La primera temporada de esta serie era rara como ella sola (ver reseña). Funcionaba, al menos para mí, pero vivía en el filo de una navaja. En esta segunda temporada, perdido el factor sorpresa y conocidos ya los personajes, la serie intenta huir hacia adelante ahondando en su locura... y definitivamente eso la ha echado a perder en mi opinión.
El problema de esta franquicia es que vive en la exageración, en la locura de sus personajes. Sin embargo, lo que en la primera temporada era una academia de intrigas y de apuestas morales plausibles hasta cierto punto, en esta temporada ya ha pasado a ser casi una parodia de si misma. Los juegos de cartas o de mesa han desaparecido para dar paso a una serie de pruebas tan enrevesadas como poco creíbles, donde además uno en ningún momento puede seguir el desarrollo de los enfrentamientos o quien esta en cabeza, y al final la resolución no deja de ser una serie de razonamientos presentados de una forma lógica pero que al final son un puñado de casualidades que verdaderamente no habría motivo para asociar.
En la primera temporada teníamos una academia demencial con una estudiante de intercambio que lo revolucionaba todo. La idea funcionaba. Aquí tenemos el problema de que todo pasa a ser una especie de extraña guerra familiar donde todos los personajes son demasiado brillantes en un campo extraño y donde además la serie intenta recuperar a los villanos de la anterior temporada para transformarlos en héroes o compañeros en la mejor tradición de los shonnen de batallas. El punto de partida no es malo, pero el desarrollo no es especialmente brillante, y ni conseguimos grandes personajes entre los nuevos ni la reconversión de los anteriores es especialmente gratificante; si a esto le sumamos que las partidas de cartas o los duelos de estrategia dejan su paso a pruebas demasiado extrañas que parecerían más lógicas en Love Live* o en el Profesor Layton, al final tenemos un desarrollo extraño y desconcertante que no es especialmente divertido o gratificante.
Sin la sorpresa inicial, la serie se sumerge más en su locura, e incluso su sólida animación se prostituye fanserviceramente en los ya poco disimulados orgamos de sus chicas durante las apuestas y en una sensación de conspiraciones ya muy poco sutil.
Si bien la primera temporada me entretuvo, en esta he encontrado pocas de sus virtudes pero si todos sus defectos.
*Sí, recuerdo que ya en la primera temporada había una especie de duelo a lo Love Live, lo repiten y además en peor porque si no no hay forma de usar a la "idol" del consejo.
Creo que ya lo comenté en el podcast, pero lo diré de nuevo aquí: para mí esta serie no tiene más recorrido que la primera temporada, ya está. Aunque los nuevos personajes fueran hipermolones, seguirían siendo apuestas en el instituto, lo que ya se había visto en la primera temporada. Si los juegos los hacen más enrevesados (shonen también) son demasiado enrevesados, pero si hubieran mantenido el nivel o hubieran bajado su complejidad, esa parte estaría ya vista y perdería interés. ¿Locuras? ¿Cómo podían subir, matando personajes? Demasiado exagerado. Y si hacían algo totalmente diferente a la anterior temporada, no era Kakegurui.
ResponderEliminarQuiero decir, estoy de acuerdo contigo en que esta segunda temporada es peor, pero para mí no tenía solución. Cito aquí a eter en otro podcast sobre porqué decidieron terminar Seinfeld: "Podemos mantenernos, pero no mejorar". La primera temporada de Kakegurui ya llevaba todo al límite, de hecho ya rebasaba el límite varias veces con la pistolera y la protagonista como mascota desnudándose porque se lo piden. No había razón para una segunda temporada, de hecho no hay razón para que esta segunda temporada no haya sido el cierre y desde luego una tercera te podrá parecer mejor o peor que esta, pero nunca al nivel de la primera (que tampoco es que fuera algo remarcable), o eso es como yo lo veo.
PD: Al final harán tercera temporada de Kakegurui y Medaka box se quedará en dos inconclusa... Para mí hubiera sido más emocionante que hubieran seguido Youkoso, aunque solo la viera yo, :( .
Literalmente aquí se están jugando la vida varias veces de formas muy enrevesadas y absurdas... y ya no hay lógica o sensación de juego psicológico como siempre se dice que hay en muchos de estos juegos, es sencillamente una concatenación de exageraciones porque la serie ha entendido que es lo que vende. La frase que comentas de Seinfeld es una gran verdad que esta serie confirma, todas estas continuaciones o series que se alargan ya sin frescura o fuerza son muy tristes. Y vamos, la serie no queda cerrada, pero es que verdad ni siquiera tiene una gran trama que cerrar.
ResponderEliminarUna pena lo de Medaka... se que tu eras más de Kumagawa, pero yo es que era de Anshin'in XDDDD
En la primera estaban jugando a la ruleta rusa con el revolver, se juegan varias veces su futuro pasando a tener una vida programada, se arrancan las uñas a mordiscos, al secretario le da un golpe de calor que casi lo mata... Para mí ahí ya se estaban jugando la vida y el juego psicológico era el mismo. Esta temporada tiene lo de los dedos y el veneno, no recuerdo si algo más, que son como mucho un ligerísimo salto de lo que ya estaban haciendo.
ResponderEliminarYo soy tanto de Kumagawa como de Anshin'in, al mismo nivel. Si no he dado esa impresión es porque quizá tú te fijabas más en la última y yo te tenía que vender que el otro también molaba mucho, xD.
Lo de la ruleta era muy bestia, pero no sé, no lo veía tan bruto cuando aquí directamente envenenan a la prota y dicen que el antídoto está en la partida... me parecen ya intentos de homicidio en toda regla XD.
ResponderEliminarY luego esta el momento happy de lanzarse desde la torre del profesor Layton XD.