirse, Dickens se permite en esta ocasión utilizar dos narradores; uno la citada Esther Summerson, y otro un narrador omnisciente. La mezcla de estos dos narradores choca un poco de primeras, pero funciona muy bien cuando uno se acostumbra y permite al autor aportar carga dramática y emotiva con la protagonista y hechos y objetividad con el narrador global de la historia. Es un recurso, este, sencillamente magnífico, y con cada novela que leo de este autor, sencillamente, me convenzo más y más de que es el mejor autor que he tenido el placer de leer. Más allá de la historia, más allá de los personajes, más allá de las ideas que el inglés quisiera plasmar en sus palabras, hay ocasiones en las que sencillamente uno se sorprende disfrutando de la increíble prosa de este hombre.
Defectos tiene. Me parece esta la menos ágil de todas las obras que he leído del autor. ¿Genial y maravillosa? Sí, pero con matices. Es una novela a la que creo que le cuesta arrancar (de hecho creo que tardé más en leerme sus primeras 300 páginas que las más de 700 restantes que elevan la novela por encima del millar de páginas). Hay muchos personajes y muchos secundarios que entran y salen de escena cuando uno menos lo espera.. La novela es, en resumen, dura en un principio, pero después lo recompensa cuando uno se hace con los personajes y las diversas tramas comienzan a sucederse y entremezclarse.
El principio es lo más complicado por la densidad de la obra... pero aún así quita el aliento con esa descripción inicial brutal de la niebla y la cancilleria.
ResponderEliminarLa narración doble es una gozada. Quizás Dickens peque un poco del machismo y el puritanismo de la época porque Esther es relativamente asexual, pero tampoco podemos pedir a una Anna Karenina en cada novela cuando ni Tolstoi la había escrito aún.
La serie de la BBC la descubrí por casualidad al ver la filmografía de Charles Dance... Tywin Lannister y antes Tulkinghorn, le pega XD