A hombros de gigantes

One Piece 1124 - Mi mejor amigo

Este es un buen capítulo... que hace un poco peor al anterior. En tomo no importará tanto, claro, pero siendo este un capítulo de 13 páginas y volviendo a tocar el tema de la muerte de Vegapunk, y acabando con un grito de "A Elbaf"... tengo la sensación de que Oda podría haber metido la información de ambos capítulos en uno de 18 páginas con un poco de trabajo sobre el guión.

Dejando a un lado eso, este si que era el capítulo de "final de isla" que esperábamos con la habitual celebración final. Celebración que no deja de mosquearme un poco, porque es tan obvio que el objetivo es la esperada Elbaf que es imposible no pensar que Oda nos la va a jugar de alguna forma. Con los gigantes ya parecía claro que ese sería el destino, pero ahora ya con esa silueta final -que vamos a llamar tentativamente "el Scopper Gaban que bebía con Crocus"- que parece esperar a la banda tampoco parece que de repente vaya a aparecer otro "Triángulo Florian". Y todo esto me da miedo, porque con la felicidad explícita y verbalizada de Robin ante la posibilidad de reencontrarse con Saulo, y lo extraño que es este tipo de escenas en One Piece -ningún miembro de la banda se ha reencontrado con su pasado de una forma tan explícita-, uno teme porque la arqueóloga no tenga esa escena de absoluta felicidad que todos esperamos. Espero que no sea así y que Oda nos dé el mejor "dereshishishi" del manga, nos lo merecemos.

Dejando a un lado temores sobre Miss All Sunday, Miss Wednesday también reaparece en el capítulo. La escena no tiene mucho, creo que sirve sobre todo para recalcarnos la importancia -ya obviamente innegable- de esta miembro de la banda, y de paso nos da un poco de comedia con ese gran hallazgo que ha resultado ser Morgans.

Luego la fiesta de fin de saga es ahora validada por un poco de transhumanismo que atenúa la derrota de la banda (derrota con matices, ya que Franky enumera los enemigos que han tenido y vemos que la banda es consciente de a qué se ha enfrentado). Lilith despierta y parece que el viejo cabeza-manzana preparó una especie de sistema de backup y ahora las personalidades de los distintos satélites se han volcado en la superviviente; supongo que el Vegapunk original no estará, aunque tampoco debería importar porque lo que parece que podríamos tener es un personaje con todos sus rasgos originales salvo la pereza y la avaricia (creo que es obvio que no se habrá volcado otro backup en York). Es un tema delicado, y creo que es innegable que la banda ha sido derrotada y que Oda ha sido bastante tramposo en este desarrollo... pero entiendo que quería llegar a este final y que estaba en sus planes este Vegapunk con trastorno de personalidad ya que la suma de las partes es más divertida que estas individualmente (y bueno, teniendo Lilith una seiyuu con bastante más caché que el resto de Vegapunk también era fácil adivinar esta posibilidad).

A que la muerte de Vegapunk no sea tal, se suma que podemos ver a Sentomarou huyendo y que la lógica nos invita a pensar que probablemente Stussy también haya conseguido escapar. No obstante, todo eso lo sabe el lector, teóricamente el bando de la Marina piensa que "sólo" ha dejado escapar a un Emperador con su lectora de fonegrifos y a una niña con la capacidad de emular a Nika y la facultad de controlar a los Pacifistas... habiendo humillado ambos previamente a los tenryuubito de más alto nivel. No será el mejor informe de Kizaru, pero al menos en teoría han conseguido acabar con Vegapunk, que era su objetivo principal. Queda por saber si Kizaru sabe si Lilith ha escapado y si su inactividad durante la parte final de la batalla ha sido voluntaria o estaba malherido. En todo caso, Kizaru es el obvio protagonista del capítulo con la explosión final de todo el pesar con el que estoicamente ha cargado durante la saga. Vale que quizás no sea la mejor escena del manga y uno no se crea que fuera el mejor amigo de Vegapunk, tenemos esas escenas con todo él, Kuma, Bonney, Sentomarou y Vegapunk bailando, no es mucho... pero teniendo en cuenta lo que puede haber sido la vida de este hombre es de los pocos momentos que le hemos visto genuinamente feliz. Kizaru, como todos los marines de gran nivel, ha puesto el deber por encima de todo, pero como dijo Kuzan hay un límite para cada hombre y el de Kizaru ha estado a punto de romperse con una misión que le ha exigido mucho mentalmente. El ver a un Almirante claramente contrariado por la misión que ha tenido que llevar, y el a continuación ver al propio Akainu disculpándose ante su amigo y compañero al darse cuenta de la situación en la que lo había colocado, son dos escenas muy importantes. Ya no creo en la posibilidad del golpe de estado, pero me gusta que Oda le de profundidad a estos personajes con estas escenas. Quizás no sean los mejores personajes de la serie -y dentro de los almirantes clásicos Kizaru es el menos importante-, pero no dejan de ser los "buenos" dentro de este mundo y es satisfactorio ver como Oda los trabaja.