"Fates" es la última entrega -hasta el momento- de la saga principal de Fire Emblem, la saga de rol táctico por excelencia de Nintendo. En esta ocasión, además de algunas otras novedades jugables, la principal novedad es que se trata de un juego dual; tenemos dos juegos en los que, dependiendo de nuestra compra, veremos como el protagonista toma partido por un bando u otro (en una guerra entre dos naciones, somos un príncipe que ha sido criado por una familia real cuando en verdad pertenece a la otra), así como una especie de capítulo final donde se resuelven todos los misterios planteados. La compra de un juego ofrece descuentos en los otros online, y en sí el capítulo final "Revelación" solo puede comprarse online más allá de una versión de coleccionista muy limitada que apareció al principio.
Particularmente la historia no me parece nada del otro mundo en los Fire Emblem, tiene sus aristas interesantes pero en los últimos juegos todo se ha simplificado también. La historia del juego no está mal y plantea algunos buenos momentos, pero tampoco estamos hablando de una obra maestra y particularmente no tengo especial interés en ver el desenlace real con su trama sacada de un mal anime. Lo que siempre me ha gustado en los Fire Emblem es su sistema de juego, y eso es lo que me hizo decantarme por "Conquista" en lugar de "Estirpe". "Consquista" es la trama en la que nos quedamos con nuestra familia adoptiva, el reino de Nohr, que tienen una estética medieval y son además los invasores o "malos", argumentalmente es la trama más natural e interesante de las dos iniciales, pero sobre todo es jugablemente el juego más desafiante. Con "Estirpe" iríamos con nuestra familia natural, en una campaña defensiva con unas unidades de diseño "oriental" que son una novedad en el juego, pero que no dejan de ser la reinterpretación asiática de los clásicos caballeros, magos o generales de la saga tradicional. "Estirpe", no obstante, por todo lo que he visto por internet, es un juego tremendamente sencillo, más fácil en sus batallas, y con además muchas opciones para mejorar nuestro ejército. "Conquista" es un juego mucho más desafiante, las batallas no son más exigentes sólo por los soldados, si no porque además en sus escenarios plantea condicionantes muy interesantes y potentes que cambian por completo el tipo de estrategias que hemos de desarrollar (hay auténticas locuras de escenarios donde el medio lo define absolutamente todo y donde nuestros enemigos son casi la menor de nuestras preocupaciones). Para un jugador novato en la franquicia "Estirpe" es una aproximación más recomendable, más fácil e incluso más luminosa y alegre; para un jugador algo curtido ya en la franquicia, "Conquista" constituye un juego mucho más gratificante (curiosamente, por lo que he leído, "Revelación" tiene también una dificultad menor a la de "Conquista").
Como he comentado, los escenarios son muy importantes en este juego. En nuestro turno no sólo hemos de vigilar y compensar las acciones de nuestros enemigos mientras intentamos derrotarlos, si no que hemos de controlar también el medio y las particularidades de cada escenario, que pueden ir desde corrientes de viento a drenajes de río. El juego incorpora aquí "las venas de dragón" unas casillas especiales que nos permiten cambiar dramáticamente las condiciones del escenario si nos colocamos sobre ellas con algunos personajes en concreto, ganando así un poco más de profundidad la estrategia. Junto a estas casillas, habría varias novedades notables en el juego. La más evidente en un primer momento es el hecho de que nuestras armas ya no se rompen con el uso -con la excepción de los bastones de curación-, pensaba que esto sería un problema porque la gestión de armamento siempre ha sido un elemento importante de la franquicia, pero funciona bastante bien. Otra novedad muy notable conforme avanza el juego es que ahora los enemigos también pueden agruparse; la agrupación de personajes era algo que permitía a nuestras unidades subir sus estadísticas y afinidades, pero ahora se extiende a los enemigos haciendo estos mucho más peligrosos y poderosos, y haciendo también que sea más complicado calcular como limpiar de peligro algunas zonas. Otro cambio, más sutil, y ya muy diseñado para los jugadores más expertos, es que ahora cada personaje -además de las habilidades de clase que puede conseguir cambiando estas- tiene alguna habilidad concreta diseñada en base a su personalidad, dándole un plus de carisma a muchos de ellos que, naturalmente, también afecta a las batallas. Relacionado con este último punto he de mencionar que aquí no tenemos batallas aleatorias como suele ser habitual en la franquicia últimamente, tenemos una treintena de batallas aproximadamente -más las que consigamos mediante hijos (al subir afinidades entre un personaje masculino y otro femenino podremos llegar a conseguir que se casen y que venga "de otra dimensión" un hijo de ambas con una mezcla de habilidades y un poder excepcional)-, esto hace que sea extremadamente complicado mejorar a nuestras unidades, tenemos que elegir cuales entrenar y potenciar, y cuales sacrificar, pues no hay experiencia para desarrollarlas a todas. Si nos atrancamos en una batalla no podemos recurrir al truco de hacer misiones opcionales para aumentar el nivel de nuestros personajes ya que apenas tenemos margen para ello, tenemos que superar los niveles mediante pura estrategia y control de personajes y escenarios, lo que hace que la dificultad del juego sea bastante elevada. Entraría aquí en escena el modo "mi castillo" una especie de gestor de ciudad con el que podemos enfrentarnos a otros jugadores; no podemos ganar experiencia con este modo, pero si reclutar -a un alto precio en un juego en el que las monedas escasean- unidades de otros jugadores que en cierta forma podrían servirnos como potenciador (particularmente no me resultó un modo de juego especialmente llamativo o atractivo, con lo que tampoco puedo entrar muy en detalle de las opciones que ofrece).
A nivel técnico, es un juego algo irregular. En sus batallas muestra unos personajes bien definidos y animados que ahora ya si tienen pies, pero en el mapa de juego todo tiene un diseño muy pixelado que se antoja algo antiguo hoy en día. A nivel sonoro el juego es correcto, con algunos buenos temas, aunque el doblaje es bastante normalito y echo algo en falta las voces japonesas... que se han quedado en aquel país junto con el juego de los toqueteos (un juego bastante ridículo y denigrante que no echo en falta, pero que como tampoco se ha eliminado por completo se ha visto reducido a una cosa rara y absurda donde ves a un personaje durante unos segundos, te dice una frase y poco más... no sirve para nada, sólo para perder tiempo porque además sigue siendo necesario pasar por él para subir afinidades). El diseño de la franquicia ha tirado mucho hacia el anime últimamente, así que algo de censura era casi previsible habida cuenta de la presencia de alguna que otra waifu muy waifu. El control, sobra decirlo porque apenas requiere nada, funciona a las mil maravillas.
Es un juego en el que las novedades introducidas funcionan muy bien, y donde los escenarios plantean desafíos muy interesantes y variados. La historia no me parece especialmente destacable, pero como juego de estrategia me ha parecido excepcionalmente bueno y recomendable para los seguidores de la franquicia (advirtiendo siempre que este "Conquista" en concreto es la versión difícil de esta entrega dual).
Aunque disfruté mucho de Awakening se me hicieron muy tediosas e innecesarias las afinidades y relaciones, parecían sacadas de una visual novel baratilla.
ResponderEliminarSin quitarle un ápice de sordidez a ese minijuego, jamás defenderé cualquier manifestación de censura en pleno s. XXI. Es evidente que se basa en los gustos del público nipón y dejarlo habría desencadenado no pocas represalias en occidente, pero mutilar un apartado inherente a una obra, por minoritario que sea, no es de recibo a estas alturas.
Ya sabemos que en el J-RPG proliferan no pocos tópicos del manganime salvo contadas excepciones, y Nintendo no puede ser impermeable a las modas en un género que atrae a otros nichos de mercado más allá de su consumidor medio. Hasta Xenoblade ha sucumbido. Podremos erijirnos como "Guardianes de la Moral", pero la pela manda.
Hola, buena reseña. ¿Tienes pensado jugar al Strange Journey Redux?
ResponderEliminarKururin, a mi lo de las afinidades me gusta en batalla... pero toda la parte de VN es muy cutrecilla, eso sí (algunos diálogos me hacen gracia, pero son muy mediocres, eso es innegable)
ResponderEliminarYo con la censura tengo un poco sentimientos contradictorios... no me gusta y me parece un claro retroceso... pero es que lo de este juego en concreto me parecía casi insultante y particularmente no lo echo de menos, pero la censura en las versiones siempre es muy discutible ya que está por completo fuera del control de los creadores y tenemos a gente con tijeras rediseñando productos, lo cual es horrible.
Anónimo, me temo que no, el original me encantó... pero me falta tiempo para jugar todo lo que quiero.