Flojita. No puedo catalogar de otra forma esta serie. El principio está bien, tenemos a un chico muy bueno al que sus padres venden a un demonio que quiere jugar a ser abuelo, y el chico ha de ir al instituto e intentar hacerse pasar por un demonio para que no le maten. Los demonios del instituto no son especialmente malos, pero todos tienen magia y particularidades, y ahí el bueno de Iruma debe sobrevivir. La premisa es simpática, aunque no especialmente original (de hecho todavía a día de hoy un servidor sigue lamentando la cancelación de la mucho más inspirada Mx0 (ver reseña)).
Pasados los primeros episodios la sorpresa desaparece y la serie se hace muy monótona, viviendo de repetir una y otra vez los mismos gags y enlazando unos arcos principales que siempre se sienten extraños y un poco fuera de lugar. Iruma no funciona como motor principal de la serie ya que en si la definición del personaje es la del absoluto conformismo, y eso hace que todos los momentos en los que parece que quiere avanzar se sientan forzados. Curiosamente, cuando la serie se olvida de él y nos sumerge en el mundo mágico con su demencial política funciona mucho mejor (el abuelo y los grandes demonios son muy potentes).
En algunos momentos la comedia funciona mejor, y lo tsundere de Ameri es divertido, como también la locura de Clara (cuando no abusan de ella). La serie tiene algunas ideas divertidas, pero en general me parece que estas brillan demasiado aisladamente y que el desarrollo general de la serie es bastante átono... a lo que tampoco ayuda una factura técnica bastante normalita donde destacan además unos diseños de personajes que siempre parecen muy genéricos.
A pesar de que comienza bien, no puedo recomendar esta serie que llegado un momento -demasiado temprano- comence a ver con una terrible desgana (y son además 23 episodios con una segunda temporada ya anunciada).
Es una serie simpaticona, pero que abandoné en cuanto me enteré de que tendría 23 episodios. Supongo que en Japón debe ser bastante popular, solo así se le daría tanta duración y una segunda temporada en camino. Yo he pensado en darle una oportunidad al manga (si tengo tiempo), creo que esa estructura que la hace ser más bien plana y repetitiva en la pantalla funcionará mejor en el papel.
ResponderEliminarEmpezó bien, era divertida y amena, pero es que luego me parecía todo el rato el mismo desarrollo, así que drop.
ResponderEliminarPues a mi me gustó, para pasar el rato y desconectar de problemas está bien. Me la parto con Lala? lulu? la de pelo verde que está como una cabra (o literalmente como una oveja). Veré la segunda temporada con Iruma malaleche.
ResponderEliminarLechu, si, en manga creo que funcionará mejor por no hacerse tan repetitiva y funcionar mejor las apariciones de los secundarios.
ResponderEliminarEs extraño que le dieran 23 episodios y una segunda temporada, viendo rankings tampoco parece ser especialmente popular.
Yer, a mi me pasó eso, los primeros episodios bien... pero luego me pareció que perdió toda la frescura de golpe.
erGuiri, a mi Clara no terminó de gustarme... me gustaba cuando la veías de fondo haciendo sus tonterías, pero ese tipo de personajes tan absurdos no me gustan especialmente cuando adquieren protagonismo o relevancia en el desarrollo de las tramas.
La serie va mejorando en el manga, se introducen más elementos y se solucionan algunos de los problemas mencionados en la reseña.
ResponderEliminarLo que más me llamó la atención es que la mayoría de los demonios no son malvados la mayor parte del tiempo, más bien neutrales enfocados al interés propio con una parte maligna que se apodera de ellos de vez en cuando, sólo hay unos pocos que son realmente malignos.
La estructura del manga seguramente le venga mejor.
ResponderEliminarLo de los demonios creo que podría acabar siendo algo tan sencillo como una diferencia cultural, para nosotros es un término muy claro y casi inequívoco... pero los asiáticos tiene una cultura "fantasmal" más densa y supongo que habrá muchos rangos de demonios y para ellos no serán inherentemente malos