Aunque el medio de la televisión no tenga tanta historia como el de la literatura, llevamos ya más de medio siglo viendo como poco a poco se forjan ciertas reglas narrativas. Estas reglas no se han definido por ningún tipo de capricho aleatorio, son el resultado de muchas horas de prueba y error. Series que intentaron algo y fracasaron, y otras que triunfaron en su innovación y luego fueron plagiadas hasta la saciedad. Es algo normal en el proceso creativo, la originalidad como tal es bastante escasa y cualquier obra es en su mayoría una determinada combinación de la infinidad de influencias que han tenido sus autores a lo largo de la vida.
Esta serie, quizás más comúnmente conocida como "In Spectre" basicamente se caracteriza por ignorar las reglas normales de los adaptaciones de otros medios al anime. Eso es un riesgo, esas reglas, como he dicho, son un seguro de vida, algo que no te garantiza calidad pero al menos te salvaguarda -hasta cierto punto- de ser un desastre. Una obra tiene que ser muy buena, o estar muy bien contada para poder progresar sin su apoyo.
No es que esta serie lo haga, es que lo hace prácticamente enfrentándose a esas reglas. Es algo tan curioso como gratificante de ver. La serie se basa en el absurdamente disparatado carisma de su protagonista, y en torno a su verborrea y desparpajo interminables expone un mundo bastante sólido cuya solidez no hace otra cosa que reafirmar a cada instante.
La serie nos coloca en un Japón en el que fantasmas, espíritus, espectros y todo tipo de criaturas paranormales existen; y la suya es una existencia pacífica que no interfiere con la de los humanos normalmente con la única excepción de Kotoko, una joven que se ha convertido en una especie de consejera y árbitro de sus conflictos. Pero, muy ocasionalmente, este mundo entra en conflicto con el de los humanos, y entonces Kotoko también ha de actuar... arrastrando con ella a su novio a la fuerza. Pero esta no es una serie shonnen con batallas contra espectros, no al menos en el sentido más habitual del anime, esta es una serie de discursos, de interminables explicaciones y exposiciones que se extienden a lo largo de todo su metraje y que sorprendentemente funcionan de sobremanera.
Técnicamente la serie cumple más que de sobra, su animación quizás no sea especialmente destacable, pero tampoco parece barata, y esta respaldada sobretodo por unos diseños de personajes y criaturas muy agradables. Y si visualmente la serie es bonita, eso también se extiende a su ámbito sonoro con una buena banda sonora y un trabajo de doblaje que sencillamente es espectacular en el caso de su protagonista.
Pero la serie destaca en su narrativa, porque pocas veces se encuentran casos tan extraños como este. Una adaptación normalmente sigue una progresión casi de Fibonacci en la duración de sus arcos; en una serie de 12 episodios es normal ver un prólogo, luego quizás dos arcos de 2 o 3 episodios y luego uno último de 4-5 como colofón de la serie en una clásica estructura "in crescendo". Aquí no, tenemos un arco inicial de 3 episodios para presentar la serie y su mundo, y luego todo el resto de la serie son 9 episodios dedicados a un mismo caso (y de hecho el primer arco incluso podría considerarse una previa de este al presentar en él a Saki-san y el origen del noviazgo de los protas), y durante esos 9 episodios la serie no deja de explicar más y más cosas fortaleciendo las bases sobre las que inicialmente se había asentado. Y hay una máxima narrativa de los teóricos del guión que dice "no cuentes, muestra", no hay que verbalizar las acciones o los pensamientos, el espectador tiene que ver lo que pasa y no escucharlo.... y esta serie es absolutamente lo opuesto, es completamente expositiva, y no me parece que sea para mal, sencillamente la serie es una sucesión constante de Kotoko explicando porque pasa lo que pasa y como se está enfrentando a ello, y funciona sorprendentemente bien.
Es una serie extraña por lo distinto de su planteamiento y lo denso de sus diálogos, pero me ha parecido una gratísima sorpresa tan disfrutable como recomendable.
Pues me haces dudar, vi el episodio 1 y sentí que todo lo que iban a contar, ya lo había visto. El carisma de la prota, destinada a ser love interest del chico, no consiguió suplir lo predecible que me parecía todo. ¿Mejora con los episodios?
ResponderEliminarTe diría que le dieras hasta el 3 para ver como se resuelve una saga, a mi el primer episodio me dejó un poco descolocado al principio.
ResponderEliminarTodo gira en torno a Kotoko, y esa era la única decisión posible, porque la chica es una joya de personaje capaz de desenvolverse en cualquier situación y tener química con todos los personajes (magnífica su capacidad de sacar de quicio a Saki XD). A pesar de que he disfrutado mucho de la serie y su agradable frescura a la hora de plantearse a sí misma, se me hicieron un poco largos los 9 episodios del arco final, tal vez porque la aparición de la antagonista (la prima del prota) fue un poco tardía para mi gusto. Además, ¿no te pareció que las escenas de acción estaban un poco metidas con calzador? Con ese espíritu tan conversacional y descriptivo de la serie esas escenas me parecieron anticlimáticas.
ResponderEliminarDe todas maneras, me parece una de las series destacables de la temporada. Mucho me temo que va a pasar más desapercibida de lo que debería.
El arco final se hace un poco largo, pero creo que también incluso por el propio formato, cuando vas por el episodio 8 y no ha acabado el arco -y en el op solo ves a la chica de la viga- sabes que va a durar hasta el final y quieras que no sabes que muchas de las cosas que ves son relativamente intrascendentes o trampas narrativas.
ResponderEliminarLas escenas de lucha supongo que estaban para que no fuera todo monólogo, que supongo que le habría dado un ritmo muy malo. A mi no me emocionaban especialmente, pero tampoco me disgustaban. No me gustaban, eso si, las escenas de la prima... no soy nada fan de esa "trama de hilos"
Acabo de terminarla y ciertamente no esperaba que me gustara debido a la sobrexposicion que mencionabas, pero me ha dado para repensar algo. Muchas adaptaciones de anime basados en un material con exceso de exposición como las novelas ligeras tienen el problema del exceso de texto, pero en este trabajo me doy cuenta de que el problema de estas adaptaciones no proviene de la incapacidad de poner todo y de rushear el material, sino de la incapacidad de fortalecer a la misma al no poder comprometerse con ninguna de sus partes
ResponderEliminarUn mal ejemplo es Index que intenta ser todo, pero al final la serie no se dedica a construir nada.
Un buen ejemplo es Gurren laggan es un anime donde pone toda su fuerza narrativa en la "fuerza de voluntad" es parte importante de esta y del desarrollo del protagonista siendo los power up seguidos la escencia a diferencia del nekketsu regular donde detallan mucho sobre el sistema de poder y energía como chakra, Ki, etc. pero luego los rompen dando la sensación de que se traicionan así mismos.
Volviendo a Kyokou Suiri mucha gente la encontró aburrida, pero ante aviso no hay engaño la serie es así exposición pura y las pocas peleas que están ahí porque "no todo puede ir sin complicaciones" prefiero eso a estar forzándolas a cada rato para que los espectadores no se aburran ya que si tu mundo no es lo suficientemente interesante para mantenerlos enganchados y debas meter una pelea cutre para llamar la atención entonces quizás ni el autor piense que su concepto es interesante.
Aquí creo que el estudio se dio cuenta de que el clímax -en verdad "el todo"- de la serie era Kotoko y sus parrafadas que mezclaban a partes iguales tonterías con cosas serias y chungas merced a su gran carisma... y que la acción no dejaba de ser un complemento para oxigenar un poco los largos diálogos. Trata la acción como algo completamente secundario, todo esta supeditado a complementar el guión, y por eso funciona.
ResponderEliminarEN la Index que mencionas esta el problema de siempre, si en una novela tienes un capítulo explositivo y luego uno de acción, el ritmo en letras y páginas se puede mantener mejor, pero al adaptarlo la parte de acción muchas veces tiende a acaparar demasiado metraje y acaba quedando una estructura descompensada (más aún en el anime con esa regla no escrita de 4 capítulos por novela)