Y así vengan 500 más

One Piece - Capítulo 500 - "Las brasas de la historia"

Aunque quiero tener la costumbre de hacer un poco de balance de las series que sigo cuando estas alcanzan una cifra significativa, es imposible aplicar tal criterio a One Piece. Semana tras semana, Oda siempre consige sorprendernos y fascinarnos de alguna forma y me veo casi obligado a dedicar una entrada de este pequeño blog a su serie. Esta semana la serie ha alcanzado su capítulo 500. Desde la aparición de AoKiji la serie no ha hecho otra cosa que subir y subir de nivel, complicando la historia y desarrollando los personajes más allá de lo que lo he visto en cualquier otro manga de este tipo. Quizás haya habido un pequeño bajón en esa saga de divertimento que fue Thriller Bark y cuya resolución nunca ha terminado de convencerme (Moria, Oz y Kuma), no obstante, creo que es indiscutible que desde aquel mítico capítulo 333 "Capitan", la serie está a otro nivel. Y en Shabondy Oda esta preparando los cimientos de algo muy grande.
Esta es la saga de la libertad. Oda ha profundizado un poco más en la esclavitud que se vive en el archipiélago de las pompas de jabón y ahora ya sabemos que este no sólo se encuentra bajo la opresión de los nobles, también hay una importante base de racismo entre los hombres y los hombres-pez que se lleva arrastrando siglos. El pueblo submarino, mucho más poderoso pero también mucho menos numeroso, lleva ya mucho tiempo oprimido y sufriendo todo tipo de villanias (tanto que ahora la actitud de Arlong no parece otra cosa que lógica y casi comprensible). Así pues, la predecible rebelión de los tritones y las sirenas -que seguramente constituya un importante hito en los planes de Dragon- parece ahora más probable que nunca. Sin embargo, Oda no se conforma con colocarnos en este escenario de suma tensión donde sólo la presencia de los nobles y sus brutales métodos y los mugiwara podría revolucionarlo todo, además nos ha colocado la sombra de la Marina (aunque esto parece ser relativo, pues todo indica a que la Marina se encuentra ahora ocupada en lides más importantes, seguramente relacionadas con Ace, Barbablanca y Shanks) y los cazarrecompensas, además nos colocó a nueve "rookies" a la altura de la banda y ahora remata la faena rebelando al -supongo- último miembro del caos que se avecina: el ingeniero naval. Porque aquel que ha de prepararles el barco para ir a la isla submarina no es otro que el hombre que muchos años atrás fue la mano derecha de Gold Roger.
Silvers Rayleigh es el regalo de Oda para sus lectores en una fecha tan importante. Hemos tenido muchas referencias a Roger y su banda a lo largo de todos estos tomos: Shanks, Buggy, Mihawk, Barbablanca, Barbanegra, Tom-san, Garp y Sengoku. Sin embargo todas ellas han sido referencias que hemos visto en segundo plano, nunca la historia se chocado directamente con su pasado. Luffy, que siempre ha perseguido la sombra del rey de los piratas va a tener ahora ante él al hombre que mejor lo conocía. Rayleigh se presenta como un pirata en el sentido más gamberro de la palabra: mujeriego, borracho e indiferente a casi todo. Encaja a la perfección con el espíritu rebelde, gamberro y libre que se le presupone a la banda de Roger y que representa a en sí el modo de vida pirata más bohemio y romántico. A pesar de que Luffy tiene en su tripulación a Nami y Robin -dos chicas listas que a pesar de ser relativamente débiles gobiernan el barco- no creo que nadie dude que el segundo de a bordo del rey de los piratas debe ser seguramente uno de los personajes más fuertes aparecidos hasta la fecha.
No obstante, después de esta nueva y sorprendente presentación, y con el escenario actual que incluye a una Camie a punto de ser vendida como esclava y a todos los piratas dirigiéndose hacia la subasta, y estando ya allí Kid y Trafalgar... sencillamente me niego a intentar adivinar que va a pasar. Me da dolor de cabeza sólo hacer conjeturas con tantos frentes abiertos y además se que es inútil, Oda siempre nos sorprendera, y por fortuna... será para mejor.