Este no es el final real de Chihayafuru, pero si es su final emotivo. Restará el enfrentamiento de Chihaya con Shinobu y el de Arata con Suou (eso lo doy por descontado), y habrá algún desenlace para el triángulo amoroso... pero el duelo entre Taichi y Arata es el que veremos ahora.
El mundo de Chihayafuru es pequeño, es muy cruel con los personajes que algo que les apasiona tanto sea tan poco conocido o tenga tan poca relevancia, pero narrativamente es una bendición para el manga. Shinobu y Suou están por encima de todos, viven en la soledad de la cima... pero en la base de esas montañas todos se conocen, todos los que aspiran a luchar contra ellos forman un mundo tan pequeño como competitivo. Y todos los personajes del manga están en este capítulo, y aunque evidentemente a Momo-san y a muchos más el conflicto del trío principal ni les va ni les viene, Suetsugu si que logra transmitir que muchos de los presentes se dan cuenta de que están ante algo más que un combate de este contra oeste. Todos los secundarios de la serie están ahí, sea por Chihaya, sea por Arata, sea por Taichi o sea -en muchos casos- por los tres, y todos se dan cuenta de lo importante que es este momento para los tres.
La autora de este manga ha creado a la perfección este momento. Los fans del abuelo de Arata podían esperarlo el año anterior, pero Harada era mucho Harada... ahora el rival es otro joven. Es el momento del cambio de generación, de que llegue el rival destinado que el karuta más tradicional ha preparado para librarse de ese indigno Meijin que ocupa el trono. Y entre las féminas Chihaya puede no tener nombre, pero es un rostro conocido para muchos y como discípula de Harada es respetada, y por supuesto Inokuma y Sakurazawa la conocen muy bien y saben el monstruo que alberga en su interior. Taichi podría ser el punto flojo de este triángulo, pero ha conseguido victorias aplastantes y es el discípulo del Meijin... y el mundo del karuta es tan pequeño que uno se cree que puedan aparecer estos "underdogs" que salen de la nada y con dos victorias se plantan en una final cuando grandes campeones por una razón o por otra quizás tengan mucha peor suerte (hace unos pocos capítulos lo vimos con Tamaru). El mundo del karuta es un pañuelo, un pañuelo tremendamente competitivo, pero un pañuelo al fin y al cabo.
Y Suetsugu está narrando a la perfección esta atmósfera. A las miradas expectantes de todos los secundarios, con la presencia incluida del Meijin, se suma el recordatorio obvio pero no por ello menos emotivo de la habitación y los tres niños, con Chihaya recordando además los momentos en los que sus dos amigos renunciaban al karuta. Arata y Taichi nunca se han llevado especialmente bien, y además obviamente hay un conflicto por un interés romántico... sin embargo incluso en este capítulo esa aparente enemistad ha desaparecido y antes del enfrentamiento ambos se han retrotraido con Chihaya a esa habitación, a ese momento de su infancia en el que fueron genuinamente felices y que deseaban rememorar más que nada en el mundo. Taichi después ha demostrado a Arata que esta no va a ser la victoria fácil que este podía imaginar, que todos han crecido y que tendrá que luchar. No importa, por unos instantes para ninguno de ellos tres han existido Suou ni Shinobu, e incluso han desaparecido 10 años de su vida y un triángulo amoroso. Por unos instantes han vuelto a ser niños.
Este no es el final de Chihayafuru, pero creo que sin duda va a ser el momento más feliz que compartan los tres personajes y en cierta manera el final de su viaje, el regreso a esa habitación en la que los tres jugaron una vez a las cartas. Todo lo que venga después, será ya otro viaje. Parrafraseando a Churchill, no estamos viendo el principio del final, si no el final del principio.
Luego Suetsugu ya directamente se regodea en su magnificencia y se permite detallitos como mostrar las formaciones de las cartas para mostrarnos que estamos ante algo muy serio y grande, e incluso en el siguiente capítulo (195) vemos algo tan natural como inusual en el manga como es el hecho de que la protagonista pase a un segundo plano y sencillamente sea tan buena que intimide al rival... acostumbrados a otros mangas deportivos donde cada enfrentamiento del protagonista siempre parezca que tenga que ser más emotivo y más intenso -y más largo en páginas- que otros anteriores, esto es algo que se agradece. Porque le costará, porque su rival será fuerte, pero Chihaya ganará; eso es algo algo que todos sabemos, y por eso no tiene sentido darle falsa emoción a este enfrentamiento, más cuando al lado tendremos uno de los clímax emotivos de la serie.
Queda poco para que este maravilloso manga acabe, disfrutemos.
Zadkiel
ResponderEliminarTenia algo pensado para escribir, pero creo que ya lo has dicho todo xD
En duelos pasados cuyos resultados eran predecibles e inevitables, la autora nos enseño más sobre la personalidad de la madre de Taichi e incluso conocimos a su padre, vimos a un joven Harada, en este duelo vemos la reacción de la madre de Chihaya, (y también vimos al padre de Arata jugar Pokemón Go xD) cosas que en otros mangas uno pensaria que se usan para alargar las batallas, aqui no deja de impresionarme la capacidad de la autora para hacer que todo quede tan bien
Creo que esta claro que veremos a Taichi y Arata ganar cada uno una partida y a Chihaya ganar 2-0 para que sea espectadora en primera fila de ese final emotivo del manga, también creo que lo que gatillará la resolución del triángulo amoroso será la emoción de Taichi al perder, por cierto soy TeamTaichi pero creo que lo mejor para el manga seria que no se le diera tanta importancia, Chihaya no tendria que perder mucho tiempo en eso de cara a prepararse para la final
Puede que este año no acabe, pero del 2019 no pasa, y de cara al anime es muy emocionante pensar que si aceleran un poco las cosas podriamos tener en 50 capitulos todo lo que resta por adaptar
Me encanta como la autora no se centra en las partidas... la mayor parte del tiempo estas tienen relativamente poca emoción por lo predecible de los resultados, y hace bien en profundizar en personajes secundarios y a veces hasta terciarios, todos esos detalles como el del padre de Arata son los que te hacen enamorarte de este manga XD.
ResponderEliminarConcuerdo contigo, Chihaya tiene que ganar 2-0 para además llegar con cierta aureola de competente frente a Shinobu, y por supuesto ser la testigo principal del duelo entre sus dos amigos (aunque si Suetsugu hace que se duerma sería impagable XD).
Sí, para el año que viene acaba seguro. Yo pensaba que estaría en 180-200 capítulos hace unos años, pero no me quejaré por la trama del campeonato escolar, desarrollar secundarios y crear nuevos como Tamaru.