Mashiro no Oto
Setsu Sawamura es un joven con un don para tocar el shamisen, sin embargo tras la muerte de su abuelo -el más mayor maestro de ese instrumento del mundo- acaba perdido, sin saber muy bien que hacer o como tocar. Inmerso en una crisis personal bastante grande, abandonará su casa y se mudará a Tokyo buscando en el viaje algo que le sirva de revulsivo. Allí encontrará amigos y poco a poco irá empezando a encontrar las notas que conformen su sonido.
El punto de partida de este manga no es el más original del mundo, es de hecho el más habitual en las series artísticas... donde el protagonista suele ser indudablemente muy bueno -o el mejor directamente-, pero donde sus dudas y problemas personales le lastran, haciendo que la resolución de estas sea paralela e indispensable para que su arte muestre todo su esplendor en lo que no deja de ser una variante relativamente intelectual de los habitualmente físicos mangas deportivos. Lo bueno es que a nada que se capture bien ese arte acaban siendo productos muy elegantes y espectaculares, con todas las ventajas de los spokon pero pocas de sus desventajas. Y Mashiro no Oto está dentro de esa categoría.
Esta es una de esas series que yo llamo "totales", donde por lo inusual de su argumento es imposible no fijarse en ellas, donde precisamente por lo extraño de su escenario los clichés no se notan tanto y los autores parecen tener más margen para desarrollar personajes. El referente más obvio seria, claro está, Kono oto tomare! (ver reseña); aquí nuevamente tenemos un club deportivo de instituto basado en un arte tradicional japonés también musical como eran los kotos, donde había competiciones pero donde había también hueco para el desarrollo de personajes, para algo de drama, para un humor muy amable y agradecido y para algo incluso de romance. "Mashiro no oto" sería algo distinta, cuando en los kotos teníamos a un grupo protagonista relativamente numeroso -aunque había tres por encima de todos-, aquí Setsu es el protagonista absoluto y todo gira en torno a él, su música y sus conflictos. En algún que otro momento puede hacerse un poco enervante, pero en líneas generales está bastante bien desarrollado y le vemos siempre intentando avanzar o encontrar su lugar en el mundo. Todos los personajes y todas las tramas están ahí para su desarrollo, pero al margen de ello los personajes no se sienten unidimensionales y vemos que tienen sus propios objetivos y pensamientos aunque la serie principalmente los muestre en relación con Setsu. El final de la serie es relativamente abierto porque el manga continua, pero en general tras sus 12 episodios uno tiene la sensación de que ha visto progresar al personaje y de que puede dar la serie por finalizada. 12 episodios que se ven en un suspiro porque la serie tiene un buen ritmo y no se estanca nunca más allá de algún episodio puntual que puede ser un poco más lento.
Esta es una grandísima serie, pero es en lo técnico donde realmente se encuentra su mayor virtud. Sus diseños son normales, incluso podríamos decir que genéricos, aunque no por ello son malos. Su animación esta relativamente cuidada y no tiene grandes altibajos, permitiéndose muchas licencias plásticas interesantes y bonitas durante las piezas musicales. Y es durante las piezas musicales donde más brilla la serie, son sencillamente espectaculares, muy potentes sonoramente y muy bien integradas para desarrollar los personajes y los conflictos. Y lo mejor de estas piezas musicales es que son... muchas. En las series con componente musical es casi normal que los conciertos se omitan, o que los veamos cada 4 o 5 episodios como un gran evento, suelen ser de lo mejor pero suelen ser muy escasas. Aquí son extraordinarias, pero además son muy frecuentes, hasta el punto de que creo que únicamente un episodio no hay ninguna gran pieza, aunque para compensarlo en algunos otros podemos encontrar dos o tres, e incluso alguien completamente profano en la materia disfrutará con ellas (el ejemplo más claro sería una que suena al principio del segundo episodio, extraña... pero cautivadora por la fuerza de la actriz de voz que participa en ella).
Este año se va vender caro el título de mejor anime del año, pero en cuanto a lo sonoro creo que ninguno estará a la altura de esta pequeña maravilla.
Bueno, como anime no lo valoro tanto, pero me encantan este tipo de animes "culturales". Son la mejor forma de presentar elementos culturales totalmente Japoneses. El anime de los koto que mencionas también me enganchó, y Chihayafuru ya es lo máximo.
ResponderEliminarAdemás de "shamisen", "kotos" y "Karuta", también estarían en la misma barca el Shogi de "Sangatsu no lion" (aunque es más serio, largo y nunca terminé de verlo).. el Go de "Hikaru no go" (otro estilo, pero me enganchó) y el Yosakoi de "Hayanamata" chicas kawaii puke rainbows. Si sabes de más, háznoslo saber onegai shimassss.
Barakamon no terminaría de decir que va sobre la caligrafía, pero bueno ahí está. Y de ese tip, aunque sea todavía mas dramática que Sangatsu no lion te diría que estaba aquella del rakugo (Shōwa Genroku Rakugo Shinjū)
ResponderEliminarEsta la vi porque hablabas bien de ella (no recuerdo si en el podcast o por twitter), el caso es que me encantó. Tampoco diría que es una maravilla, pero yo la disfruté mucho.
ResponderEliminarUf, partiendo de la base de que me gustó mucho, creo que la candidatura a anime del año le queda un poco grande... Como bien dices, en lo sonoro es espectacular por calidad y cantidad de piezas, el shamisen tiene una mística muy potente que han conseguido cohesionar de maravilla con la circunstancia de Setsu y el resto de personajes. A partir de ahí, aunque raya a gran nivel, no la veo tan rotunda como Kono Oto Tomare!, tal vez porque la relación entre personajes está bastante menos trabajada y los momentos emocionales más intensos no se sienten tan genuinos.
ResponderEliminarVisualmente estoy bastante más lejos de ti, me parece correcta, sin defectos graves y con un extra de esfuerzo en las actuaciones para acompañar y potenciar la música, pero la mayor parte del tiempo su producción es bastante modesta, con algún bajón más o menos palpable. Que tal vez esté muy exigente por la cantidad de animes extraordinarios en calidad visual que estamos teniendo este año, pero este estudio se encarga de hacer Takagi-san, así que es capaz de mucho más.
dececon, quizás me pase un poco con ella con mi entusiasmo, pero me encanta que siendo una serie musical haya tanta música XD.
ResponderEliminarLechu, si, en anime del año ya solo con Oddtaxi y YuruCamp se vende la cosa cara este año, pero musicalmente si que creo que no hay ninguna que la va a superar por la simple fuerza de sus partes musicales.
A nivel de personajes es lo que dices, Setsu no deja de ser algo tópico con lo de "tengo que encontrar mi sonido", y el resto de los personajes son meros complementos suyos... supongo que no habrá segunda temporada pero quiero pensar que en el manga se desarrollarán más.
Me gustan sus diseños, y creo que sabe usar bien la comedia, por el episodio 8 o por ahí se le notaron problemas porque supongo que sería una producción muy pequeña y todo el gasto en animación se iría a las piezas musicales, pero en general me parece que cumple de sobra en lo visual
Jhon Kei
ResponderEliminarEn su momento dije que los personajes de la serie eran insufribles y unidimensionales...y en parte lo mantengo. ¿Pero y lo bien que se la pasa uno cuando cierran la boca y se ponen a tocar el Shamisen? No suele hablar del apartado sonoro, pero en este caso literalmente no solo es lo mejor de la serie, sino que al estar centrado en un instrumento tan atípico para el público occidental la considero casi como obligación recomendarla a todo aquel que disfrute de mancharse con la cultura japonesa por medio del manganime.
Tiene dos mitades muy distintas, la 1era de presentación de personajes (siendo el único memorable nuestro protagonista) y en la 2da tenemos 2 torneos (uno grupal y otro individual). La historia del prota buscando su sonido y de la abuela teniendo un momento Ratatouille están bastante bien (episodios 1 y 4, creo), pero la 2da mitad son literalmente 6 episodios donde a cada rato estamos escuchando gente tocar el shamisen y de maneras tan distintas que sencillamente resulta extremadamente disfrutable para el oído del espectador (y hay varios momentos donde la autora te explica bien qué es lo que el jurado está escuchando/viendo y como difiere con el gusto del espectador promedio donde estaríamos la gran mayoría).
Personalmente, me resulta difícil recomendarla. El episodio 1 es maravilloso, después la serie se estanca hasta que concluye el arco de la abuela (episodio 4 o 5) y hasta que no empieza el torneo (episodio 7) la serie no remonta. Sobre el papel no es "mucho esfuerzo", pero los personajes pueden hacer que 20 minutos se sientan eternos (por fortuna es una rareza que esta serie tenga un episodio sin que los personajes toquen el instrumento).
P.D: Personajes olvidables:
a) Sensei que se presta para validar el club, acto seguido nunca hace algo para ayudarlos. Sale básicamente para decir que un tío está bueno y para ir a conciertos gratis.
b) May con su rivalidad unilateral autoimpuesta que busca tocar mejor que el prota, pero ni si quiera toca mejor que su hermano. Como idea, ¿no es mejor mirar para adentro y mejorar con un rival "real"? Digo, ni si quiera sabes si el otro sigue tocando...
c) "Quedamos 3eros"... No pos...Son 20 clubes, ustedes tocan juntos 6 meses y ya quieren ganar un concurso...
d) Dueño de la tienda....que nunca está en la tienda y siempre está donde los protagonistas para hacer una explicación (si es que creo que hasta va con ellos al campamento de entrenamiento).
A mi es que la música de esta serie me daba la vida, entiendo las críticas a los personajes y a la historia porque no dejan de ser lo que hemos visto mil veces... pero esos momentos musicales lo compensaban con creces y hay muy pocos animes que los tengan tan buenos (y no recuerdo que los tenga en tal cantidad)
ResponderEliminarCon la segunda parte, la del concurso tenía miedo, pero al final es lo que dices, aunque parezca que estén tocando lo mismo, si que con la ayuda de los narradores pareces llegar a ver los matices que ven lo jueces (aunque eso de "su sonido" siempre me ha parecido muy extraño y una excusa de este tipo de series)
Yo la recomiendo muy, pero claro, enteramente por el sonido, me chiflan ese tipo de series y solo por esos momentos de concierto me tragaría muchos episodios de relleno... y aquí siempre hay concierto XD.
Sobre los personajes:
Sí, la profesora sirve para poco, y luego es raro ver al tio de la tienda para hacer algo parecido a ser su gestor de verdad XD
Y la rival esta por lo contrario, aunque yo creo que es más rollo tsundere clásica. Como siempre, me gustaría que tiraran algo del tema del machismo, que tiene que ser muy bestia en una cosa tan clasica como los shamisen... aunque ahí me gustaría más que tiraran de la madre y el porque no pudo seguir los pasos de su padre si tanto lo admiraba.
No veo tan exagerado lo de que se cabreen por no ganar, no dejan de ser adolescentes.