Es difícil vender "Yuru Camp". Tenemos una chica alegre e hiperactiva que se muda a una localidad cercana al monte Fuji y un día, visitando un lugar con vistas, conoce a otra chica -bastante solitaria y calmada- a la que le gusta acampar. La chica alegre se contagiará de ese espíritu campista y, entrara a formar parte de un club de acampada de su nuevo instituto, donde conocerá a dos jóvenes más. En ese mismo instituto tenemos a la campista solitaria, que pasa de clubs y pasa los días en la biblioteca con la ocasional compañía de una amiga bastante adinerada. Y poco a poco se irá formando un grupo de acampadas en el que estos cinco personajes interactuarán. Básicamente eso -y perros, y comida deliciosa- es Yuru Camp. Y parece una nadería insustancial, pero es la gloria. Uno de esas series que te tranquilizan y te traen paz al interior. Una serie para ver sentado en una butaca con un buen chocolate caliente y relajarse.
"Yuru Camp" es un slice of life, y se encuadra dentro de su subgénero más popular... chicas monas haciendo cosas monas. En este caso tenemos a cinco chicas muy simpáticas y muy distintas entre ellas, y lo que hacen es irse de acampada en solitario o en grupo, y mientras lo hacen van gastándose bromas o hablando, y así se forja una bonita y disfrutable amistad entre ellas. Eso es la serie, nada más, y nada menos. Pero esto, que tan poco puede parecer a priori, lo hace a la maravilla. Le falta desarrollo para llegar a los niveles de grandeza de Azumanga Daioh! (ver reseña) y tampoco tiene esa magia especial de Flying Witch (ver reseña), pero puede tratar de tu a tu a las mejores series del género sin problemas.
No hay drama, pero hay una comedia exquisita y tremendamente disfrutable, con unas protagonistas adorables que además se sienten reales (Rin y sus monólogos, su sencillo disfrute de la soledad, es impagable). Es una serie que, sencillamente, alegra ver. Es bonita, con una fotografía plagada de tonos cálidos y contrastes apagados que en cierta forma simboliza muy bien la relación entre los diversos personajes, y sus diseños bonitos y coloridos se deforman continuamente para conseguir una simpática comedia basada en elementos cotidianos (no recuerdo ahora mismo ninguna serie con unos perros más entrañables o divertidos que los de esta serie).
La serie es tremendamente contemplativa -imagino que el manga estará financiado por alguna revista de campistas o algo así- y se recrea en muchos paisajes y zonas de campings sacadas del Japón real, mostrándonos sus vistas o las ventajas de estas al tiempo que una voz en off nos da ocasionales lecciones sobre las acampadas. Pero la serie en ningún momento se siente especialmente publicitaria, y tampoco es este un anime fanservicero a pesar de que las protagonistas visiten varias casas de baños, es un anime tranquilo que te muestra los paisajes y la quietud del mundo para reconciliarte con tu paz interior. El guión de la serie es exquisito, con un buen desarrollo de relaciones y unos personajes que se sienten muy reales dentro de su mundo, el diseño de personajes es precioso y la serie además recurre a muchas bromas visuales, la música es calmada y relajante, y el trabajo de las dobladoras excelente... pero donde destaca esta serie es en su dirección y en su montaje, plagados de largos silencios en escenas de viajes, de simple contemplación de paisajes o incluso de personajes durmiendo. El ritmo de la serie es extremadamente pausado, pero nunca te da la sensación de que no pase nada más allá de cuando la serie quiere mostrarte a sus personajes disfrutando de cuando no pasa nada; y la pequeña historia de la serie se desarrolla muy bien, dando tiempo a los diversos personajes para presentarse, asentarse y crecer a lo largo de los escasos 12 episodios que componen esta serie.
Es difícil recomendar esta serie, pero creo que la forma más sencilla de hacerle justicia y recordar que al principio de temporada nadie pensaba verla... y cuando ha acabado se ha convertido casi en un meme de internet, con muchos aficionados apenados por tener que despedirse de ella. No es una serie que seguramente pase a la historia, pero es una serie que todos sus espectadores recordaremos con una sonrisa.
IRL soy aficionado al senderismo, actividades de este estilo, y de descubrir parajes "naturales" ocultos de Japón... pero no pude pasar del segundo capítulo! Lo encontré simplemente demasiado lento. Algo que NO me pasó con "Yama no Susume", técnicamente de peor calidad, pero directa al grano!
ResponderEliminarCurioso, a mi me costó mucho acabar la primera de "Yama no susume"... y eso que es una serie de esas de 3-4 min, no sé, por alguna razón no conecte con ese grupo de chicas, mientras que estas me ganaron casi desde el principio con esa versión genki girl de Kirby que tiene de protagonista XD
ResponderEliminarYuru Camp es la gloria y la mejor publicidad que he visto.
ResponderEliminarEs destacable como una serie donde nada pasa, está tan bien hecha que gozas la experiencia. Como un viaje lo que es el mayor logro de la serie.
Es bueno compararla con Sora Yori, el otro slice of life de la temporada, para ver como con un estilo bastante similar van a cosas completamente distintas.
Si dices que Flying Witch es tan buena, quiza debería verla.
Las campistas y las chicas de la Antartida fueron para mi lo mejor -y más sorprendente- de la temporada, eclipsaron casi al resto de series.
ResponderEliminarFlying Witch es otra pequeña joya absolutamente recomendable para los seguidores de los Slice of life.
Después de casi dos semanas logré terminar la serie.
ResponderEliminarEs curioso como la temporada anterior tuvo a Sora Yori mo Tooi Basho y a esta serie como mis favoritas.
La 1era centrada en un viaje con un objetivo bastante claro y la amistad que se va forjando por el camino mientras las chicas superan diversas adversidades.
Y ésta, por su parte, es mucho más "relajada". No hay un "gran viaje" que dé nombre a la serie, ni personajes con grandes aspiraciones. Por el contrario, nos encontramos con jovencitas que sencillamente comparten y disfrutan una actividad bastante "normal".
Imaginando el caso de una persona que va cada fin de semana al cine y busca algo que lo entretenga y lo haga olvidar los problemas de su vida. En este sentido, es un show difícil de recomendar, a priori, por no ser nada de que el espectador suele ir a buscar.
Todo lo contrario, es precisamente una serie excelente para "hacer una pausa" en nuestras vidas llenas de alta actividad. Con esos planos largos y sostenidos, donde una simple melodía se repite sin cesar y disfrutamos del paisaje junto a las protagonistas. Con esos pequeños momentos de interacción entre ellas tratando de sacarle el máximo disfrute a el viaje de turno que han decidido realizar.
La serie tiene sus problemas, entre los cuales prefiero destacar dos:
a) "El Tutorial" continuo por parte del narrador: ¿No se supone que Nadeshiko también está aprendiendo con nosotros a medida que la serie va avanzando? ¿Por qué recurren al narrador y rompen en la inmersión del espectador?
b) El "Humor": Disfruto mucho de los pequeños "momentos cotidianos" completamente pausibles, como la joven que, de un momento a otro, se vio cocinando para toda una familia. Pero es una obra que tiende muchos momentos donde exagera demasiado la situación y muchos de sus chistes se repiten.
Comparto las favoritas. Muy curioso como dos series en principio tan ignorables han acabado siendo lo mejor del trimestre. Y siendo muy distintas, son al mismo tiempo muy parecidas, con esa amistad tan hermosa entre sus diversas chicas.
ResponderEliminarComo dices, es muy dificil de recomendar, la ves y la disfrutas, pero es dificil describirla o venderla, no tiene nada a lo que puedas agarrarte para intentar convencer a alguién de que la vea. Es paz en estado puro.
A mi el narrador me gustaba, siempre me sacaban una sonrisa con él o con las piñas XD.
El humor no me parece especialmente exagerado, alguna vez puede ser algo repetitivo... pero en general me parece que está bien espaciado a lo largo del tiempo.
Como bien dices, no sé qué tiene esta serie, porque en realidad no pasa nada, pero se lo coge cariño a los personajes. Yo lo veía cada semana con una sonrisa en la cara.
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