sábado, marzo 17, 2007

A medio camino

Verano del 2000. Murcia. San Javier.
Yo era por entonces un jovencito de 18 años que acudía a la cuarta edición del Menorrock, movido sobretodo por la actuación de Kai Hansen y Ganma Ray, uno de mis grupos favoritos. Sucedió que vi a los cachondos de los porretas, a Mago de Oz -grupo que nunca me ha entusiasmado, pero siempre resulta espectacular ver en un concierto un solo de violin-, a S.A, a Ganma Ray y... a HammerFall. No había escuchado nunca antes a esta banda nórdica, y me gusto.
Recientemente he estado escuchando su discografía -no me di prisa, lo sé- y lo cierto es que he acabado bastante decepcionado. HammerFall tiene un directo impresionante. Tienen una escenografía impresionante, pero además consiguen un sónido muy limpio y potente. Me encantó entonces y este disco que comentó One Crimson Night tiene esa misma fuerza. El problema radica en que los conciertos son muy buenos y disimulan algunos defectos de la banda, defectos que salen a la luz en los discos de estudio.
He elegido este disco para comentar por ser recopilatorio, pero como he dicho he escuchado toda su discografía. El problema de Hammerfall es que es un grupo que parece estar a medio camino entre el portentoso speed metal nórdico y el power metal aleman. Sus canciones, su estilo y sus letras parecen ser herederas de los mejores Blind Guardian... pero su música y su ritmo tiene un pelín más de velocidad. Es una mezcla extraña. Rhapsody lo conseguía a la perfección en sus primeros discos, sin embargo HammerFall no. Tiene canciones buenas, eso es innegable, pero a mi humilde parecer tiene muy pocas "muy buenas". Grandes canciones y un estilo reconocible, pero pocos temas que te enganchen definitivamente y que hagan del grupo algo recordable.

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