sábado, octubre 13, 2007

Dos palabras: Baños turcos

Promesas del este

La unión de David Cronenberg y de Viggo Mortensen es uno de esos celebrados casos en los que un director y un actor descubren que ambos tienen una visión parecida del cine y que pueden hacer mucho el uno por el otro. Cronenber ha conseguido un actor que le garantiza un éxito relativo de sus peliculas (y con ello unos presupuestos más holgados y una gran libertad creativa), Mortensen ha conseguido un director que no hará otra cosa que aumentar el prestigio de su curriculum película tras película.
"Una historia de violencia" fue una excelente película sobre un hombre que trataba de dejar atrás su pasado de violencia pero era incapaz de ello. Director y actor se conocieron y se hicieron amigos, y tras ver que el filme funcionó en taquilla rapidamente acordaron volver a trabajar juntos y volver a tratar el tema de la mafia. "Promesas del este" es una secuela directa de aquella película en cuanto a temática y narración.
La película nos sumere en la rutina de la mafia rusa. Una joven comadrona presencia la muerte de una prostituta rusa al dar a luz a su hija, recogerá su diario y poco a poco ira descubriendo la verdad sobre ella y sobre el mundo en el que vivía. Así, se dará cuenta de que la dirección que había encontrado en su diario no es la de un amable anciano ruso que creía haber conocido, si no la de todo un lider mafioso. Y en mitad de este infieron aparece el personaje de Nikolai, chofer del mafioso y hombre de grandes ambiciones y extraña moral.
La trama no es excesivamente original, pero la película sobresale de alguna manera por la excelente dirección de Cronenberg. Una dirección sólida, firme y clásica. Un argumento sencillo pero desarrollado a la perfección, con un ritmo constante siempre creciente y con un guión que se centra más en los personajes, que tiene una precisión milimétrica donde nada parece suceder al azar y consigue hacer avanzar la historia más con silencios que con diálogos. "Promesas del este" logra reflejar con una crudeza espectacular el ambiente de la mafia, no repara en nada y no se corta a la hora de mostrar todo tipo de escenas salvajes. Y además cuenta con un actorazo en estado de gracia como es Viggo Mortensen, que sencillamente deborá la pantalla cada vez que aparece, y lo mejor es que el resto de actores estan a su nivel.
Y luego esta la escena de los baños turcos. Una escena de violencia extrema larga y tremendamente compleja que, posiblemente, sea una de las mejores luchas que se haya visto en el cine recientemente. Simplemente bestial.

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