Por fin, tras casi un año de espera desde que se emitieron los dos últimos episodios de la primera temporada (que ya se emitieron varios meses después de que esta finalizara su emisión regular por televisión) nos llega la esperadísima segunda parte de las aventuras del príncipe renegado britano y su desmedida venganza. Me sería difícil, por no decir imposible, elegir una sola serie de todas las que he visto a lo largo de estos últimos años, pero tengo claro que si Code Geass no ganase, se quedaría muy cerca. Este es, sin duda, el anime que más esperaba de este año. Y por fortuna para mi no me esta decepcionando, ni mucho menos.
Code Geass, una serie que comenzaba como un extraño híbrido entre Gundam Seed y Death Note y que al final adquiría una personalidad y un carisma mayor que ambos, era una serie particularmente compleja. La historia se centraba en un joven príncipe que, tras renegar de sus derechos porque su padre no hizo nada para evitar el asesinato de su madre, vive en el éxilio hasta que un día consigue un extraño don que hace que cualquiera que le mire a los ojos se vea obligado a obedecerle. A partir de ahí se narraba la sublevación de todo un país contra su odiado opresor. Los crímenes se sucedían y cada uno era peor que el anterior. La serie jugaba no ya con la tésis del "mal menor" si no directamente con la pregunta de si el fin justificaba los medios. Lelouch, el protagonista de esta historia, estaba dispuesto a convertirse en un auténtico demonio si así era capaz de acabar con el malvado imperio britano. Quería forjar un nuevo mundo donde él y su hermana vivieran en paz, las vidas -y los fragmentos de su propia moralidad- que quedaran atrás no importaban. La serie no hacía concesiones y nos representaba una opresión cruel y despiadada, así como tampoco se contenía a la hora de mostrar como Lelouch era capaz de matar incluso a sus aliados o destrozar vidas enteras si con ello creía estar más cerca de la victoria. El debate sobre la moralidad estaba allí.
Tan importante como el sugerente argumento era la narrativa. Absolutamente teatral y surrealista, los protagonistas se saben actores de una obra de ficción y actuan de una manera completamente antinatural. Grandilocuentes discursos que rozan el ridículo, escenas imposibles desde todos los angulos, giros argumentales continuos y batallas que se sucedían una detrás de otra mientras se intercalaban entre ellas escenas de vida colegial. Todo era tan absolutamente surreal y paródico que no quedaba otro remedio que sumergirse en el mundo fantástico de Goro Taniguchi y disfrutar de todas las virtudes de este anime y, y esto es lo más complicado, de todos sus defectos.
Esta segunda temporada, a pesar de que el efecto sorpresa es ya inexistente, esta consiguiendo mantener el listón si no elevarlo. Como no podía ser de otra forma, Geass huye hacia delante. Repite los esquemas de la primera temporada (porque es el propio estilo de la serie y no puede renegar de la serie), pero ahora lo hace todo a lo grande. Si bien en la primera temporada el objetivo era Japón, ahora el objetivo es el mundo entero.
La historia se ha hecho mucho más compleja al aumentar considerablemente el número de personajes y el propio ámbito de acción, así mismo, además de la rebelión propiamente dicha, en esta temporada se deben solucionar en teoría todos los enigmas esotéricos que la primera temporada dejó. Se tienen que cerrar muchas líneas argumentales, pero eso por supuesto a los guionistas no les preocupa de momento y se dedican a sacar más y más. Los personajes han perdido el idealismo de la primera temporada tras las derrotas que allí sufrieron y ahora son mucho más oscuros y complejos, las relaciones entre ellos han ganado también en profundidad.
La narrativa, irremediablemente, se ha vuelto más enrevesada conforme la historia ha ganado en complejidad. Las nuevas líneas argumentales y las nuevas intrigas no hacen si no un gran favor a los directores a la hora de plantear los giros argumentales y los diálogos. Naturalmente la serie sigue teniendo una teatralidad desmesurada, tan grande o más como en la primera temporada. Lo que sucede en esta serie es sencillamente imposible de creer, pero su gran virtud es que precisamente no pretende ser creída, sólo quiere ser disfrutada.
Además, la primera temporada fué un éxito gigantesco, y eso ha dotado no sólo a los guionistas de permiso para obrar a plena voluntad, si no que ha dado a la serie un presupuesto más alto aún. Sunrise es una empresa que vive del merchandising, ya la primera temporada tenía un considerable número de mechas y de batallas tremendamente espectaculares, ahora todo se ha multiplicado. Tenemos a "los caballeros de la mesa cuadrada", 12 mechas individuales que sirven al enemigo, así mismo también se estan multiplicando los mechas al servicio de Lelouch e incluso los robots "más básicos" han sido rediseñados y han ganado en espectacularidad. Las animaciones de las batallas eran ya muy buenas; vibrantes, rápidas, espectaculares, con una cámara siempre en movimiento y unas escenas que no se reutilizaban apenas. Ahora son mejores. Los combates han saltado al cielo y han ganado una nueve dimensión de espectacularidad.
Sin duda alguna, el anime más recomendable de esta temporada y, seguramente, de todo el año.
Code Geass, una serie que comenzaba como un extraño híbrido entre Gundam Seed y Death Note y que al final adquiría una personalidad y un carisma mayor que ambos, era una serie particularmente compleja. La historia se centraba en un joven príncipe que, tras renegar de sus derechos porque su padre no hizo nada para evitar el asesinato de su madre, vive en el éxilio hasta que un día consigue un extraño don que hace que cualquiera que le mire a los ojos se vea obligado a obedecerle. A partir de ahí se narraba la sublevación de todo un país contra su odiado opresor. Los crímenes se sucedían y cada uno era peor que el anterior. La serie jugaba no ya con la tésis del "mal menor" si no directamente con la pregunta de si el fin justificaba los medios. Lelouch, el protagonista de esta historia, estaba dispuesto a convertirse en un auténtico demonio si así era capaz de acabar con el malvado imperio britano. Quería forjar un nuevo mundo donde él y su hermana vivieran en paz, las vidas -y los fragmentos de su propia moralidad- que quedaran atrás no importaban. La serie no hacía concesiones y nos representaba una opresión cruel y despiadada, así como tampoco se contenía a la hora de mostrar como Lelouch era capaz de matar incluso a sus aliados o destrozar vidas enteras si con ello creía estar más cerca de la victoria. El debate sobre la moralidad estaba allí.
Tan importante como el sugerente argumento era la narrativa. Absolutamente teatral y surrealista, los protagonistas se saben actores de una obra de ficción y actuan de una manera completamente antinatural. Grandilocuentes discursos que rozan el ridículo, escenas imposibles desde todos los angulos, giros argumentales continuos y batallas que se sucedían una detrás de otra mientras se intercalaban entre ellas escenas de vida colegial. Todo era tan absolutamente surreal y paródico que no quedaba otro remedio que sumergirse en el mundo fantástico de Goro Taniguchi y disfrutar de todas las virtudes de este anime y, y esto es lo más complicado, de todos sus defectos.
Esta segunda temporada, a pesar de que el efecto sorpresa es ya inexistente, esta consiguiendo mantener el listón si no elevarlo. Como no podía ser de otra forma, Geass huye hacia delante. Repite los esquemas de la primera temporada (porque es el propio estilo de la serie y no puede renegar de la serie), pero ahora lo hace todo a lo grande. Si bien en la primera temporada el objetivo era Japón, ahora el objetivo es el mundo entero.
La historia se ha hecho mucho más compleja al aumentar considerablemente el número de personajes y el propio ámbito de acción, así mismo, además de la rebelión propiamente dicha, en esta temporada se deben solucionar en teoría todos los enigmas esotéricos que la primera temporada dejó. Se tienen que cerrar muchas líneas argumentales, pero eso por supuesto a los guionistas no les preocupa de momento y se dedican a sacar más y más. Los personajes han perdido el idealismo de la primera temporada tras las derrotas que allí sufrieron y ahora son mucho más oscuros y complejos, las relaciones entre ellos han ganado también en profundidad.
La narrativa, irremediablemente, se ha vuelto más enrevesada conforme la historia ha ganado en complejidad. Las nuevas líneas argumentales y las nuevas intrigas no hacen si no un gran favor a los directores a la hora de plantear los giros argumentales y los diálogos. Naturalmente la serie sigue teniendo una teatralidad desmesurada, tan grande o más como en la primera temporada. Lo que sucede en esta serie es sencillamente imposible de creer, pero su gran virtud es que precisamente no pretende ser creída, sólo quiere ser disfrutada.
Además, la primera temporada fué un éxito gigantesco, y eso ha dotado no sólo a los guionistas de permiso para obrar a plena voluntad, si no que ha dado a la serie un presupuesto más alto aún. Sunrise es una empresa que vive del merchandising, ya la primera temporada tenía un considerable número de mechas y de batallas tremendamente espectaculares, ahora todo se ha multiplicado. Tenemos a "los caballeros de la mesa cuadrada", 12 mechas individuales que sirven al enemigo, así mismo también se estan multiplicando los mechas al servicio de Lelouch e incluso los robots "más básicos" han sido rediseñados y han ganado en espectacularidad. Las animaciones de las batallas eran ya muy buenas; vibrantes, rápidas, espectaculares, con una cámara siempre en movimiento y unas escenas que no se reutilizaban apenas. Ahora son mejores. Los combates han saltado al cielo y han ganado una nueve dimensión de espectacularidad.
Sin duda alguna, el anime más recomendable de esta temporada y, seguramente, de todo el año.
Yo ahora he empezado a ver la primera temporada y está bien^^
ResponderEliminarYo de ti casi me esperaría a que estuviera la segunda completa, el mono que produce esta serie es muy malo.
ResponderEliminarLa espera para el 24-25, y sobre todo la de esta segunda temporada, ha sido muy larga.
Me duele solo pensar que esta semana no hay episodio.
que de tiempo tienes!!! que ves un monton de anime!! yo ya no tengo tiempo para nada.. snif snif
ResponderEliminarHail Britannia!
ResponderEliminar¿ Se han fijado como llaman a Japón "Nippon" y no "Nihon" ? Por lo visto Nippon es el nombre "fachilla/nacionalista" de Japón, usado durante la segunda guerra mundial y por los "ultras" japoneses.
goseki, tiempo, tiempo.... de 10 a 12 de la noche, ya está.
ResponderEliminarerguiri, no sabía que existía tal distinción, yo siempre he dicho nipón.