La idea de unas espías infiltradas en un colegio para "suplantar a una princesa" no es algo que pinte demasiado bien de primeras, más aún si los diseños son claramente moe... ahora bien, si esa princesa es la de una parte de una Inglaterra victoriana separada en dos por una guerra fría y poseedora de algunos avances tecnológicos casi "mágicos" la cosa mejora, y mejora un poquito más cuando tras el segundo episodio vemos un gran giro de guión y nos damos cuentas de que en el grupillo de cinco espías protagonistas la confianza no es tan absoluta como parece y varias de ellas pueden estar jugando un doble juego.
Tras esta serie, cuya premisa inicial no sería especialmente alentadora, se encuentra el guionista de Code Geass (ver reseña), y eso cambia un poco las cosas. La sangre no llega al rio y la serie sigue siendo un entretenimiento ligero con chicas monas haciendo cosas no tan monas. A la serie podría faltarle cierta crueldad, pero también es cierto que tiene ciertos momentos bastante oscuros y que caso de profundizar mucho en esa vertiente de la historia no podría relatar tampoco la historia de amistad y compañerismo de cinco chicas que es su columna vertebral. La serie nos presenta un sólido mundo bastante oscuro y sórdido, con unas tramas sociales y políticas bastante trabajadas y muchos detalles que le dan naturalidad a todo. Aunque es algo forzado que el grupeto protagonista sea tan joven, las misiones de espionaje son relativamente creíbles, y la serie transmite bien el clima político que pretende reflejar, con muchas intrigas y una importancia capital del robo de información. Este producto no deja de ser una serie de aventuras moe, pero logra esbozar cierta profundidad y mensaje bajo su diseño prioritario de mero entretenimiento.
La acción de la serie es sorprendentemente eficaz. Es algo irregular, pues en las grandes escenas de acción canta un poco alguna trampa y las protagonistas parecen un poco blindadas por el guión, pero en general resultan bastante resultonas y algunas son francamente espectaculares, con un gran sentido de la velocidad que da lugar a buenas peleas y persecuciones. Aunque convencional en muchos aspectos, la serie flirtea con alguna composición visual arriesgada, y a nivel de montaje se atreve también con algunas escenas bastante bien conseguidas con recursos que más allá del valor estilístico también ayudan al desarrollo de la historia o a empatizar con los personajes (aquí lo más obvio sería el hecho de presentar los historia en un orden no cronológico, con esto no entorpecen demasiado el desarrollo de algunos capítulos y hacen que otros posteriores ganen en intensidad al funcionar la narrativa también hacia atrás).
Princess Principal no es una serie perfecta, es una serie que de hecho podría ser bastante memorable y a la que se le echa en falta algo de valentía. Pero es una serie mucho más interesante de lo que podría parecer a simple vista, tras su apariencia de serie de colegialas con acción se encuentra una buena serie de acción, con un guión y un montaje extremadamente cuidados y planificados. Es una serie con muchos de los elementos del peor anime comercial de hoy en día, pero su aspecto es el triste precio a pagar por ser emitida en 2017 y sus creadores logran que la serie, además de ser entretenida, tenga bastante más sustancia de la que cabría esperar.
Su particular narrativa nos indica que hemos visto la mitad de los episodios que al parecer componen las aventuras de estas chicas... así que particularmente espero que más pronto que tarde veamos el resto de las peripecias de este quinteto.
Fue bastante disfrutable mientras duró, pero yo creo que la cronología me dejó frío, más el final. Lo positivo es que le fue bastante bien en ventas, no sería raro ver secuela.
ResponderEliminarLa cronología es rara, yo pensaba que el episodio 12 sería... el episodio 12, o alguno en el que se terminara de afianzar la amistad entre el quinteto protagonista, ahora todo quedará muy extraño si hacen una segunda temporada y meten todos esos episodios que faltan.
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