Los desposeídos
En su día no terminé de conectar con Ursula K. Le Guin con la saga de Terramar, algunas de sus entregas me encantaron, pero otras me aburrieron bastante, así que había priorizado otros autores por encima de ella. Pero había pasado ya bastante tiempo, así que decidí darle otra oportunidad y me adentré en esta novela. Y me ha encantado.
La novela nos presenta, en dos líneas temporales, los avatares de Shevek, un científico genial de un planeta cuyos habitantes viven supeditados a los de otro. Las condiciones del planeta son extremas y sus habitantes no tienen otro fin que trabajar y sobrevivir, desarrollando para ello un sistema social con tintes de anarquismo y socialismo. Veremos como el protagonista, con un idealismo desmedido hacia la individualidad y al mismo tiempo hacia la responsabilidad de esta para con el resto, crece en este entorno. Esto ocupará la mitad de los capítulos, que se irán alternando con otros -cronológicamente posteriores- en los que este científico visita el mundo que les tiene esclavizados y en el que impera un capitalismo salvaje. El libro toma partido por lo que sería la filosofía "más de izquierdas", pero en general presenta personajes con muchos matices en ambos bandos, pudiendo ver lo mejor y lo peor de cada filosofía.
Normalmente me asustan los libros político-sociales, ya que creo que la mayoría de los autores acaban pecando de ser maniqueos y ventajistas; pero aquí Le Guin me ha encantado, el libro suelta auténticos discursos políticos de varias páginas sin ningún tipo de complejos, pero tanto por una escritura ágil como por el hecho de que las propias posturas de la autora quedan matizadas por las dudas de su protagonista, me parece un libro muy accesible y reconfortante en su lectura que te hace pensar.
El estilo literario es el esperable de una autora que empezó en los 50-60, muy clásico, directo y sencillo, sin demasiadas descripciones y con una acción que aún no se había visto influenciada por la cultura audiovisual del cine. El personaje reflexiona mucho, pero el como se nos cuentan sus pensamientos no llega a hacerse pesado o repetitivo. Algunos elementos de ciencia-ficción no han envejecido bien por esa maldición de las novelas previas a Neuromante en las que no apenas existían los ordenadores, pero en general es un libro que me sigue pareciendo sorprendentemente actual y que me parece muy recomendable.
Todavía estoy con la saga de Terramar, pero creo que con esta reseña ya encontré la próxima lectura de esta autora. Gracias.
ResponderEliminarMi recuerdo de Terramar es ya muy lejano, pero este libro a grandes rasgos me gustó más
ResponderEliminarA mí de Terramar me gustó todo, incluyendo los relatos cortos, y esta por lo que dices pinta muy bien. Me la apunto. :)
ResponderEliminarSi te gustó Terramar, yo creo que esta te gustará también. A mi aquella se me hizo muy irregular y aquí creo que la autora consigue meter muy bien todo el tema político y social
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