Fecha estelar, la que sea. La capitana Kathryn Janeway recibe la misión de perseguir a varios maquis en las Tierras baldías capitaneando la Voyager, una nueva nave de la Federación. El problema es que, a mitad de la persecución, cazador y presa son transportados por una de las clásicas entidades todopoderosas del universo trekkie al otro lado de la galaxia. Así pues, los tripulantes de la Federación y los maquis se ven obligados a colaborar en un homérico viaje de retorno de 70 años a través de un espacio desconocido en el que no tienen amigos pero en el que no faltan enemigos...
Star Trek Voyager
Llegado un momento "La nueva generación" (
ver reseña) comenzaba a mostrar síntomas de agotamiento, y puesto que Deep Space Nine era una serie extraña dentro de la franquicia que investigaba más la condición humana que el espacio (
ver reseña), los dueños de la franquicia del viaje hacia las estrellas comenzaron a pensar en un relevo de los viajes de Picard. Con DS9 no había un verdadero viaje, así que se intentaba que la serie volviera a sus orígenes, con una aventura distinta cada semana.
El problema es que el formato estaba ya bastante agotado y el grifo de las ideas de los guionistas se había secado. Hay, por supuesto, grandes episodios y grandes capítulos en esta serie, pero desde que he comenzado a ver series de Star Trek esta es la primera que en mi opinión no ha superado a sus predecesoras (o no ha estado al menos a la altura).
El problema radica en la concepción misma de la serie. Al no haber Federación, al estar la Voyager perdida en el cuadrante Delta, tenía que estar todo muy bien diseñado desde el principio pues la serie no tenía mucho margen de maniobra. Y no es así. Sí, Tuvok es muy grande, como a cualquiera al que le pongas orejas puntiagudas y le obligues a mencionar la palabra "lógica" cada tres frases. Chakotai es muy carismático. Y "el Doctor" es sencillamente uno de los personajes más entrañables de todo el universo trekkie. Y Siete de Nueve es como personaje mucho mejor que todo lo que la serie destroza valiéndose de ella. Pero Harry es el personaje más plano de la franquicia. Neelix pinta poco o nada y su presencia en la serie llegado un momento es ridícula. Tom no es un mal personaje, pero tampoco es ninguna maravilla. B'elana tiene su gracia algunos episodios, pero no es un personaje bien aprovechado. Y la capitana... sencillamente me parece un personaje mal definido que en unos episodios parece querer ser Picard para en el siguiente pasar a ser Kirk o Sisko.
Hay una figura en este tipo de series muy importante: el showrunner. En Voyager no parece existir. Un showrunner define una serie, es el que marca el rumbo de esta, el que se encarga de darle coherencia a su desarrollo. En Voyager ese rumbo no existe. El desarrollo de los personajes es, como he comentado antes, errático en el mejor de los casos, Janeway es un personaje que no sabes por donde te va a salir en cada episodio y muchas de sus decisiones son contradictorias, parece que la primera directiva le importa un día si y otro no (Picard, Sisko y Kirk tenían algunos episodios extraños, pero eran pocos). El tratamiento del conflicto interno de B'elana con su parte klingom es raro. La serie considera al Doctor como una criatura viva cuando quiere. Neelix y Kes sencillamente no aportan nada especial a la serie en ningún momento, y con Siete ocurre lo contrario, es un personaje con el que los guionistas lo resuelven todo y que acaba siendo una carga para la serie por su desproporcionado peso en la historia. La sensación general es que es como si cada guión no tuviera nada que ver con los anteriores, y esto no sólo se limita al tratamiento individual de los personajes, también a las relaciones entre ellos (hay episodios de forja de amistad de personajes en la sexta temporada, cuando como muy tarde deberían de haber estado en la segunda, es ridículo... tanto como los romances improvisados que surgen de un día para otro).
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Los protagonistas de la historia. Y Neelix |
La ausencia de una dirección clara podría haber funcionado en las series de Kirk o Picard, donde cada episodio era una aventura diferente. El problema es que Voyager quiere esa libertad, pero al mismo tiempo quiere tener una trama continuada... cuando le conviene. La serie tendría a priori un argumento muy interesante en la convivencia de los tripulantes de la Federación y los maquis, pero este conflicto a efectos prácticos no existe y todo se soluciona con los buenos ideales de la Federación, así mismo la serie ni siquiera explota bien el conflicto ocasionado de seguir estas directrices en una situaciones tan extremas.
Este problema no sólo se ve en los personajes y en la propia aventura, también se puede ver en el cuadrante Delta. No hay enemigos carismáticos por la falta de continuidad de estos (obviemos la broma de los Carson), los Vidianos y los Hirógenos serían dos especies con grandes posibilidades pero la trama apenas les da oportunidades, otras razas como las de los basureros ni siquiera llegan a adquirir un estatus verdadero de enemigos. Un cartucho tan fuerte como la especie 8472 es destrozado en unos pocos episodios, y es mejor no hablar de como la serie destroza a los Borg.
Tenemos pues una serie que intenta tener las virtudes de una serie episódica y una continuada, pero al querer abarcar ambos géneros acaba abrazando más los defectos de ambos formatos que sus virtudes. Es una serie con muchas posibilidades y con momentos absolutamente geniales... pero llegado un momento su potencial no ha sido explotado y comienza a jugar en su contra. Voyager es una oportunidad perdida. Podría ser mucho mejor de lo que realmente es.
Un ejemplo de esto es el final mismo de la serie, que escapa a cualquier lógica narrativa al no ser los héroes los protagonistas de su retorno al hogar, si no valerse de un gigantesco y trampoco Deux Ex Machina que desvirtua por completo las tribulaciones y el mensaje que la serie había mostrado hasta ese momento.
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George Costanza como lider de una organización de pensadores intergalácticos |
Técnicamente la serie podría haber envejecido mejor. Es una serie de finales de los 90, cuando la animación por ordenador estaba de moda, y la serie tiene algunos planos completamente digitales que en su día serían muy impactantes pero que ahora dan bastante pena (amen de que tiende a repetirlos para ahorrar costes). Este tipo de animación sigue funcionando bastante bien con las naves, pero con los personajes y los escenarios falla bastante y prefiero los clásicos escenarios de cartón piedra de la franquicia por muy pequeños que sean y el soberbio trabajo de los maquilladores.
El estilo narrativo es similar al de otras series de la franquicia, siendo bastante clásico normalmente pero teniendo algunos episodios absolutamente rompedores visual y narrativamente hablando.
Me ha quedado una reseña negativa, demasiado negativa. Voyager no es una serie tan mala como mis palabras pueden hacer creer, pero viniendo de donde viene no puedo evitar que me parezca una serie decepcionante.