Humo, Magos y Cocodrilos

Dorohedoro

Caiman es un hombre con cabeza de cocodrilo y sin recuerdos que vive en una ciudad que es poco más que un vertedero gigante donde unos magos sin escrúpulos experimentan con sus habitantes. Caiman es un hábil guerrero que además resulta inmune a la magia por algún efecto secundario del hechizo que le deformó; en compañía de una amiga que cocina los gyoza a los que es adicto, el protagonista de esta historia dará caza a magos buscando averiguar su propio pasado y deshacer la magia que le transformó.

Manga bastante célebre en nuestros días, esta adaptación animada era bastante esperada. Es una producción de Netflix, y eso se traduce -como es casi habitual en la vertiente anime de esta corporación- en animación por ordenador. La animación está bastante cuidada, y creo que sienta bien a la hora de conferir consistencia y solidez a unas batallas que son uno de los platos fuertes de la serie. Así mismo este tipo de animación también beneficia en cierta forma al diseño general, con una gama de colores y una fotografía muy oscuros para dar vida a una ciudad ruinosa que parece vivir mucho más de noche que de día, así unos personajes además muy cuidados dentro de una estética punk.

El punto fuerte, o débil, de esta serie es su historia, cuanto menos extraña. Caiman parece más un secundario cómico que un protagonista, más allá de su deseo por conocer su pasado no tiene ningún rasgo característico al margen de su obsesión por comer gyoza. Su compañera Nikaido resulta un personaje mucho más interesante, con un trasfondo más sugerente; y ya que decir de la familia de En, el grupo de magos que en un primer momento parecen los principales enemigos de la serie pero que pronto roban toda esta acaparando los mejores minutos de la serie y convirtiéndola en una especie de comedia costumbrista de una disfuncional familia de magos extraños en un mundo carente de moral.

Lo divertido de esta serie es eso, tiene algo parecido a una trama, pero en verdad importa poco y no sirve para otra cosa que para presentar a los personajes y hacer que ocasionalmente se encuentren mientras vemos una noche en la que en la ciudad vertedero se dedican a cazar zombies, o una especie de feria en la ciudad de los magos donde los villanos son jueces de un concurso de cocina. El ritmo de la serie está más cercano al de un slice of life que al de un shonnen o un thriller, siendo la serie un extraño híbrido de esos tres géneros merced a la comedia negra como vínculo de unión. Hay violencia, porque la serie serie es bastante gore, pero esta está incluida en secuencias que son tan absurdas como extremas en un mundo que parecería la versión "Mad Max" del universo "Harry Potter" dirigida por Guy Ritchie.

Es una serie extraña que no soy capaz de recomendar abiertamente, porque además no tiene el mejor de los principios, pero es curiosa y creo que los que conecten con su oscurísimo sentido del humor disfrutaran enormemente con ella.