Esta es una de esas series que responden a la etiqueta "de culto", comenzó su andadura en la televisión británica a finales de la década pasada y sobrevivió durante 5 convulsas temporadas en las que le paso todo lo malo que le puede pasar a una serie hasta que finalmente fue cancelada.
El argumento es bastante original y sugerente; se trata de una serie de superhéroes, pero en ella los poderes los reciben un grupo de marginados sociales que no saben muy bien que hacer con ellos y a los que estas habilidades traerán más problemas de otra cosa.
Tenemos a un grupo de 5 jóvenes condenados a realizar trabajos sociales (aunque ninguno por delitos tan graves que puedan conllevar la antipatía del espectador, no llegan a ser "malos porque el mundo los ha hecho así" pero casi). 5 jóvenes completamente distintos entre si que en otras circunstancias difícilmente acabarían juntos. En su primer día de trabajos tiene lugar una extraña tormenta y literalmente les cae un rayo encima. Esta tormenta les conferirá a cada uno de ellos un poder aparentemente asociado a su personalidad, como también se lo conferirá a decenas de ciudadanos más que conformaran el grueso de enemigos y aliados que el grupo se encontrará a lo largo de los casi 40 episodios que componen la serie.
En sus dos primeras temporadas, esta serie es muy recomendable. En sus inicios la premisa se muestra fresca y original, dando lugar a situaciones tan curiosas como absurdas. Los poderes que la tormenta ha dado a los habitantes de la ciudad no son especialmente espectaculares, más correcto sería decir que son bizarros... y en algunos casos directamente constituyen una enorme putada para sus portadores. En estas primeras temporadas la trama de la serie es continuada, y esta trama ocasiona que se forjen unos lazos de amistad bastante consistentes en el grupo (sin que los personajes renuncien a sus particulares idiosincrasias). El mundo que nos presenta la serie es también bastante consistente, con muchos secundarios y una sensación de mundo real dentro del surrealismo de la serie. El guión está repleto de buenos giros de guión y consigue mantener la tensión, mientras al mismo tiempo muestra una crítica bastante mordaz a la sociedad británica y al submundo en el que sus jóvenes han de sobrevivir y se permite un ejercicio constante de comedia oscura con algún que otro episodio entregado por completo al absurdo. Al buen guión se le suman unos buenos actores que dotan a sus personajes de presencia y carisma.
Sin embargo la serie no estaba planificada para una larga duración. La primera temporada funciona a la perfección, y digamos que en su último episodio le meten un enlace para una trama más larga que había de desarrollarse en las siguientes. En la segunda esa planificación continua y -a pesar de que la serie pierde un poco de solidez- el trabajo de guión y producción lo palia y vemos otra magnífica tanda de episodios centrada quizás más en el crecimiento de las relaciones de los personajes. Sin embargo en la tercera temporada la serie sufrió un disparo a su línea de flotación cuando uno de sus protagonistas la abandonó, algo que se convertiría en una tónica en la serie para que en su quinta y última temporada tuviésemos un quinteto protagonista no que tenía nada que ver con el original. En esta tercera temporada el bajón en los guiones ya es evidente, sigue habiendo una trama principal, pero la consistencia en los guiones y la coherencia del mundo desaparecen casi por completo y la temporada es una sucesión de tramas más o menos acertadas hasta llegar al final. Es importante señalar que las temporadas son relativamente independientes, y este sería posiblemente el mejor momento para dejar de ver la serie al cerrarse el arco de los protagonistas iniciales.
La serie sobrevive a malas penas en su tercera temporada, pero la cuarta es un desastre a todas luces, con todos los defectos potenciados por un reparto carente de carisma y de química interna. En la quinta temporada la serie remonta algo porque ya era difícil seguir cayendo, e incluso comenzamos a creernos que pueda haber amistad entre los protagonistas... pero para entonces todo estaba ya perdido y la serie virtualmente cancelada.
Es difícil recomendar esta serie. Sus dos primeras temporadas rayan a una gran altura, son originales y tienen ese humor oscuro y trasgresor y esa crítica social que tan agradable es en muchas series británicas. Sin embargo se nota que era una serie que planeaban temporada a temporada y, sencillamente, la fórmula se agota pronto. Los guiones sufren un perdida de calidad pasmosa (aunque hay que decir que incluso en sus peores momentos la serie tiene algunas ideas espectaculares y consigue tratar temas tan serios como las violaciones, los abortos o la transexualidad), a ello se le suma un cambio de actores nada beneficioso y una dirección bastante más irregular.
Es una serie curiosa y no exenta de calidad, pero me cuesta recomendar una serie que claramente va de más a menos.
Zadkiel
ResponderEliminarRecuerdo que vi esta serie mientras estaba siendo emitida la 3° temporada, vi las dos primeras y me gusto tanto que se la comenté a mi hermano y la volví a ver junto con él, ya cuando quise ver la 3° temporada no pase del segundo capítulo y por lo que dices no me perdí de mucho, la serie no sobrevive a la salida de ese protagonista que es carisma puro,quien diria que alguien que controla los lácteos podria ser tan peligroso xD
Ver las dos primeras temporadas e ignorar el resto, entendido.
ResponderEliminarZadkiel, con Rudy intentan "sobrecompensar" la baja del anterior prota, no lo consigue... pero al final el personaje es bastante pasable y se nota que el actor pone bastante de su parte. También ayuda la comparación con los que aparecen después, que son sencillamente horribles.
ResponderEliminarAnonimatus, la tercera aún se salva un poco, y bueno... algunos personajes tienen una buena despedida de la serie.
Puf, yo me terminé la tercera y ahí se quedó, para siempre xD Las dos primeras temporadas son geniales, pero luego le empecé a ver las orejas al gato y no pasé por el aro.
ResponderEliminarEs el mejor momento para parar. Luego tiene algún que otro momento o idea buena, pero en líneas generales es bastante floja.
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