Hace ya bastante desde que jugué al Persona 3 (ver reseña), juego que me encantó pero que tenía algunos problemas de ritmo. Su continuación continua explorando la jugabilidad de aquel título, pero ya con la seguridad que da el éxito de la franquicia. Este título mejora todo lo bueno de Persona 3 y subsana sus defectos más notables; y en esta versión refinada que apareció para Vita las virtudes se acentúan aún más.
Persona 4 parte de un esquema parecido al de su predecesor; tenemos a un protagonista que es transferido a un nuevo instituto y ha de comenzar una nueva vida en un entorno que no conoce... pero al llegar allí se despierta en él un extraño poder que le permite invocar demonios y ha resolver un misterio en compañía de algunos de sus nuevos compañeros de clase. Básicamente la saga Persona es eso, un Shin Megami Tensei mezclado con una novela visual ligera. Es una mezcla que puede chocar un poco de primeras, pero funciona excepcionalmente bien.
La vida escolar que llegado un momento se hacía repetitiva en Persona 3 aquí está mejor integrada. El protagonista no vive en una gran urbe como Tokyo, si no en un pequeño pueblecito perdido en el mapa de Japón en el que parece que no podría pasar nada, pero en el que las opciones son interminables. Tenemos trabajos con los que ganar dinero y subir habilidades (así como desbloquear vínculos), tenemos clubs, tenemos personajes con los que perder el tiempo y todo tipo de formas de pasar el tiempo. El juego se estructura sobre un calendario escolar, alguna vez asistimos a alguna clase (donde las lecturas que nos expondrán después serán materia de exámenes) y tenemos eventos excepcionales como unas vacaciones o algún tipo de festival, pero la mayor parte del tiempo tendremos una tarde y una noche diarias en las que habremos de decidir que hacer, como gastar el tiempo (que la mayor parte del tiempo será una decisión seguida de una elipsis) para mejorar nuestras habilidades basadas en los arcanas del Tarot y prepararnos para aquellas veces en las que en lugar de dedicarnos a nuestra vida estudiantil plagada de mil y un tópicos de anime queramos entrar en la mazmorra de turno y acabar con el enemigo que corresponda. El sentido del humor y el tono paródico están muy presentes en una franquicia que siempre -y con razón- es considerada "muy anime", pero además también tenemos algún que otro tema interesante en las historias de los secundarios... aunque el tratamiento de estas historias suele ser bastante sencillo y el juego no ahonda demasiado en temas escabrosos (la marcha atrás que le meten a la idea de Kanji es un poco triste, el tratamiento de los villanos es bastante maniqueo, y desde luego el juego tiene un final mucho peor y más complaciente que el de Persona 3).
La jugabilidad en las batallas es, sencillamente, espectacular. Tenemos un megaten de toda la vida, con nuestros demonios y sus fortalezas y debilidades protagonizando batallas por turnos. Tenemos un equipo de 4 personajes y esta vez si podemos dar ordenes a nuestros compañeros. Aunque apenas podemos equipar 3 objetos la cantidad de estos es disparatada y las opciones de configuración de nuestros personajes son muy grandes. La dificultad de la saga Persona es menor que la de un megaten, pero aún así sigue siendo relativamente elevada y la batalla menos pensada puede complicarse por algún estado afectado o alguna negligencia; es un título tremendamente divertido de jugar y superar (aunque yo aquí siempre tengo el mismo problema, me gustan tanto sus batallas que suelo subir demasiado de nivel y llego demasiado dopado a los jefes). Las mazmorras si he de decir que son algo flojas, limitándose únicamente a ser una sucesión de pisos sin apenas trampas o puzles salvo un par de contadas excepciones tampoco demasiado llamativas.
A nivel técnico el juego presenta únicamente media docena de escenarios pequeños, pero son bonitos y están detallados, y están sorprendemente llenos de cosas que hacer con lo que el juego en ningún momento se siente vacío o pequeño. La ambientación de un pueblo pequeño resulta original y le da al juego tanto frescura como carisma. Los diseños de los personajes son grandes y las animaciones están cuidadas y variadas. La música del juego es mucho mejor que la de la entrega anterior y se integra bien tanto en los fragmentos de acción como en los de novela visual. El control no requiere nada, apenas un joystick para mover al personaje o seleccionar opciones y un botón, con lo que aquí hay poco que decir.
Defectos el juego tiene, claro. Particularmente prefiero los megaten a los Persona porque me gusta mucho el sistema de batalla, y en estos últimos se priorizan las historias -que no dejan de ser sencillas, y llegado un momento se hacen relativamente previsibles- sobre el mazmorreo. Me habría gustado que hubiera más mazmorras y que fueran más complicada. La historia me parece superior a la de la entrega anterior, y me parece un acierto que tenga un ámbito menor y que sea algo tan sencillo como atrapar un asesino y no algo tan grandilocuente como salvar el mundo, creo que este tipo de historias es más fácil que funcionen mejor, y aquí lo hace gracias a que el pueblo es un personaje más y la dinámica de grupo de los personajes es muy buena. Con respecto a los personajes no soporto a Teddie, no me hace gracia en ningún momento, pero el resto de coprotagonistas me han encantado (es imposible no encariñarse con las coces de Chie o el sentido del humor extraño de Yukiko) y me parecen superiores a los de Persona 3... aunque no tenemos ninguna joya como Aegis.
Es un juego muy particular, rol por turnos rígidos con una dificultad bastante notable y todo el tema de captura y fusión de demonios, y a todo ello hay que sumarle un componente de novela visual que transforma el juego en un anime de colegiales durante el 70% de las 80 horas en las que más o menos puede estimarse su duración. no es un juego para todos los públicos. Pero es un juego extremadamente recomendable, quizás no para alguien a quien no le guste ni el anime ni los rpg´s por turnos, pero si que creo que cualquiera al que le guste al menos uno de estos dos puntos debería darle una oportunidad.
Entre New Game y New Game + recuerdo haberle dejado unas 167 horas. Entre su sistema de combate, sus diseños de personajes, sus Social Links que te motivan a adentrarte en las historias de sus personajes, el % del Compendium de las personas registradas y la decisión de hacer del título una experiencia lígera han logrado que todas esas horas que le invertí se hayan hecho llevaderas (y eso que me he dejado a Margaret y un 3% del Compendium en el camino).
ResponderEliminarEso sí, sus defectos son muy notables. Las historias tienden a ser simples y no logran que los secundarios se sientan bidimensionales, los fondos horribles y precarios que tienen todas las mazmorras, el reciclado absurdo de enemigos menores (aún con los "variocolor") y la falta de sorpresa durante la exploración de los mismos (a excepción de un jefe secreto que sale en los cofres en New Game +).
En un juego RPG muy entretenido, pero preferiría que durará 60-70 horas para que no se hagan tan repetitivas las mazmorras y el contenido exclusivo de New Game + preferiría que ya esté desde el inicio.
Yo me he quedado en 82, tengo la vita de prestado así que no habrá segunda ronda (además en los Persona me agobia un poco con la idea de completar todos los vínculos (y algunos me importan poco o nada XD)).
ResponderEliminarEn el compendio me quede en el 80% y algo, me daba algo de pereza ir a por algunas de las fusiones más bestias pues requerían mucho dinero y al jugar hago tanto mazmorreo que acabo saturado.
Yo con las mazmorras hecho en falta más trampas y complejidad con los puzles. Llegado un momento ves alguna zona de teletransportes o alguna puerta cerrada que se desbloquea con un demonio que esta un par de pisos encima... y uno cree que esa complejidad va a seguir aumentando, pero no. No pido la dificultad enloquecida de un Strange Journey, pero el Lucifer´s Call ya implementaba muy bien ese tipo de puzles, y hasta el Tokyo Mirages es muy superior en ese sentido siendo también un juego muy ligero.
Las mazmorras del 3 y del 4 tenían ese problema, que la mayoria de los pisos están generados aleatoriamente. Por suerte en el 5 lo solucionan y hacen mazmorras de historia en condiciones, aunque tambien tienen una mazmorra aleatoria para entrenar y hacer misiones opcionales.
ResponderEliminarLa mezcla es extraña, porque te encuentras pisos que si son fijos, con un par de puzles muy sencillos, pero la mayoría no (de hecho es un poco coñazo ese método de mapas ocultos que impiden que puedas pasar de un piso a otro nada más entrar hasta que encuentras las escaleras)
ResponderEliminarTras malas experiencias pasadas, condicionadas por toneladas de prejuicios, volví a catar el 4 en la PS2...y cáspita, me gustó mucho. Sus 3D ya eran paupérrimas en fecha de salida y las mazmorras ranquean, pero paso página cuando el producto final es tan adictivo y absorbente. Tiene una personalidad artística enorme (casi puedes palpar Shibuya en cada plano), destaca sin pretenderlo en un género rebosante de lolitas, waifus y peña indeseable.
ResponderEliminarTemía que la narrativa tipo VN me espantase y no me ha aburrido en ningún momento, está perfectamente integrada en la mecánica y los chavales, aunque su evolución es monolítica, tienen carisma.
Un gran juego.
A mi el 3 ya me gustó, aunque jugablemente tenía algunas pegas importantes. Supongo que era normal, aquel juego no dejaba de ser innovador y cuasi experimental, en esta entrega ya tenían la jugabilidad mucho más pulida... aunque las historias de los arcanas fueran muy básicas, como dices toda la ambientación es espectacular y se siente muy natural.
ResponderEliminarA mi la narrativa VN no termina de gustarme en la franquicia, soy más de los "megaten" que de los "Persona".... me gustan, pero se me hacen algo pesados una vez pasada la segunda mitad de la serie.