Este anime, bajo el protagonismo de un par de amigos, nos narra un año de 5 jóvenes deportistas que intentan abrirse en el competitivo mundo del tenis de mesa; la rivalidad y la amistad se darán la mano mientras vemos como se abre también el debate entre el talento y el esfuerzo. Verdaderamente, poco más se puede decir del argumento de esta serie sin destriparla ya que, más allá de sus emocionantes partidos de ping-pong, es una serie sobre el crecimiento de 5 jóvenes por medio de las interacciones que entre ellos se producen merced al deporte que practican.
Pero el argumento poco importa en esta serie (y debido a que es una serie realista en su planteamiento en mi caso ni siquiera he llegado a simpatizar con varios de los personajes al ser bastante hoscos y antipáticos), lo interesante de esta serie es su dirección y estilo gráfico. Masaki Yuasa es uno de los directores más particulares del anime actual y esta serie es seguramente su producto más extremo. Lo primero que llama la atención de esta serie es su dibujo, que ¿para qué vamos a negarlo? es feo a los ojos. Uno se acostumbra después a sus personajes nada homogéneos, a sus líneas nada firmes y a su trazo premeditadamente agresivo y deformado en un estilo visual que nació en el anime de Shin-chan y no perdió nunca algo del dibujo de aquella serie pero refinó al extremo todos los recursos narrativos visuales posibles. Cada cuadro de animación parece querer transmitir algo con el diseño de los personajes o la forma en la que son animados, y a ello hay que sumarle cambios cromáticos, imágenes estáticas, escenas en las que la pantalla se divide en infinidad de cuadrículas simulando el formato del manga original, metáforas visuales de todo tipo en las que el realismo de las escenas se deforma en base a como los personajes lo ven todo dependiendo de su estado de ánimo o sus pensamientos, y por supuesto un uso bastante potente también de la banda sonora como un elemento narrativo más.
No es un anime especialmente simpático de ver y particularmente no he llegado a conectar tanto con sus protagonistas como parece ser la tónica general entre los espectadores de la serie, pero es una serie tan rara como potente visualmente y un anime digno de ser visto aunque solo sea por ello.
Oh! Todavía no la habías visto?? 5 años.. bueno... diré lo que dije en mi blog en su día:
ResponderEliminarSólo 11 episodios. No sobró ni uno, ni hicieron falta más. Principio, inicio, final. Animación "rara", "fea" incluso, pero es que no iba de animación. Es más, creo que hay algunas personas que creían que la serie iba de Ping Pong !!! ¿Imprescindible? Posiblemente.
Yuasa. Solo he visto Tatami Galaxy y devilman crybaby que me han encantado.( me parece que nunca la reseñaste no? La verdad no tengo recuerdo)
ResponderEliminarerGuiri, asignatura pendiente que tenía, sí XD.
ResponderEliminarCreo que si es casi una imprescindible por su formalismo... pero es tan particular que es difícil recomendarla.
Darkking91, Devilman la tengo un extraño limbo de series y temporadas sueltas que iba a reseñar pero que fui aplazando poco a poco y que creo que ahora ya no reseñaré
Jhon Kei
ResponderEliminarMi favorita, junto a The Tatami Galaxy, de este director.
Dejando de lado su presentación, que es fea y no hay vuelta que darle (aunque el trago amargo pasa rápido una vez uno ve el dinamismo de los partidos), es difícil encontrarle peros a la serie, más allá de que igual y podrías preferir un ritmo más pausado o unos personajes más simpáticos para lo que el medio nos tiene acostumbrados, pero en mi opinión este ritmo vertiginoso y sus personajes realistas, tanto en su diseño como en sus dramas personales, hicieron que me haga una maratón con ella y probablemente en un futuro la vuelva a marotonear.
Yo creo que lo verdaderamente importante son los caminos recorridos por los personajes, no estos. Recuerdo esos momentos de Kazama en el cuarto de baño antes de un partido apabullado por la presión, "obligado" a ser el mejor sí o sí. O el baño de realidad que recibe Wenge nada más llegar a Japón.
ResponderEliminarEn su día me encantó esta serie, precisamente por el aspecto raruno que tiene, y porque está perfectamente desarrollada en los 11 episodios que dura, ni le falta ni le sobra un minuto, tampoco pierde el tiempo en tonterías, me pareció modélica en ese sentido.
Pd: Ese monólogo de Peco al final del episodio 9 ("Smile me está esperando") me pareció precioso, un gesto sincero de amistad y amor propio increíble.
Para mi la pregunta es si es mejor o peor que la saga en la que Chicho Terremoto se enfrentó al club de ping pong de su instituto.
ResponderEliminarJhon Kei, si, a nivel de ritmo y realismo es intachable. Desarrolla muy bien tanto a sus personajes a lo largo del año pivotando sobre partidos... pero sin hacer estos eternos.
ResponderEliminarLechu, lo del chino me escama un poco... comienza siendo demasiado bueno, para luego pasar a ser apaleado por todos... me jode, era el personaje que más me gustaba XD.
pd: Yo tengo el problema de que tanto Peco como Smile me caían como una patada en las partes XD.
Anonimatus, peor, Chicho, hasta en sus peores momentos, está por encima del 99,99% de las series XD
La verdad es que... aunque me gustara bastante tirando a mucho en su momento, creo que la razón por la que me impactó fué no por su trama ni sus personajes, sino por estar bien hecha en sus 11 episodios y el toque único que le da el ser Yuasa animando a Taiyo Matsumoto, pero... en retrospectiva... siento que no se me ha quedado tan dentro de mí.
ResponderEliminarMe gustaron las ideas del héroe (ser fan de Kamen Rider lo hace todo muy gracioso), de la superación, de la intensidad de las emociones... pero eso y ya.
A veces el mirar una serie en retrospectiva cambia bastante las cosas, y te hace ver su valor de otra forma. Recuerdo Utena y me maravillo recordando los detalles aunque no la disfrutara TANTO, recuerdo Ginga Eiyuu Densetsu y me vuelvo a arrodillar, recuerdo NieR: Automata y su terror existencial vuelve a mí, recuerdo Dies Irae y me veo en un eterno retorno de ideas sobre sus temas y personajes, recuerdo todos los Trails y admiro cómo han ido construyendo su mundo y su trama, miro atrás en One Piece y me asombro ante lo variada que ha sido en temas, ambientes y tramas...
Miro atrás en Ping Pong y recuerdo la animación.
Puede que esté siendo demasiado emocional, pero a veces uno ve que lo que le pareció grande fue mas un efecto del momento, y no marcó tanto a uno como para valorarlo tanto.
Así que estoy de acuerdo en que no consigo verla como un IMPRESCINDIBLE. Pero si alguien me pregunta diré que tiene personalidad, un encanto especial entre su animación y ambiente. Aunque en general no tengo ni idea de a quién le va a impactar de verdad una obra así.
La narrativa es muy buena, pero yo tengo el problema de que no simpatice con ninguno de los dos protagonistas... eso me hace dificil recordarla bien. Al fina, recuerdo, como tu, sobre todo su potencia y valentia formal.
ResponderEliminarIncluso si odias a un personaje como yo a Shinji, aún así nada niega que su trasfondo o construcción este bien hecho ya que es eso lo que hace un buen personaje, shinji será odiado por mucha gente sin embargo es un excelente protagonista perfectamente ubicado en la serie que es eva y en contraste existen personajes basura que todo el mundo adora como Taiga y los protas de konosuba.
ResponderEliminarCompletamente cierto, los personajes no me gustan y me resultan antipáticos... pero su construcción es magistral.
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