Hay animes ridículos, y si esta palabra es un insulto es fácil imaginar la calidad de estos. Pero hay otros animes desmesurada y premeditadamente ridículos. Y estos no son animes malos, son series normalmente sin más pretensiones que las de entretener mediante el espectaculo y la parodia. "Sengoku Basara" puede encuadrarse perfectamente en este subgénero.
El juego nos traslada al Japón del siglo XVI y los señores feudales, pero a pesar de reflejar varias batallas históricas y estar progaonizado por figuras reales no hay nada de historia o realidad en esta serie. Esta basada en un videojuego, un videojuego rematadamente superlativo en su planteamiento. Los soldados rasos no sirven para nada y son los generales los que lo deciden todo, generales absurdamente poderosos que son capaces de acabar con miles de soldados con un mandoble o destrozar edificios. Y no es ya que los generales generen rayos o llamas, es que además hasta hay uno que es un mecha y otro que se dedica a soltar frases molonas en inglés, el villano que bebe en cráneos, los buenos son rematada y estupidamente honorables, hay una ninja estupidamente ligera de ropas, guerreros macarras con gafas. Esta serie es una especie de parodía otaku de la historia y requiere un nivel de descerebramiento bastante grande para que tantas estupideces juntas no hagan daño a la cordura de una persona. Si se consigue ese nivel de abstracción, es una serie bastante entretenida.
Tecnicamente la serie tiene un nivel aceptable. Tiene algunos bajones de calidad, pero estos se producen sobre todo cuando se muestran muchos soldados, y aquí la serie juega también con un grafismo tan exagerado como su propia historia que tiende a los cambios bruscos o al simbolismo raro. A nivel sonoro destacaría sobre todo el doblaje, con algunos seiyuus bastante famosos haciendo basicamente el papel que uno asocia a sus respectivas voces.
En resumen... una chorrada monumental, disfrutable siempre que seamos conscientes de lo poco que se toma en serio a ella misma.
El juego nos traslada al Japón del siglo XVI y los señores feudales, pero a pesar de reflejar varias batallas históricas y estar progaonizado por figuras reales no hay nada de historia o realidad en esta serie. Esta basada en un videojuego, un videojuego rematadamente superlativo en su planteamiento. Los soldados rasos no sirven para nada y son los generales los que lo deciden todo, generales absurdamente poderosos que son capaces de acabar con miles de soldados con un mandoble o destrozar edificios. Y no es ya que los generales generen rayos o llamas, es que además hasta hay uno que es un mecha y otro que se dedica a soltar frases molonas en inglés, el villano que bebe en cráneos, los buenos son rematada y estupidamente honorables, hay una ninja estupidamente ligera de ropas, guerreros macarras con gafas. Esta serie es una especie de parodía otaku de la historia y requiere un nivel de descerebramiento bastante grande para que tantas estupideces juntas no hagan daño a la cordura de una persona. Si se consigue ese nivel de abstracción, es una serie bastante entretenida.
Tecnicamente la serie tiene un nivel aceptable. Tiene algunos bajones de calidad, pero estos se producen sobre todo cuando se muestran muchos soldados, y aquí la serie juega también con un grafismo tan exagerado como su propia historia que tiende a los cambios bruscos o al simbolismo raro. A nivel sonoro destacaría sobre todo el doblaje, con algunos seiyuus bastante famosos haciendo basicamente el papel que uno asocia a sus respectivas voces.
En resumen... una chorrada monumental, disfrutable siempre que seamos conscientes de lo poco que se toma en serio a ella misma.
Hombre, el juego en el que se basa (Devil Kings) era un mata-mata sin argumento, no puedes pedirle peras al olmo. Bueno, sí que había "argumento", pero era tan simplón y superfluo que no le interesaba a nadie xDDD.
ResponderEliminarPaso de verla, que las adaptaciones de videojuegos suelen apestar. De lo poco bueno que conozco es la peli de Street Fighter II y tampoco es que sea muy allá.
Saludos.
Bueno, se puede ver y al tener una chorrada de argumento resulta entretenida y divertida.
ResponderEliminarPero vamos, hay como 983 animes que se me vienen a la cabeza para recomendar antes que este productor (y eso sin calentarme la cabeza).
No obstante, estoy en contra de lo que dices de las adaptaciones. Hay algunas muy buenas.
De hecho, uno de mis animes favoritos de siempre, Tsukihime, es adaptación de un eroge.
Yo vi DOS episodios, y no pude continuar
ResponderEliminarA mi me a gustado bastante, precisamente por lo que comentas, entretenimiento sin pretensiones XD.
ResponderEliminarDropeada al acabar el primer episodio.
ResponderEliminarLo de ser serie parodia no sé como lo reconocéis nada más verla, Sengoku es una serie tan estúpida como lo son otras y no son parodias. Por ejemplo Prince of Tennis, ¿no hacen lo mismo pero jugando y no es una serie parodia?
erGuiri, no puedo decir que no sea normal... a mi me ha entretenido, pero ha sido una de esas series que he acabado viendo porque cuando pense en dejar de hacerlo ya había visto más de la mitad por puro aburrimiento
ResponderEliminarKillboss, hombre, a mi me ha gustado, y te acababas riendo con su ridículas exageraciones... pero mala es un rato.
Otakulogan, la gracia de Prince of tennis es que ella se toma en serio cuando acaba cayendo en todos los tópicos posibles y más aún. Yo la termine de ver a pesar de no tragar al protagonista y todavía no se muy bien porque (en su día me gusto, ojo).