miércoles, agosto 13, 2008

Un anime para recordar

Ef ~ a tale of memories

Anime perteneciente a la temporada de otoño del 2007 y gestado por los genios de SHAFT, no lo seguí en su día porque el primer episodio no me pareció excesivamente llamativo, ahora le he dado una oportunidad a instancia de recomendaciones de amigos y no puedo hacer otra cosa que agradecer a estos su consejo. "Ef", si bien me parece una obra algo irregular y mejorable, entra por la puerta grande en el selecto grupo de animes románticos que considero "imprescindibles", series como "Kimi ga Nozomu Eien", "Tsukihime", "Elfen Lied" o "True tears". En este análisis evitare los spoilers referentes al desarrollo de la trama, pero me resulta imposible omitir un par de detalles que marcan el comienzo de la serie y que resultan imprescindibles para intentar describirla.
Serie basada en un eroge, afortunadamente esta ascendencia es poco notable si obviamos los diseños de los personajes y algunos secundarios muy arqueotipados. La trama gira en torno a la memoria de las personas y, principalmente, al miedo a ser olvidado o a olvidar a alguién. La serie se divide en dos claras líneas argumentales practicamente independientes que afrontan estas dos vertientes del problema. La primera, mucho más convencional, narra un triángulo amoroso en el cual nos encontramos tres personajes terriblemente cobardes y egoistas. Es esta la vertiente más tradicional de la historia, y si bien esta magistralmente contada y ofrece algunos momentos dramáticos, es la parte más floja del anime. Es en la otra vertiente de la historia, la centrada en Chihiro -una joven que no puede recordar nada más allá de 13 horas- donde encontramos el verdadero corazón de esta serie y los elementos que la transforman en una pequeña joya. El amor condenado a olvidarse de dos muchachos esta recreado con una extraña mezcla de ternura y crueldad, salpicado con un acertado simbolismo y unos pequeños elementos mágicos que lo elevan al nivel de cuento de hadas. No obstante, en la alternacia de estas dos historias encuentro uno de los grandes problemas de la serie, pues -a pesar de que existe un lazo de sangre entre dos de sus protagonistas- nunca se alternan; parecen historias completamente independientes y en cierta manera podría decirse que incluso en ocasiones se cortan el ritmo entre ellas. Es algo que no termino de entender, pues creo que la historia podría mejorar en algunos aspectos si las dos hermanas que protagonizan la serie se encontraran o al menos se produjera entre ellas una interacción mayor que la de unos pocos mensajes de texto. Además, aunque esto es meramente una opinión personal, una de las dos partes es muy superior a la otra.
Sobre esta trama se mueven unos personajes relativamente simples a los que la tragedia de las memorias arrastran. En el primer arco nos encontramos con unos personajes más egoistas y cobardes, incapaces de tomar una decisión si no es en el último momento. Este les acarrea sufrimiento, aunque nunca llegue a establecer una empatía con ellos como la que logran otras series. El sufrimiento de estos personajes es más ficticio que real (en la misma serie queda empequeñecido por el que se contempla en el arco de Chihiro); además me parece que se cierra de una forma demasiado alegre o rápida. Chihiro y Renji, en cambio, protagonizan un verdadero drama lacrimógeno magníficamente planificado y recreado. Son dos personajes terriblemente optimistas, alegres y amables, y por ello mismo resulta más cruel y terrible verlos enfrentarse a un destino contra el que nada pueden hacer. La serie lleva a estos dos personajes al límite pero los hace crecer con ello. Al igual que la historia en la que se ubican es mejor que la de sus compañeros, lo mismo puede decirse de su propio desarrollo.
El ritmo de la serie, como he comentado anteriormente, no es perfecto. Las dos historias apenas se entrecruzan y la transición de una a otra no siempre es lo fluida que se desearía. Aún así ambas mantienen siempre la tensión y el drama, y quizás se beneficien algo de esta estructura al disponer más minutos ininterrupidos para desarrollarse. El tempo de la serie es lento, no hay acción y todo el conflicto se focaliza en las relaciones de los personajes. La primera parte de la serie podríamos considerarla alegre, como el vivir unos agradables momentos; la segunda, mucho más amarga, consiste en la lucha por preservar esos recuerdos.
Ya refiriéndonos a los aspectos técnicos de la serie, hay que valorar esta como la joya que es. SHAFT, estudio progresista donde los haya, lleva su animación experimintal al género de la novela visual. Naturalmente no es el desmadre de Sayonara Zetsubou Sensei, pero la serie se aleja de los convencionalismos del género y logra un apartado visual sencillamente único (quizás lo único que se le puede asemejar fue la valiente "Karekano" de Gainax ). Los diseños de los personajes son deudores de su origen de videojuego, son convencionales y tópicos hasta decir basta, pero el estudio logra recrearlos con un pincel terriblemente fino y la animación que usa para moverlos es sencillamente increible. Si exceptuamos alguna concesión cómica en sus primeros episodios, no existe deformación alguna en los personajes y en ningún momento notamos un bajón en la calidad de la animación, animación siempre fluida y natural. Si los personajes se mueven con una suavidad asombrosa, hay que mencionar que lo hacen sobre unos fondo espléndidos. Aquí el estudio deja atrás el trabajo de los diseñadores del videojuego y nos muestra unos escenarios cuidados hasta el más mínimo detalle para, sobre ellos, recrearse con unos juegos de sombras y luces fabulosos. La fotografía y la iluminación de esta serie pueden, sencillamente, contarse como una de las mejores del anime reciente. Para completar este apartado técnico de lujo se encuentra un score magnífico, repleto de pequeñas melodías preciosas que acentúan los grandes momentos de la serie y que refuerzan a la perfección las emociones que las imágenes tratan de transmitir.
SHAFT consigue además impregnar a las numerosas metáforas visuales que refuerzan la historia de una belleza y una fuerza muy percibibles. No obstante, el coste de tantas virtudes es un excesivo lirismo que en ocasiones repercute negativamente sobre la serie. SHAFT tiende a desmadrarse en sus series, y aquí lo hace en ocasiones (sobre todo durante los primeros episodios), jugando con planos dicromáticos y con relieves y fondos. Es un defecto que no lastra demasiado la historia y que incluso en ocasiones es usado como un arma narrativa más, pero mi impresión general es que no era necesario. No obstante, son estas extravagancias del estudio las que le permiten alcanzar en esta serie un par de metáforas visuales impagables que ya de por sí convertirían a la serie en un imprescindible del anime por los avances narrativos que constituyen.
En resumen, "Ef" es una pequeña maravilla del anime actual. En una época en la que la comedia "harem" o las adaptaciones de eroges cuentan por decenas y donde la mediocridad es la cualidad reinante en ellas; "Ef" nos muestra una historia con una fuerza y una magia innegables que narra con una dirección sobria y serie, pero también valiéndose de una colección de recursos visuales impresionantes.

10 comentarios:

  1. Anónimo1:17 a. m.

    La vi hace unos buenos meses, y soy algo reticente a este genero, pero "Ef" tienen calidad, conincido totalmente en que el corazon de la serie y nota de originalidad es el arco de Chihiro, aunque personalmente me gusto mas el otro, ya que el de Chihiro(creo era asi, la del parche) se me hace un tanto "empalagoso", en cambio el otro es mas normal, mas "light" digamos. Las metaforas visuales estan bien llevadas, aunque si me parecia un poco redundante a veces. No diria que esta al nivel de True tears, que supongo es mi favorita de esta onda.
    Pero para la gente que gusta de este genero es una joya imprescindible, sin duda. Y mencion a parte, los paisajes y fondos, se gastaron un buen presupuesto.

    PD: En la recta final de Ippo, Takamura es un crack xDD

    ResponderEliminar
  2. Anónimo3:34 p. m.

    Lo dicho, me alegro que te gustara. Yo ahora estoy bajando como ya te dije la de True Tears y ya te diré lo que me parece, por lo pronto visualmente no es tan buena como esta otra y la ost lo poco que llevo oido es inferior, pero es que tenmon es mucho tenmon XD

    ResponderEliminar
  3. gambit, el arco de Hiro-Miya-Kei es mucho más convencional, su calidad es innegable, pero no sorprende demasiado. Particularmente prefiero el de Chihiro, soy un romántico empedernido y en este tipo de series me gusta que haya un periodo de felicidad para que después los personajes tengan un verdadero motivo para superar el drama, y en esta serie esta sorprendentemente conseguido.
    Visualmente la serie es magnífica, pero SHAFT juega a que lo sea, se recrea demasiado en las metáforas y de vez en cuando se pasa. Los dos primeros episodios casi me hicieron dejar la serie, por suerte después la animación se volvió mucho más sobria.
    Yo pongo esta serie a un mismo nivel que True Tears, aquella serie me gustaba más en su desarrollo, pero el final de "Ef" es mucho más mágico (aquí también influye que "la ganadora" de True Tears no fue mi favorita). No osbtante, aquella era una serie que basaba su magia en su normalidad, no pasaba nada verdaderamente extraordinario y todo era muy cercano (algo que ni mucho menos puede decirse de Ef)

    pd: Lo malo es que de Takamura vemos pocos combates. Hawk y Eagle son gloriosos, pero saben a muy poco. Por suerte, dentro de unos 30 capítulos tendremos un nuevo combate de su majestad (aunque creo que será mucho más flojo al estar la historia, en este momento, centrada en otro foco)

    naerys, je, no me cansaré de darte las gracias por la recomendación. Particularmente, como le he dicho a gambit, tengo las dos series a un nivel parecido. La animación de True Tears es muy buena (tiene algún que otro bajón eso sí), pero pretende ser realista (Ef es un torrente de metaforas). La música particularmente me encanta, en especial el opening (de hecho este elemento sirve para diferenciar las dos series, ambas son dos buenas canciones, pero la de "Ef" es mucho más frenética y las imagenes son un torrente de simbolismo). No se si True Tears te va a gustar, es una serie mucho más modesta en planteamientos, pero a mi el hecho de narrar simplemente un triángulo amoroso sin ningún gran aliciente (tipo accidente, protagonista extraterrestre o cosas así) me parece terriblemente meritorio.

    ResponderEliminar
  4. Hola!!

    También hace tiempo que vi esta serie y también me gustó la parte de Chihiro y Renji. La parte del triángulo... Miya es un personaje que no me gusta para nada.

    ResponderEliminar
  5. Antes me meto cerillas encendidas debajo de las uñas que ponerme a ver algo romántico en estos días... Para este tipo de series hay que tener el ánimo propicio, no es como la violencia gratuita, que siempre entra bien :P

    ResponderEliminar
  6. muramasa, Miya es que es un personaje que entra tan a saco a por el tio que descoloca (porque además el tio tampoco había hecho nada especial por ella). No obstante, el propio tio tampoco es un gran personaje, y la otra chica del triángulo sorprende por su cobardía y sus celos.

    carboanion, je, entonces no me queda otra que recomendarte algo como "Black Lagoon", siempre se puede confiar en Revy y compañía para alegrarte cualquier día.

    ResponderEliminar
  7. XD La he visto, la he visto, me gustó mucho más la segunda temporada que la primera...

    Aunque creo recordar que mencionas Elfen Lied, y los primeros cinco minutos del primer capítulo sí que son violentos, ¡me encantan! Y pensar que luego reducen a Lucy a una tía cursilona que no habla, se mea encima y es repelente a morir... :S

    ResponderEliminar
  8. Elfen Lied es una de mis series favoritas, me acuerdo que la vi al mismo tiempo que Tsukihime y ambas series me maravillaron.

    Elfen Lied, lo malo que tiene, son sus excesos. Se excede por la parte gore primero y luego por la parte "moé". No obstante, es una historia triste, y yo tengo debilidad por ese tipo de historias y personajes. Además... a Lucy se le perdona todo después de la escena del perro.

    pd: De Black Lagoon han anunciado una tercera temporada :)

    ResponderEliminar
  9. Joder, pero Miya, con el papelón que hace cuando le empieza a enviar mensajes a saco a Hiro... que dices, esa se suicida.

    ResponderEliminar
  10. Uno de los momentos cumbres de la animación reciente. Pero sí, ahí la chica muestra claros síntomas de desequilibrio. Si Kei no llega a borrar los mensajes habría sido interesante ver la reacción de Hiroko, porque en esa situación más que el "ay, dios, probecilla, que culpable me siento por no haberle dicho que no iba y tal y tal" sería más propio un "100 llamadas perdidas, tia loca esta"

    ResponderEliminar