Ya en los primeros episodios, este anime me pareció practicamente lo mejor del verano y del año. Me reafirmo en ello, todo lo bueno que se vió en aquellos primeros episodios, toda la originalidad y locura que la serie enarbolaba por bandera, han seguido presentes hasta el último capítulo, y en el peor de los casos se ha mantenido el nivel.
La serie versa sobre un profesor que hiperdepresivo que, en lugar de querer convertir a sus alumnos en mejores personas, pretende reducirlos a la más absoluta normalidad para enseñarles así lo horrible que es el mundo. Así pues, cada episodio -si este concepto tiene sentido en esta serie- versa sobre alguna costumbre humana que pueda ser considerada como defecto. Zetsubou tratara de explicarles este "defecto humano" a sus alumnos, así como porque estos hacen del mundo un lugar horrible. ¿Parece noble? Nada más lejos. Zetsubou trata de suicidarse constantemente ante sus alumnos y no ceja en su empeño de demostrarles lo terrible que es el mundo. Lo bueno no es sólo la personalidad del profesor, lo bueno es que los "defectos del mundo" son exagerados hasta la locura, y los propios alumnos del profesor distan bastante de ser normales y representan los arquetipos problemáticos de la sociedad japones. Todo ello, como digo, exagerado hasta el infinito. Y bajo este escenario nos encontramos todo tipo de humor, desde el más simple y resultón hasta el más intricado y cínico. La serie es en verdad, bajo su gigantesca máscara de locura e hilaridad, una profunda crítica a la sociedad actual japonesa. Mensaje no le falta, y contarlo con humor sin caer en el absurdo o la prepotencia (como en ocasiones le pasaba incluso a la gran "GTO") es siempre más complicado.
Además, la serie tiene un nivel técnico sencillamente espectacular. Animación puntera y sobre todo, del tipo "anime". No hay nada en esta serie que pueda ser reproducido en estudios de animación americanos o europeos. Ordenador y animación tradicional se aunan con una suavidad impresionante para dar vida a una gama de paisajes y decorados que oscilan entre la acuarela y los más absolutos vacios. Los encuadres son víctimas del ritmo de la serie y cambían a cada segundo, obteniendo algunos sencillamente ilógicos en cualquier anime que no fuera este. El cromatismo de la serie es también muy particular, siendo casi inexistentes los tonos vivos o alegres, pero también los frios o metálicos (el anime se mueve en una extraña paleta de tonos cálidos y apagados en los cuales estan vetados los colores primarios). Además, el director no duda en jugar con nosotros con constantes homenajes a otras series que no se molesta en disimular, así como con recortes o escenas de carne y hueso.
Zetsubou, como dije en mi primer análisis, es una auténtica ametralladora de gags donde se alternan todos los tipos de humor posibles. Creo que esa es la gran diferencia entre esta serie y la otra gran maravilla que nos deparó el verano "Baccano!", aquella era una serie que se elevaba por encima del resto por su increiblemente elaborado guión y por su complejo y espectacular ritmo y montaje. Zetsubou no ha seguido ese camino. Su calidad, por extraño que parezca, no se basa en la calidad de la obra. El guión es muy bueno, la serie maneja la ironía y la sátira como pocas series, y como he dicho alterna todos los tipos de humor posibles, y además tiene un ritmo frenético y una galería de recursos visuales casi inacabable. En todo lo que un anime puede destacar, Zetsubou brilla con luz propia, pero lo que lo hace grande es que, sencillamente, está hecho "a lo bestia". Todo gag imaginable se exagera, y cuando ya es demasiado surrealista y absurdo... se exagera aún más, y despues se comprime todo ello en el tiempo para ocupar el mínimo tiempo posible. Y si no hay gag, se muestra cualquier cosa en segundo plano. Es, sencillamente, imposible abarcar en un único visionado todo el material visual que esta serie ofrece. Tenemos 24 episodios o más comprimidos en 12, y a todos ellos se le añaden todas las locuras y exageraciones que se pueden pensar. Zetsubou es denso, más denso que ningún anime que haya visto hasta hoy. Y además no sólo es denso, es muy japones, juega con las palabras y el complejo idioma nipón, y con infinidad de aspectos de su cultura más actual y su historia más tradicional. Y todo ello, a una velocidad de vértigo. La grandeza de esta serie es, que además de ser muy buena, es una auténtica avalancha donde es uno no puede perderse un segundo (aunque otra de sus grandezas es que nada de lo que sucede tiene verdadera relación con lo que se acaba de ver).
Pero es inútil describir esta serie, tanto en su historia como en su grafismo y su narrativa, "Sayonara Zetsubou Sensei" es completamente distinto a cualquier anime tradicional. Hay que verlo para entender lo que es.
La serie versa sobre un profesor que hiperdepresivo que, en lugar de querer convertir a sus alumnos en mejores personas, pretende reducirlos a la más absoluta normalidad para enseñarles así lo horrible que es el mundo. Así pues, cada episodio -si este concepto tiene sentido en esta serie- versa sobre alguna costumbre humana que pueda ser considerada como defecto. Zetsubou tratara de explicarles este "defecto humano" a sus alumnos, así como porque estos hacen del mundo un lugar horrible. ¿Parece noble? Nada más lejos. Zetsubou trata de suicidarse constantemente ante sus alumnos y no ceja en su empeño de demostrarles lo terrible que es el mundo. Lo bueno no es sólo la personalidad del profesor, lo bueno es que los "defectos del mundo" son exagerados hasta la locura, y los propios alumnos del profesor distan bastante de ser normales y representan los arquetipos problemáticos de la sociedad japones. Todo ello, como digo, exagerado hasta el infinito. Y bajo este escenario nos encontramos todo tipo de humor, desde el más simple y resultón hasta el más intricado y cínico. La serie es en verdad, bajo su gigantesca máscara de locura e hilaridad, una profunda crítica a la sociedad actual japonesa. Mensaje no le falta, y contarlo con humor sin caer en el absurdo o la prepotencia (como en ocasiones le pasaba incluso a la gran "GTO") es siempre más complicado.
Además, la serie tiene un nivel técnico sencillamente espectacular. Animación puntera y sobre todo, del tipo "anime". No hay nada en esta serie que pueda ser reproducido en estudios de animación americanos o europeos. Ordenador y animación tradicional se aunan con una suavidad impresionante para dar vida a una gama de paisajes y decorados que oscilan entre la acuarela y los más absolutos vacios. Los encuadres son víctimas del ritmo de la serie y cambían a cada segundo, obteniendo algunos sencillamente ilógicos en cualquier anime que no fuera este. El cromatismo de la serie es también muy particular, siendo casi inexistentes los tonos vivos o alegres, pero también los frios o metálicos (el anime se mueve en una extraña paleta de tonos cálidos y apagados en los cuales estan vetados los colores primarios). Además, el director no duda en jugar con nosotros con constantes homenajes a otras series que no se molesta en disimular, así como con recortes o escenas de carne y hueso.
Zetsubou, como dije en mi primer análisis, es una auténtica ametralladora de gags donde se alternan todos los tipos de humor posibles. Creo que esa es la gran diferencia entre esta serie y la otra gran maravilla que nos deparó el verano "Baccano!", aquella era una serie que se elevaba por encima del resto por su increiblemente elaborado guión y por su complejo y espectacular ritmo y montaje. Zetsubou no ha seguido ese camino. Su calidad, por extraño que parezca, no se basa en la calidad de la obra. El guión es muy bueno, la serie maneja la ironía y la sátira como pocas series, y como he dicho alterna todos los tipos de humor posibles, y además tiene un ritmo frenético y una galería de recursos visuales casi inacabable. En todo lo que un anime puede destacar, Zetsubou brilla con luz propia, pero lo que lo hace grande es que, sencillamente, está hecho "a lo bestia". Todo gag imaginable se exagera, y cuando ya es demasiado surrealista y absurdo... se exagera aún más, y despues se comprime todo ello en el tiempo para ocupar el mínimo tiempo posible. Y si no hay gag, se muestra cualquier cosa en segundo plano. Es, sencillamente, imposible abarcar en un único visionado todo el material visual que esta serie ofrece. Tenemos 24 episodios o más comprimidos en 12, y a todos ellos se le añaden todas las locuras y exageraciones que se pueden pensar. Zetsubou es denso, más denso que ningún anime que haya visto hasta hoy. Y además no sólo es denso, es muy japones, juega con las palabras y el complejo idioma nipón, y con infinidad de aspectos de su cultura más actual y su historia más tradicional. Y todo ello, a una velocidad de vértigo. La grandeza de esta serie es, que además de ser muy buena, es una auténtica avalancha donde es uno no puede perderse un segundo (aunque otra de sus grandezas es que nada de lo que sucede tiene verdadera relación con lo que se acaba de ver).
Pero es inútil describir esta serie, tanto en su historia como en su grafismo y su narrativa, "Sayonara Zetsubou Sensei" es completamente distinto a cualquier anime tradicional. Hay que verlo para entender lo que es.
Cuando llegó el quinto capítulo, con el tema del miai, casi me dio miedo que al no tener que presentar a más alumnas originales la serie se quedase en nada... Pero qué va, ver disolverse al profesor fue un hito XD
ResponderEliminarTengo que acabarla de ver, que por falta de tiempo no he podido acabar esta, ni Baccano!, ni Simoun, ni nada de lo que tengo empezado :P
Ciertamente, ves una locura, una auténtica hipérbole de absurdidad (aunque no creo que esta expresión sea correcta en nuestro idioma) y crees que la serie ha alcanzado su techo. Pero no.
ResponderEliminarPor cierto... todavía no has visto a todas las alumnas (presentan a varias mas, e incluso a un alumno)
Todo preparado para una segunda temporada que, por la ilógica que rige esta serie, no tendría porque ser peor.
Fantástica, fantástica.
ResponderEliminarEs apabullante la cantidad de gags que te suelta en un episodio, la locura y el ritmo tan frenético que tiene.
Como dices, hay que verla para hacerse una idea xD
Tienes que ver Baccano!, Raist. Para mi, junto con Zetsubou y Nodame fue lo mejor del año pasado (obvio a Code Geass en esta categoria por empezar en el 2006).
ResponderEliminarZetsubou dess!!!! Ah no... que hay segunda temporada! Yupi!
ResponderEliminarCoincido totalmente contigo, debo añadir que la serie es increiblemente INSTRUCTIVA! Indaga en multitud de temas psicológicos, sociales y culturales... podrían hacer como 5000 episodios!
Sobre lo de que los studios europeos y americanos no son capaces de hacer lo que hacen en este anime... bueno... no creo que sorprenda a nadie... no es la primera vez que Japón hace algo vanguardista, es más, creo que todos somos otakus por esa misma razón... no hay alternativas. Y si las hay no son tan "Mainstream", por lo menos en torrent no están!
Puedo saludar? Quisiera terminar, dando las gracias a los reyes magos por las redes P2P y la blogosfera:, una verdadera fuente de cultura.
Si, erguiri, pero piensa en productos como "Black Lagoon", destila "anime" por los cuatro costados pero es un producto facilmente imitable.
ResponderEliminarSin embargo, la ida mental que es esta serie... sencillamente esta fuera del alcanze de los productores occidentales.
Baccano! ya está apuntada a la lista de series a ver, que ya te he leído varias veces comentarla muy bien :)
ResponderEliminarY más que hablare, es la próxima que tengo intención de terminar en una mini-marathon.
ResponderEliminarBaccano! es la única serie donde el tonto simpático y escandaloso arquetípico del anime cae realmente bien. De hecho... todos caen bien. Es la locura hecho anime.
Le ehcaré un vistazo a ver que tal ^__^
ResponderEliminarNo te arrepentiras, pero... no se lo eches porque sí, esta serie avasalla visualmente.
ResponderEliminarOBRA MAESTRA DEL COPÓN...
ResponderEliminarAlguna ves viste como termino el manga? fue un tremendo plot twist nadie lo vio venir fue un destape de sesos BRUTAL, eso si cuando re-ves los opening y ending ahora cobran sentido con este final como si el autor hubiese dado un pista si es que este dio la idea de diseñarlos asi.
ResponderEliminarMe comentaron el final y sí, locura máxima.
ResponderEliminarKumeta es mucho Kumeta